V PARA LA VICTORIA

Unas de las imágenes más icónicas de la Segunda Guerra Mundial son las numerosas fotografías de Winston Churchill realizando el símbolo de la Victoria.

Tradicionalmente se vinculaba este signo en la cultura británica a la época de los afamados arqueros ingleses y al hecho que tras la victoria en Agincourt, la amenaza francesa de córtales los dedos quedo en agua de borrajas. Incluso dependiendo de la situación se puede convertir en un insulto, con los nudillos hacia fuera muy similar a la peineta española, por lo que se puede pensar que en el caso de Churchill podría tener este sentido de “jodete, te vamos a ganar” dirigido a Hitler.

Un verdadero "que os jodan nazis" de un Lord

Pero la V de la Victoria como desafío al poder alemán durante la ocupación de la Europa continental tiene un origen no tan “british”, eso sí, fueron ellos los encargados de darles el marketing y la difusión necesaria para convertirlo en un símbolo de libertad y esperanza internacional.

El responsable de que media Europa apareciese pintada de V fue el ministro de Justicia de Bélgica, Víctor de Laveleye (1894-1945), durante su exilio en la Isla de la Esperanza, como fue bautizada Gran Bretaña por los refugiados de las naciones ocupadas. Su idea al contrario que los Noruegos que emplearon el clip como símbolo de resistencia pero manteniéndose en el secreto, Laveleye prefería que fuese reconocido por todos y especialmente por los alemanes. Según sus propias palabras en su programa para la sección belga de la BBC, no queda duda de su intención: "Las fuerzas de ocupación, al ver esta señal, siempre la misma, infinitamente repetida, entenderá que está rodeada por una inmensa turba de ciudadanos que esperan un momento de debilidad, vigilándolos para cuando cometan el primer error".

Victor Leveye en su programa en la BBC

¿Por qué la V? el motivo de la elección de esta letra se debe al doble significado que en su país tienen dos palabras que empiezan por ella. Como ya sabéis en Bélgica se habla francés y flamenco (un versión del holandés) por lo que al escoger la V de Victorie y de Vrijheid, obtenía el mensaje de “Victoria” y “Libertad” y por supuesto de Victory, en inglés.

Tras recibir la aprobación de los directivos de la BBC, comenzó en su programa a movilizar a los belgas a que mostrasen su rechazo a la ocupación alemana pintando esta letra en las paredes. A las pocas semanas ya no solo los belgas sino los franceses que escuchaban la programación en francés para Bélgica, se unieron a la campaña de decoración urbana promovida por V for Victory. No solo se pintaron paredes, también cabinas telefónicas, suelos, carreteras, vehículo… Uno de los casos más atrevidos se dio en la isla de Jersey en la que un operario al reparar una calle coloco los adoquines formando una V. (Posteriormente se dijo que la V era por un barco de la Cruz Roja llamado Vega que salvo en 1944 a la población de la isla de la inacción).

V en la Plaza Real de la Isla de Jersey. Wikicommons

Pero sería el “coronel Britton” nombre de guerra del miembro de la BBC Douglas Ritchie quien diese con la melodía que se convertiría en un éxito de las ondas en los años 40. Al darse cuenta que el código en morse de la letra V (corto,corto,corto y largo) sonaba igual que el inicio de la Quinta Sinfonía de Beethoven. Además para más inri el titulo completo de esta sinfonía es conocida "Destino llamando a la puerta" y que puerta mejor que la del país de nacimiento del compositor.

Tal fue el éxito de la campaña de la BBC que incluso se llegó a crear una canción que invitaba a seguir llenando Francia de uves. La letra de la Chanson des V compuesta por Maurice Van Moppès era así: “No hay que desesperarse/ ¡los venceremos!/ No hay que dejar de resistir/ No olvides la letra V/ ¡Escríbela!/ ¡Cantala! ¡V1!V!¡V!¡V!”.

Tal fue el éxito de la versión sonora de la V que la gente la silbaba por las calles, en las locomotoras, o incluso en las escuelas los profesores llamaban al orden en las escuelas como nos recuerda Lynne Olson en su última obra. Pero entre todas las anécdotas a mí me encanta la de la tripulación de un bombardero ingles que al sobrevolar Paris empleó la luces de su tren de aterrizaje para enviar el mensaje de Victoria. Y la ciudad de la luces le respondió con los focos de sus coches y las luces de sus casas al ritmo de la Quinta Sinfonía.

Volvemos a Churchill y su papel en el éxito de la campaña V for Victory. Al poco de la emisión de Laveleye comenzó a emplear la V como su gesto favorito pero sería en el verano de 1941 cuando reconoce el éxito de esta campaña. Denominando al signo de la V como “símbolo de la invencible voluntad de los pueblos de los territorios ocupados y un portento del destino que le espera a la tiranía nazi. Mientras el pueblo de Europa continúe rehusando toda colaboración con el invasor, es seguro que su causa perecerá y que Europa sea liberada”.

Ya sabéis que la muestra del éxito de una marca o un logo es la aparición de falsificaciones. Goebbels viendo el éxito de la V decidió emplear su perfecto sistema de propaganda para apoderarse del símbolo que según él es el ejemplo de “la invasión intelectual del continente por la radio británica, invasión de la cual la letra V era el símbolo”. El ministerio de Propaganda comenzó a realizar carteles con el lema “V significa que Alemania vence en todos los frentes”. Se instalaron inmensas letras en Ámsterdam, Oslo e incluso en la parisina Torre Eiffel, mientras que en Praga una calle fue decorada con uves y bautizada como la calle de la victoria. Lo mismo sucedió con la sinfonía de Beethoven que se puso muy de moda en las emisoras del Reich para eliminar el significado de resistencia que la BBC había trasmitido.

LA MIA ES MÁS GRANDE

Contrapublicidad alemana en plena Torre Eiffel

En resumen, el título de “V”, una de mis series favoritas de mi infancia, era un verdadero mensaje de victoria contra los lagartos invasores que con sus pseudoesvasticas ocuparon temporalmente nuestro planeta hasta que la resistencia los expulsó. Llamarme friki pero no puedo remediar la comparación.