INVITACIÓN A MOSCÚ, la traición al pueblo polaco

                                                                                                #ElAnaqueldeEsaú
Hace tiempo que no os muestro uno de los “incunable” de mi colección de libros. Os traigo una edición de las memorias de un político polaco que “disfrutó” de la estancia durante unos meses en un campo de prisioneros ruso, luego de los alemanes, y tras la segunda guerra mundial fue encerrado de nuevo por los soviéticos en el famosos cuartel de Lubianka acusado de “colaborar” con los nazis, siendo juzgado en el llamado “Juicio de los dieciséis” junto con el resto de los miembros del Consejo de Unidad Nacional polaco, una farsa de juicio que desmembró a lo que quedaba de la resistencia polaca al finalizar la contienda. Y si lo llamo “la traición” es porque todo el mundo en ese momento, se quedó conforme y aceptó lo que ocurría, que la URSS había secuestrado, juzgado y condenado irregularmente a Polonia entera.


 Zbigniew Franciszek Stypułkowski, nació el 26 de marzo de 1904 en Varsovia, falleciendo el 30 de marzo de 1979 en Londres. Fue como hemos dicho, un político polaco, además de destacado abogado. 
 Zbigniew Franciszek Stypułkowski
 Durante su juicio en Moscú, 1945
 Su experiencia militar comienza siendo un adolescente, cuando en noviembre de 1918, participó en el desarme de los alemanes en Varsovia. En julio de 1920, ante la invasión de Polonia por el Ejército Rojo, se ofreció como voluntario para el Ejército Polaco y luchó como soldado en un tren blindado, un arma que tuvo mucho uso durante la revolución rusa, y la guerra polaco-soviética que, por cierto, terminó en la Paz de Riga con la victoria polaca.
En 1930, ya ejerciendo como juez y abogado, fue elegido miembro del Parlamento polaco por el Partido Nacional, siendo el miembro más joven de la Cámara de Representantes polaca. Trabajó como diputado hasta 1935 y después ejerció como abogado. En 1937, después de una reunión con el mariscal Edward Rydz-Śmigły en la cámara de la asociación académica Arconia, fue depuesto por las autoridades del partido y suspendido como miembro de la Corte Suprema.
Es una edición ajada y que se deshace, pero su mensaje es conmovedor.
Después de la invasión alemana contra Polonia en septiembre de 1939, se ofreció como voluntario al ejército, pero no participó en las luchas. Su unidad fue capturada por el Ejército Rojo en Voliniatras la embestida soviética del 17 de septiembre de 1939 y deportado al campo de prisioneros de guerra de Talica, donde se alojaban soldados de diversa graduación (entre ellos el general Mieczysław Smorawiński y el contralmirante Xawery Czernicki). Siendo oficial, se hizo pasar por jefe de pelotón, gracias a lo cual evitó ser seleccionado por la NKVD para el campo de Kozielsky el destino de sus compañeros, víctimas de los crímenes de Katyn.
 En noviembre de 1939, junto con otros soldados nacidos en la zona de ocupación alemana, fue entregado por las autoridades soviéticas a los alemanes. Fue enviado al Stalag IV B en Mühlberg, y más tarde al Stalag VII A en Moosburg an der Isar cerca de Munich, liberado del cautiverio en la primavera de 1940.
 Después de regresar a Varsovia por un corto tiempo, fue detenido por la Gestapo, y a cabo de un tiempo se fugó, librándose por poco de las detenciones masivas de políticos polacos (Acción AB), declarándosele ilegal y escondiéndose con documentos falsos a lo largo de la guerra. 
 La Acción AB fue el nombre común para la llamada “Operación Extraordinaria de Pacificación” (Außerordentliche Befriedungsaktion– AB) que los alemanes llevaron a cabo en el territorio del denominado “Gobierno Central” entre mayo y julio de 1940. La Außerordentliche Befriedungsaktionfue un genocidio y una continuación de la lucha contra la llamada "Inteligencia". Como parte de la Operación AB, agentes de las SS y de la policía alemana asesinaron al menos a 6.500 polacos, incluidos unos 3.500 representantes de la élite política e intelectual polaca (líderes de comunidad, profesores, autoridades religiosas) y unos 3.000 delincuentes. El crimen más famoso cometido por los alemanes como parte de la "Operación Extraordinaria de Pacificación" fueron las ejecuciones masivas en Palmiry. 


          Traslado de presos polacos por miembros del RSHA a Palmiry, no volvieron.
          A pesar de las precauciones tomadas (por ejemplo, un divorcio ficticio (separación canónica) con su esposa), y después de la agravación del terror de los ocupantes en 1943, toda su familia (la esposa y su madre) fueron arrestadas y deportadas a campos de concentración en el Reich.
 Desde 1942 es nombrado miembro de la “Comisión del Gobierno Provisional”, y luego de la “Junta de Guerra” del Partido Nacional. En 1943-1944, es nombrado Secretario General del Consejo Político Nacional Provisional. Después de dos años (en marzo de 1944) se integró en el Ejército Nacional, participando en el levantamiento de Varsovia (por sus méritos durante el levantamiento le fue otorgada la Cruz de Oro al Mérito). 
El 28 de marzo de 1945, cuando el fin alemán estaba a las puertas, fue atraído a la localidad de Pruszków junto con otros líderes del estado clandestino polaco, bajo el pretexto de conversaciones sobre la implementación de la Conferencia de Yalta. De allí se les aseguró que se les llevaría a Londres, pero su avión se “desvió” al este, siendo arrestado por la NKVD y deportado al cuartel general Lubianka en Moscú. En la investigación fue el único que se negó formalmente a admitir ningún tipo de "culpabilidad", y según parece eso fue lo que le salvó de salir peor parado.
 A estos luchadores que llevaban años enfrentándose contra los alemanes en su país se les acusaba de:
- Colaboración con la Alemania nazi
- Llevar a cabo recogida de información y sabotaje al avance del Ejército Rojo
- Terrorismo de Estado
- Planear una alianza militar con la Alemania nazi.
- Poseer transmisores de radio, imprentas y armas
- Realizar propaganda contra la Unión Soviética
- Pertenencia a organizaciones clandestinas.
 Juzgado en un juicio falso junto con dieciséis personas en Moscú en junio de 1945, fue condenado a cuatro meses de prisión, regresando en agosto de 1945 a Polonia. Amenazado con ser detenido el 30 de noviembre de 1945, abandonó el país ayudado por oficiales de la 1ª División Blindada del convoy de la UNRRA.
El juicio-espectáculo de los 16 líderes del movimiento clandestino polaco en tiempos de guerra. 
 Algunos de sus compañeros no tuvieron tanta suerte: el Comandante en Jefe de la Armia Krajowa, Leopold Okulicki fue condenado a 10 años de prisión, muriendo en extrañas circunstancias en la víspera de Navidad de 1946; el Viceprimer Ministro de Polonia y  Delegado del Gobierno, Jan Stanisław Jankowski - 8 años de prisión, murió, posiblemente asesinado,  en una prisión soviética el 13 de marzo de 1953, dos semanas antes del final de su condena; el Jefe del Consejo de Unidad Nacional y del partido socialista PPS-WRN - Kazimierz Pużak - 1,5 años, siendo liberado en noviembre de 1945 y devuelto a Polonia. Rechazó emigrar, por lo que fue nuevamente arrestado por la Urząd Bezpieczeństwa (Oficina de Seguridad polaca) en 1947 y sentenciado a 10 años de prisión; falleció el 30 de abril de 1950.  
 Nuestro amigo pasó por Alemania y se fue a Italia, donde se unió al 2º Cuerpo polaco, y junto con los soldados fue evacuado a Gran Bretaña en 1946, uniéndose a su familia (su madre y su esposa sobrevivieron a la guerra, mientras dejó a su hijo en Polonia). Activista del Partido Nacional en el exilio. Entre 1954 a 1966 fue miembro del Comité Ejecutivo de la Unidad Nacional - las autoridades ejecutivas del Consejo de Unidad Nacional - el sustituto de la Parlamento en el exilio. Después de la muerte del Embajador Józef Lipski, quien fuera representante no oficial del Ejecutivo en Washington, en los años 1959-1970 Zbigniew Stypułkowski fue su sucesor.
        Con su obra “Invitación a Moscú”, el autor realiza una descripción de sus experiencias en tiempos de guerra y un análisis muy valioso de los métodos de investigación de la NKVD aplicados a los miembros detenidos de las autoridades polacas (y, en consecuencia, debemos pensar también en otras víctimas de juicios en la URSS y otros países comunistas durante la era estalinista).
 Quede esta pequeña idea de su paso por Lublianka:
“El tercer interrogatorio duró ocho horas. EL cuarto, quinto y sexto se sucedieron a intervalos cortos. Pese a tantas horas de discusión, Tikhonov (su interrogador) pretendía que yo no había dicho anda. Comprendí pronto que estos interrogatorios no tenían la finalidad de probar mi culpabilidad o hacer que surgiera la verdad. Se trataba de un juego, cuyo objeto era hacerme perder la resistencia intelectual y agotarme físicamente. Yo no sabía todavía hasta donde llegarían con esto. Ignoraba aún los medios que iban a emplear. Cuando me convocaron, a las 4 de la madrugada, para el séptimo interrogatorio, me dije para mí mismo que no aguantaría más allá de veinte interrogatorios. Uno no conoce su fuerza: yo tuve que sufrir ciento cuarenta y un interrogatorios."

Miembros del Armia Krajowa durante el Alzamiento de Varsovia
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