PROTOCOLO DE LA WEHRMACHT FRENTE A LOS PRISIONEROS DEL EJÉRCITO SOVIÉTICO


Hace dos semanas veíamos las instrucciones sobre el tratamiento de prisioneros y desertores en el frente occidental, que se emitió por parte del OKH al principio de la invasión de Francia. En el mismo se describía el trato como correcto y aséptico, de manera que éstos participasen y diesen información necesaria para los oficiales de inteligencia de las diferentes unidades.
Hoy Esaú va a analizar dos documentos que se hallaron juntos, el primero de noviembre de 1941, y el segundo de finales de abril de 1942… en muchos casos, sus palabras son bastantes y no es casi necesario analizarlas.


Aclarar que ninguna frase ni párrafo ha sido sacado de contexto, la traducción es lo más exacta, y estudios posteriores me han aclarado que el mismo es auténtico, lo digo para aquellos aficionados al ejército alemán, que no entienden de críticas, los documentos son lo que son… es más, al final del artículo comentaré alguna novedad de última hora. Comencemos:  
Del Cuartel general de Alto Mando del Ejército (Armeeoberkommando), con fecha 10 de octubre de 1941, se envía una circular con el críptico asunto “Comportamiento de las tropas en la zona oriental”. El documento se encontraba entre otros documentos del Regimiento de Infantería nº 32, de la 24ª División de Infantería, que se hallaba en esas fechas en el 6º AOK dentro del Grupo de Ejército Sur, al mando de Gerd von Rundstedt… para que nos demos cuenta de dónde parte.
Comienza aclarando que todavía había muchas ideas poco claras sobre el comportamiento de las tropas hacia el sistema bolchevique. Y continúa explicando que el objetivo esencial de la guerra contra el sistema judeo-bolchevique es la destrucción total de sus medios de poder y la eliminación de la influencia asiática de la cultura europea. (Repito que este texto procede del cuartel general del 6º Ejército).
Tropas alemanas pasan junto a una larga columna de prisioneros rusos 
durante el avance a la Unión Soviética, 1941.
En este sentido, las tropas se enfrentan a tareas que superan la rutina unilateral de los soldados. El soldado en los territorios orientales no es sólo un luchador según las reglas del arte de la guerra, sino también un portador de la despiadada ideología nacional y el vengador de las “bestialidades que se han infligido a las naciones alemanas y racialmente relacionadas”.
Por lo tanto, el soldado debe tener pleno entendimiento de la necesidad de una venganza severa pero justa contra los judíos infrahumanos. El Ejército tiene que apuntar a otro propósito, es decir, a la aniquilación de las revueltas en el interior que, como demuestra la experiencia, siempre han sido causadas por los judíos.
La lucha contra el enemigo detrás de la línea de frente sigue sin tomarse suficientemente en serio. Se sigue haciendo prisioneros de guerra a partisanos(el subrayado aparece en el original) traicioneros y crueles y a mujeres antinaturales, y los guerrilleros vestidos en parte de uniforme o de civil y los vagabundos son tratados como soldados de verdad, y enviados a campos de prisioneros de guerra. De hecho, los oficiales rusos capturados hablan incluso burlonamente de agentes soviéticos que se mueven abiertamente por las carreteras y muy a menudo comen en las cocinas de campo alemanas. Esta actitud de las tropas sólo puede explicarse por la total falta de reflexión, por lo que ya es hora de que los comandantes aclaren el significado de la lucha actual.
La alimentación de los nativos y de los prisioneros de guerra que no trabajan para las Fuerzas Armadas desde las cocinas del Ejército es un acto humanitario igualmente incomprendido como lo es la entrega de cigarrillos y pan. Las cosas que el pueblo en casa puede ahorrar bajo grandes sacrificios y las que el Mando trae al frente bajo grandes dificultades, no deben ser entregadas al enemigo por el soldado, ni siquiera si provienen del botín. Es una parte importante de nuestro suministro.
Los conductores alemanes desentierran su motocicleta Zundapp, que está empantanada en el barro del frente oriental, probablemente durante el deshielo de la primavera.
 Al retirarse, los soviéticos a menudo han prendido fuego a los edificios. Las tropas deberían estar interesadas en la extinción de incendios sólo en la medida en que sea necesario para asegurar un número suficiente de alojamientos. De lo contrario, la desaparición de los símbolos del antiguo régimen bolchevique, incluso en forma de edificios, es parte de la lucha de destrucción. Ni las consideraciones históricas ni las artísticas tienen importancia en los territorios orientales.
Un Sdkfz 250 alemán en las ruinas de Sebastopol, julio de 1942.
 El Mando emite las directivas necesarias para la obtención de materias primas y plantas, esenciales para la economía de guerra. El desarme completo de la población civil en la retaguardia de las tropas de combate es imperativo, teniendo en cuenta las largas y vulnerables líneas de comunicación. Siempre que sea posible, las armas y municiones capturadas deben almacenarse y guardarse. Si esto fuera imposible debido a la situación de la batalla, las armas y municiones se volverán inútiles. Si se encuentran partisanos aislados usando armas de fuego en la retaguardia del ejército, se deben tomar medidas drásticas. Estas medidas se extenderán a la parte de la población masculina que estuviera en condiciones de obstaculizar o denunciar los ataques.
 La indiferencia de numerosos elementos aparentemente antisoviéticos que tienen su origen en una actitud de esperar y ver, debe dar paso a una clara decisión de colaboración activa. Si no, nadie puede quejarse de ser juzgado y tratado como miembro del sistema soviético.
 El miedo a las contramedidas alemanas debe ser mayor que las amenazas de los restos bolcheviques errantes. Lejos de todas las consideraciones políticas del futuro, el soldado tiene que cumplir dos tareas:
 1. Aniquilación completa de la falsa doctrina bolchevique del Estado soviético y sus fuerzas armadas.
 2. El despiadado exterminio de la traición y la crueldad extranjeras y, por lo tanto, la protección de la vida del personal militar en Rusia.
 Esta es la única manera de cumplir nuestra tarea histórica de liberar al pueblo alemán una vez para siempre del peligro asiático-judío.
 ¡Esta orden no debe ser llevado al frente!


En el mismo documento, se hallaba grapado esta nota posterior, de fecha 28 de abril de 1942. 
Folleto para el tratamiento de los prisioneros de guerra soviéticos
El trato de los prisioneros de guerra hostiles influye en gran medida en nuestra guerra en términos militares, políticos y económicos. Un trato correcto significa un trato justo, una justicia que no excluya las privaciones cuando sean necesarias no sólo es una ley militar, sino también un imperativo de sabiduría.
 La forma en que tratamos a los prisioneros de guerra afecta al frente enemigo y a su interior. La noticia de la buena acogida y el trato de los prisioneros de guerra soviéticos asestará un fuerte golpe a la propaganda enemiga, desgastará el frente enemigo y fortalecerá al pueblo que aún vive bajo el gobierno rojo en su esperanza de la victoria alemana. La preferencia de los desertores en relación con las noticias de un buen trato a los prisioneros de guerra reforzará la opinión del Ejército Rojo de que ser prisionero de guerra es una buena oportunidad para sobrevivir a la guerra.  
 Desde el punto de vista político, nuestro trato a los prisioneros de guerra tiene un impacto especial en la población de los territorios ocupados. No está mal concluir de la manera en que sus prisioneros de guerra son tratados sobre la actitud básica de la vencedora hacia todo el pueblo. La cooperación voluntaria de la población en la explotación y reconstrucción de la tierra no puede faltar. El tratamiento de los prisioneros de guerra debe tener en cuenta este hecho por su efecto atmosférico en la actitud de la población. 
 
Tumbas alemanas, ubicación desconocida.
 El problema de los prisioneros de guerra reviste especial importancia económica. Los prisioneros de guerra como mano de obra constituyen un valor que debe ser plenamente reconocido y explotado por las tropas y su patria. El despliegue acelerado de prisioneros de guerra para llenar los vacíos en la industria armamentística requiere que los prisioneros de guerra se mantengan en condiciones de trabajar, dispuestos a trabajar y sanos. El reclutamiento rápido de trabajadores calificados y prisioneros de guerra con conocimientos técnicos especiales en beneficio de nuestra propia producción es particularmente deseable. 
 Los prisioneros de guerra, que encuentran en su (inteligible) una lectura feliz para sobrevivir a esta guerra en una situación segura, contribuirán significativamente a acelerar la victoria como propagandistas de nuestra lucha y a través de sus logros en la industria armamentista.
 Es por eso que: 
¡Alimentación adecuada y buen trato a todos los prisioneros de guerra desde el momento de su captura!
 ¡Preferencia a todos los desertores! ¡Transporte rápido de todos los prisioneros de guerra hacia atrás!

Soldados soviéticos rindiéndose.
 Bueno, vistos los dos documentos, podemos ver que el primero es una muestra del espíritu que impregnaba en algunos de los oficiales de Estado Mayor en su lucha contra los soviéticos, y las “hordas judeo-asiáticas”, revanchismo y aniquilación de todos los enemigos, incluido aquellos que por su inacción u omisión no denunciaron a sus vecinos… un completo plan de intenciones.
 El segundo es un documento donde las muertes sin sentido de miles de prisioneros soviéticos en el invierno del 41 se ven como una pérdida de mano de obra y por eso, se cambia la visión de los soldados hacia el enemigo, este debe respetarlo por su valor económico… y también para que la población trabaje, pues ya se estaban dando cuenta que iban a necesitar la participación de estos para trabajar la tierra, aunque esto debieron pensarlo antes de convertir a unos posibles aliados, como eran los ucranianos, en unos enemigos acérrimos.
 Ahora la novedad, que lo fue para mí y es que, entre los millones de documentos que atesoro y que poco a poco sacó a la luz, en el primero se intuye que Rundstedt había ordenado la aniquilación de los soviéticos y todos vestigio de los mismos. Cual es mi sorpresa, que investigando para profundizar en este tema, encuentro que el documento no era tan “desconocido”, sino bastante famoso e incluso se le llegó a denominar “Orden Reichenau” por el subordinado del Mariscal, el comandante del 6º AOK, Walther von Reichenau. Éste fue quien lo emitió y firmó, rúbrica que no se halla en mi “original”, pues ésta iba firmada por un teniente primero; así, sería una copia de una copia realizada para repartir entre los mandos de campo. Si queréis saber más sobre la Orden Reichenau, hay multitud de artículos donde se explica lo que supuso, así como las discusiones que posteriormente ha surgido sobre la obediencia absoluta a un mando superior en órdenes que se consideran “moral y legalmente cuestionables”. Un hallazgo para mí y espero que para todos los que hayáis leído estos documentos.
Mariscal de Campo Walter von Reichenau.


“Protocolo de la Wehrmacht frente a los prisioneros del Ejército Soviético Esaú Rodríguez Delgado - Bellumartis Historia Militar

Comentarios

  1. Muy interesante documento, y miles que se perdieron con mucha informacion real que servirian hoy para demostrar que Hitler y su equipo eran personss muy inteligentes, honorables y leales a su pueblo. Lo contrario de los judios, comunistas, sionistas y todos los que forman " los Aliados"

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