PROTOCOLO DE LA WEHRMACHT FRENTE A LOS PRISIONEROS Y DESERTORES DE LOS EJÉRCITOS OCCIDENTALES.

Hace tiempo en BHM os hablamos de cómo era la vida de un prisionero de guerra en la época de los tercios, siglos después la vida de los perdedores sigue dependiendo del deseo de sus captores. Gracias a Esaú veremos cómo eran los planes de la Wehrmacht con los prisioneros de guerra que iba a ir capturando en su Blitzkrieg.


Muy buenas, en las próximas entradas hablaremos del trato a los prisioneros aliados (tanto del frente occidental como oriental) por parte de las tropas alemanas, analizando las instrucciones que desde el Estado Mayor del Ejército (Oberkommando der Heer, OHK) hacía llegar a sus soldados para cuando se produjese el encuentro con soldados que se rindiesen, o que desertasen a sus filas. Evidentemente no quiere decir que esa fuera la realidad, porque cada situación es distinta, y todos sabemos que las instrucciones son escritas por sujetos que están cómodamente sentados en sus oficinas de retaguardia y lo escrito puede pecar de suave… o contrario a toda lógica de la guerra, como ya veremos.
“A poca distancia de Marbaix, un automóvil francés apareció por un camino lateral, a la izquierda, y cruzó la carretera por delante de mi vehículo blindado. A nuestros gritos se detuvo, y un oficial francés se nos rindió. Tras el automóvil seguía una caravana de camiones que avanzaba entre una densa nube de polvo. Actuando con decisión, hice que la columna torciera hacia Avesnes. Hanke saltó al primer vehículo, mientras yo me mantenía en el cruce durante un rato, gritando a las tropas e indicándoles que rindieran sus armas... La guerra había terminado para aquella gente. Varios de los camiones llevaban ametralladoras emplazadas en antiaéreos. Era imposible distinguir la longitud de la columna a causa del polvo, así es que en cuanto hubieron pasado diez o quince camiones, me puse a su cabeza y la conduje a Avesnes. Poco antes de llegar a la ciudad tuvimos que efectuar un rodeo, por estar la carretera bloqueada por vehículos ardiendo.Por fin llegamos a la entrada sudoeste de Avesnes, donde encontramos parte del Batallón París (nombre de su jefe), instalado junto al cementerio. Sin detenerse, Hanke llevó el convoy a un lugar despejado, procediendo a desarmar a los soldados. Vimos entonces que nos habían seguido unos cuarenta transportes, muchos de ellos con soldados.” 
                                                         Memorias de Erwin Rommel
QUE BIEN ME VIENE ESTA GUERRA PARA PRACTICAR MI FRANCES
Prisioneros franceses conversando con captor alemán, algo que como veremos no debía producirse.
El 10 de mayo de 1940, a las 5:35, el Ejército alemán cruza las fronteras de Bélgica y Luxemburgo, mientras tropas aerotransportadas germanas conquistan puentes en Holanda y Bélgica. Tres días después, se conquista Lieja por parte alemana, mientras que las divisiones acorazadas de Guderian comienzan el cruce del Mosa a ambos lados de Sedán.
Desde el Estado Mayor del Ejército, sección de ejércitos extranjeros occidentales, se emite a los oficiales al mando en unidades de combate un Folleto sobre el interrogatorio de presos y desertores, que visto la cantidad de soldados franceses que se rindieron, debió ser muy “manoseado”.
Se comunicaba que todos los documentos que se les encontrase, incluidas sus cartas privadas, debían ser retirados inmediatamente de los prisioneros y remitirlos a los centros de interrogatorio de la OKW (Oberkommando der Wehrmacht, Estado Mayor de las Fuerzas Armadas), advirtiéndose que se debía hacer todo lo posible para que los cautivos no pudieran seguir destruyendo o guardando documentos. Para ayudar en los interrogatorios, los oficiales y suboficiales debían ser inmediatamente separados de los otros prisioneros, con el fin de que la tropa no se sienta intimidada a no hablar por la presencia de los que considera su referente. Al igual, un oficial que no tenga tropas cerca, no se verá forzado a negarse a cooperar por su honor de oficial y en un futuro el qué dirán.
Posteriormente se establecía que tanto la separación de las tropas, así como otros impedimentos y demoras a la hora de enviarlos a retaguardia no se consentirán, aunque esto fuese con fines de filmación, radiodifusión y similares, es decir, por más que los noticieros quieran grabar a los prisioneros, no se debe de dejar de seguir estas instrucciones. 
NO NOS SIRVIÓ PARA NADA MANTENERNOS EN LA LINEA
Soldados franceses prisioneros cerca de Sedan en camino a un campo de prisioneros.
Se recuerda, esta es una vieja tradición de la guerra, que tanto los documentos, armas y municiones encontradas o tomadas de los prisioneros no debían permanecer con las tropas como recuerdos, pues no sería la primera vez que ciertos documentos guardados por un soldado para otros usos, contenga información sensible del enemigo.
Se establece que quienes deben interrogar a los prisioneros serán siempre los oficiales competentes y que están preparados para esto, y que tanto las tropas, los comandantes de unidades y demás mandos, sólo escucharán a los prisioneros y a los desertores, en la medida en que esto sea necesario para los inmediatos propósitos de la campaña. Los resultados de estos interrogatorios improvisados debían remitirse por adelantado al oficial de inteligencia del OKW (es decir antes de que le llegase el prisionero) por cualquier medio (telex, mensaje sin hilos, telegramas, etc.)
Se recuerda que el evitar la demora en la deportación al lugar de reunión de los prisioneros no lo es por capricho, sino porque es importante escuchar a los prisioneros aun bajo los efectos de la lucha y la fatiga, y evitar así dejarles tiempo para preparar las posibles respuestas.
Toda conversación de los escoltas con los prisioneros y el aceptar de éstos "objetos como recuerdos" está prohibido.  Los cuidados y la atención debían reducirse al mínimo, salvo en el caso de los heridos, hasta que finalice el primer interrogatorio, logrando así el efecto de ver a sus captores como personas y no enemigos, con los que se pueda hablar.
Por otro lado, se debía evitar cualquier acción que pudiese despertar el desafío y la amargura de los prisioneros, así que debían tratarlos correctamente, sin humillarlos, pero despojándoles de todos sus enseres, y dándoles poca atención para que sean los “benefactores” del centro de interrogatorio el que les atienda.  
SI NOS HUBIESEN DEJADO EMPLEAR LOS CARROS EN MASA, SE RENDIRIAN ELLOS
Tripulación de un carro B1 francés rindiéndose, junio de 1940.
Como se decía, el primer interrogatorio detallado sería realizado por las unidades de interrogatorio del OKW, que se instalarían en los puntos de recogida de prisioneros. En principio, los presos debían ser interrogados individualmente y luego separados de los que aún no habían sido interrogados, para evitar que se pusiesen de acuerdo.  
Como aun no se tenía claro cómo sería el resultado de la llamada Batalla de Francia, había ciertos flecos que no se había tenido en cuenta, así se decía que en el “futuro”, los prisioneros serían deportados directamente de los puntos de recogida de prisioneros a los campos principales.
Una vez allí, si fuese necesario realizar más interrogatorios, se llevarían a cabo a petición del OKH, o por el Estado Mayor del Ejército, Sección de ejércitos extranjeros occidentales. Además, y para poder llevar a cabo los mismos, se remitirían desde los oficiales de inteligencia militar, todas las notificaciones que se tengan, así como la censura postal de los prisioneros.
Todos los oficiales capturados en Occidente, serán trasladados (como digo, es un documento del principio de la guerra) de los puntos de recogida de prisioneros a un campo base de oficiales en la ciudad de Mainz (situada en la Ciudadela).
Sus siguientes interrogatorios en profundidad serían realizados por miembros del 1er Ejército (que estaba asignado al Wehrkreis XII, adscrito al Grupo C del Ejército y que permanecía hasta el momento de forma pasiva frente a la Línea Maginot) con la cooperación de la Oficina de Defensa de Wiesbaden (tanto Wiesbaden como Mainz pertenecen al Wehrkreis XII)
S'IL VOUS PLAÎT, DEJEN SUS EQUIPOS EN EL ARCÉN
Equipación francesa abandonada, junio 1940
Una vez realizado el interrogatorio, todo debe quedar debidamente consignado en los formularios previstos. Se aclara que muchas veces, el nombre del sujeto, su "secteurs postaux" así como el paradero de otras unidades puede determinarse a menudo por medio de preguntas sobre las heridas causadas a los conocidos y parientes prisioneros del preso, por ejemplo, o por medio de información que se encuentre en los cuadernos y artículos de papelería oficiales. Además, se incluye una columna denominada “Otras unidades conocidas" en los formularios de interrogatorio con el fin de anotar toda la información que se pueda obtener.
Los resultados más importantes de los interrogatorios, sobre todo las conclusiones de las tropas, deben ser comunicados de antemano por los oficiales de inteligencia a los Mandos de la sección de ejércitos extranjeros occidentales, por la vía más rápida. Si las unidades o subestaciones defensivas participan en los interrogatorios, deben transmitir una copia del interrogatorio al OKW (Abteilung I, Nachrichtenbeschaffung, o Sección I, Adquisición de Información). En el caso de los prisioneros de la misma unidad que digan las mismas declaraciones, basta con llevar sólo una o unas pocas hojas de interrogación que contengan todo lo que merezca la pena saber y adjuntar un nombre o una lista numérica.  
Una vez recogidos los documentos, los objetos privados que ya no sean de interés oficial para su examen posterior serán enviados por los mandos del ejército directamente a los principales campos de prisioneros y al "Centro de Información de la Wehrmacht" de Berlín, en Hohenstaufen Strasse 47/49 para aquellos que pertenezcan a muertos en combate (es decir, aquello documentos encontrados a cadáveres).
Los prisioneros y desertores norteafricanos (el subrayado viene en el original) serán segregados en los campos asignados para la primera oleada y trasladados a un campo principal especial (el denominado Halbmondlager, “Campo de la media luna”, campo utilizado en la I WW como centro para convencer a los musulmanes para luchar contra las potencias coloniales).
NOS DICEN QUE VAMOS AL CAMPO DE LA MEDIA LUNA, NO SUENA MAL
Tirailleurs senegaleses capturados rumbo a un campo de prisioneros
Por último, los desertores, deben ser transportados a un punto de recogida conectado con el campamento principal de oficiales en Maguncia (en la ciudadela). Allí, se deberá tomar una decisión sobre su posterior destino.
En cuanto a los capturados de origen étnico germano, como eran los alemanes de “Nueva Bélgica” (lo que sería Bélgica Oriental actualmente) se establece que existen normas especiales para ellos sin aclararse cuáles.
Como se ve, los alemanes habían desarrollado un detallado sistema de interrogatorios con el fin de maximizar la información que se pudiese obtener de los prisioneros, no dejándose al albur ni a la improvisación tanto la primera impresión de los soldados (en situación de shock del combate), como los centros de interrogación, comunicación fluida entre los interrogadores, o incluso, un trato especial a los musulmanes y los alemanes étnicos.
AL PARECER SI NO NOS UNIMOS A ELLOS NOS QUEDA POCA VIDA
Prisioneros africanos del campo de Clamecy, en el cual 43 de ellos serían fusilados.

En próximas fechas, analizaremos el “Folleto para el tratamiento de los prisioneros soviéticos”.
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“Protocolo de la Wehrmacht frente a los prisioneros y desertores de los ejércitos occidentales Esaú Rodríguez Delgado - Bellumartis Historia Militar


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