EL MORRIÓN Y OTROS CASCOS DE LOS TERCIOS

El morrión es posiblemente el casco más históricamente relacionado con los soldados españoles del Siglo de Oro, si bien en realidad no fue siempre el más utilizado por éstos ni existió en toda la era del Imperio Español, habiendo muchos modelos diferentes. En este artículo Juan Molina nos cuenta del origen del morrión principalmente, si bien hablaremos de otros tipos de cascos relacionados.


ORIGEN DEL MORRIÓN

El origen semántico de morrión viene de la palabra “morra”, que significa “parte alta de la cabeza”, especificando que era un casco abierto, que solo protegía la parte superior de la cabeza. El origen lejano del concepto armamentístico del morrión, un casco que protege la parte superior de la cabeza con dos alas a los lados, ya viene de antiguo, y ha sido rescatado muchas veces a lo largo de la historia bélica. Sin embargo, el primer casco que se acerca visualmente a lo que será el futuro morrión es el capacete de finales del siglo XV.
Foto: Capacete con gorjal de finales del siglo XV, de origen aragonés, posiblemente de un caballero. 
Los agujeros para remaches servían para engarzar telas que protegían el metal del casco
A pesar de su parecido, el concepto es completamente diferente en varios aspectos. El ala del capacete baja en ángulo por los lados, buscando proteger en lo posible la cabeza del portador por los lados, a diferencia del futuro morrión, cuyas alas angulan más bien hacia arriba, buscando desviar los golpes descendentes. En muchos casos, estaba diseñado para ser complementado con un gorjal, ya fuera con o sin visera. La idea de este casco era ofrecer más movilidad, visibilidad y ventilación que un casco cerrado, usual entre la caballería pesada de aquel entonces. Este casco era un modelo usual entre peones que se lo pudiesen permitir  y hombres de armas adinerados para llevar “de ligero” a caballo, aunque en batalla campal solían preferirse cascos cerrados.
A partir del siglo XVI se comienzan a experimentar con diseños de varios cascos, especialmente combinaciones de celadas abiertas y capacetes, dando multitud de versiones las primeras dos décadas que culminarán en la creación del casco de moda por excelencia entre 1530 y 1550: la borgoñota.
Foto: Borgoñota de alrededor de 1540, posiblemente alemana, con un característico pico en lo alto de la cabeza.
La borgoñota añadía a la clásica celada partes móviles en el cuello y orejas, además de añadir una visera.
La borgoñota se caracterizaba por ser una celada medieval a la que se añadían piezas más sofisticadas, como protectores móviles de las orejas, piezas protectores del cuello y, sobre todo, su característica visera. La parte de arriba del casco solía acabar en alguna clase de punta para ofrecer un hueco suficiente a la cabeza y así evitar conmociones por golpes fuertes, además de ofrecer más resistencia a toda la estructura del casco, elementos que serán comunes en los futuros morriones del siglo XVI.
Es en estas piezas donde se comienza a experimentar con elementos que serán típicos del morrión, como la cresta o las alas, y se verán ya borgoñotas con un diseño “híbrido” entre los futuros morriones y las anteriores borgoñotas.
Foto: Borgoñota “híbrida” de 1540, con un gran parecido a los ya cercanos morriones, 
prácticamente un morrión con orejeras. Tiene una cresta y alas/viseras
tanto en la parte posterior como en la anterior del casco.
Ya posiblemente en 1545 se comienza a ver alguna pieza experimental de morrión y en 1550 comienzas a verse en buena cantidad por toda Europa occidental. Posiblemente surge aquí como una versión barata de la borgoñota que solo protege la “morra”. Los primeros morriones tienden a seguir el diseño de la borgoñota, tendiendo a crear una forma cónica para crear un hueco entre el acero y la cabeza para proteger de conmociones tras los golpes. Ya existirán desde esta época los morriones de cresta, pero hasta 1570 parecen ser más comunes los morriones sin cresta.
Foto: Morrión temprano, de cuerpo cónico y sin cresta, de alrededor del año 1550.
Vemos ya aquí las bases de su diseño: dos alas combadas que protegen de golpes descendentes pero,
 a diferencia de las borgoñotas, no protegen los lados
El morrión pronto se convierte en un casco enormemente popular entre la infantería, especialmente entre los arcabuceros, debido a que la libertad de movimiento que daba era superior al capacete y además proporcionaba una buena visera que ayudaba a apuntar con el sol de frente. A pesar de su popularidad, otros tipos de casco, como la anterior borgoñota, no llegaron a desaparecer debido a su mejor protección, sin embargo siendo más comunes en coseletes e infantería de cuerpo a cuerpo y caballería.
El morrión, sin embargo, no quedó aquí y evolucionó a lo largo del tiempo.  Hacia 1575 y 1590 se vuelve usual la cresta (una forma de reforzar aún más la parte alta del casco) y se comban aún más  las alas por delante y por detrás, de una forma en ocasiones exagerada, buscando posiblemente una cierta estética y no solo pragmatismo.

Foto: Morrión italiano, posiblemente de oficial, de 1580-1590. El combado de las alas se vuelve exagerado y se vuelve habitual  la cresta para reforzar la estructura. El cilindro de la parte trasera sirve para engarzar plumones al casco.

En paralelo a la creación del morrión surge otro casco de infantería muy similar y de mismo origen, pero que no debe confundirse con este: el capacete moderno. A diferencia del capacete medieval, el capacete de la segunda mitad del siglo XVI tiene una base plana y un ala circular y completamente plana, aunque la forma del casco es, por lo demás, muy similar al morrión. Si el morrión es una versión barata de la borgoñota, el capacete podríamos decir que es una versión aún más simplificada del morrión y de aún más fácil construcción. Cabe destacar que, a pesar de ser tanto el capacete como el morrión piezas de construcción más sencilla que la borgoñota, no significa que no hubiera capacetes y morriones de concienzuda factura y gran calidad, especialmente en manos de veteranos y oficiales, siendo piezas muy codiciadas.
Foto: Capacete de oficial de entre los años 1550 y 1560. A diferencia del morrión,
presenta una base completamente plana y el ala es una sola pieza circular
Tanto el morrión como el capacete, sin embargo, tenían un gran fallo de protección, que eran los flancos. Para proteger aunque fuera levemente los lados de la cara y las orejas, en las cinchas de sujeción de ambos modelos de casco comenzaron a añadirse piezas de protección metálicas segmentadas, llamadas carrilleras. Estas piezas e convirtieron en bastante populares a partir de 1570 y se ven multitud de morriones y capacetes que las portan. Sin embargo, una gran cantidad de soldados preferían los morriones simples, sin carrilleras, posiblemente por ser menos molestos.
Foto: Morrión (originalmente pavonado) de 1570, con carrilleras,
perteneciente a la guardia del elector de Sajonia. Estos modelos se hicieron
 muy populares debido a su mejora de protección a los lados.
A partir del siglo XVII, el morrión tiende a simplificarse cada vez más debido a la masificación cada vez mayor de la producción militar, especialmente con la llegada de la guerra de los treinta años. El mayor cambio es la desaparición progresiva de la cresta hasta quedar en un simple reborde sagital para reforzar la estructura para el año 1635. También se redondea la parte superior del casco adaptándolo a la forma de cabeza, posiblemente al ser más fácil de producir de esta forma, pero aumentando el riesgo de que los golpes a la cabeza provoquen una conmoción.
Foto: Morrión de piquero inglés de 1640. Podemos observar la progresiva simplificación de las líneas, 
eliminando la cresta y redondeando la parte superior del casco y las carrilleras son de una sola pieza.

Esta búsqueda de la simplificación hace que los capacetes sean más comunes en el siglo XVII que en el siglo XVI al ser, por lo general, más sencillos de fabricar. De hecho, el rediseño progresivo del morrión hace que ambos modelos vayan acercándose hasta llegar a una suerte de “morrión-capacete” a partir de la década de 1650. Para 1650 los morriones comienzan a entrar en desuso y la mayoría de los cascos de infantería pasan a ser capacetes, usados sólo por piqueros, hasta la desaparición de este cuerpo a inicios del siglo XVIII.
Foto: Peto con escarcelas y morrión-capacete de 1650 de la infantería inglesa. 
La simplificación al máximo en la construcción llevó a la unificación de modelos de casco 
hasta crear los distintos tipos de morrión-capacete que se mantendrán hasta finales del siglo XVII.

EVOLUCIÓN DEL CASCO MEDIEVAL AL MODERNO

“El morrión y otros cascos de los tercios” Juan Molina Fernández – Bellumartis Historia militar

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