EL PLAN NAVAL PATRIÓTICO DE LA COLONIA ESPAÑOLA EN AMÉRICA. 1896

Ya sabéis que en BHM nos gusta sacar a la luz planes e ideas geniales que se malograron y por desgracia no sabemos que hubiera sucedido si se hubiesen ejecutado. Gracias a José Francisco Gil vamos a descubrir un plan de la colonia española en América de ayudar a su madre patria en la guerra contra los separatistas cubanos y filipinos, como contra sus futuros aliados “useños”. Sin más os dejo con la Historia.


En Enero de 1896, visto el estado y las necesidades en que se encontraba la Armada, nació en la Colonia Española de las Ciudades Mexicanas de Mérida y San Luis Potosí lo que se conoció como el  Plan Patriótico, curioso y bastante desconocido, ya que no se debió a la iniciativa del Gobierno sino de la Colonia Española en América.
La idea era la siguiente; Calculando que vivían unos 2 millones de Españoles en toda América, tanto del Norte como del Sur, y donando de media 75 centavos de Peso Mexicano, en 6 años se podrían conseguir 108 millones de Pesos. Descontando gastos de gestión, cambios y demás, eran unos 260 millones de pesetas, cifra muy importante para la época.
Esta cantidad seria gestionada por una Comisión Patriótica en España con objeto de construir una Escuadra para la Armada. La Comisión la integrarían las siguientes personalidades, todos muy reconocidos y Patriotas, como: Don Benito Pérez Galdós, Don José Echegaray, Don Segismundo Moret, Don Emilio Castelar y el marqués de Comillas. Con estos Fondos y muchísimo optimismo se pensaba construir 2 Acorazados y 20 Cruceros nada menos. Los Acorazados llevarían por nombre, América y España. Los 20 Cruceros: África, Andalucía ,Aragón, Asturias, Baleares, Castilla la Nueva, Castilla la Vieja, Canarias, Carolinas, Cataluña , Cuba, Extremadura, Filipinas, Galicia, León, Murcia, Navarra, Puerto Rico, Valencia y Vascongadas.
El Plan Mexicano si pecaba de algo era de buena intención, pero era de tal magnitud que era inviable en la práctica. La rapidez de los acontecimientos que desembocaron en la Guerra del 98 no dio tiempo para más, también cierta desunión y falta de acuerdo entre las Colonias Españolas en América contribuyo a que no cuajara la cosa.
Ya se habían dado varios casos anteriores por esos años de donaciones y regalos por parte de particulares a la Armada. En 1885 el Arzobispo de Manila organizo una colecta para regalar un Cañonero a la Marina, el primer Filipinas. El Barco salió algo ranita y en 1892 se organizó otra, saldría de ella el segundo Filipinas, aun mas rana que su predecesor, vendido a la Marina de Siam. En 1892, la Colonia Española en Méjico había regalado el Cañonero Nueva España. En 1895, los Españoles de Nueva York habían regalado el pequeño cañonero Delgado Parejo y reunían nuevos fondos para un Crucero. En la Habana, en ese mismo año, la Asociación de dependientes de Comercio y la de Comerciantes e Industriales habían regalado a la Marina las lanchas Cañoneras, Dependiente, General Tacón, Santocildes, General Beranger, Relámpago, Dardo, Esperanza, Intrépido y Mensajera. Dos Armadores Cubanos las Guardián y Arazona, y el Condedela, Mortera, la Valiente.
En 1897, las Asociaciones Españolas de Argentina y Uruguay se descolgaron del Plan Mexicano y encargaron un buque a los astilleros Franceses de El Havre, por 3.650.000 Francos, sería el Crucero Río de la Plata.
Medalla de la Asociación Patriótica Española en Argentina
Las de Perú, Chile, Bolivia y el Salvador, no se quisieron quedar atrás, se unieron y encargaron un crucero gemelo, a construir en Cádiz sobre los planos franceses. Se iba a llamar Isabel la Católica. Así estaban las cosas cuando nace la idea de construir el crucero con un nuevo diseño, distinto del Rio de la Plata, obra del Ingeniero Naval Cayo Puga, de los astilleros Noriega y Murguía. A todas estas, que si uno que si otro, paso el tiempo y llego fatalmente Abril del 98, el Crucero jamás se construyó. También en Cuba nació la idea para un tercer ejemplar, en octubre de 1897 se habían reunido ya 222.350 pesos por el Comité Patriótico Cubano Pro aumento de la Marina de Guerra. Los sucesos del 98 dieron al traste con el gemelo Cubano del Río de la Plata. El dinero se recaudaba por medio del llamado  “Impuesto Patriótico”. Consistían en unos Sellos y Timbres voluntarios entre 5 céntimos y un peso que se pegaban en cartas, escrituras, contratos, etc. Entre tanto la Colonia en México había encargado 2 Cruceros a los astilleros gaditanos, los restos del fantástico programa inicial, los Cruceros México y Puerto Rico.
Sello de cinco céntimos del Impuesto Patriótico
El Puerto Rico se empezó a construir pero no llegó a ser botado. Tras el Tratado de París se le cambio el nombre y se le bautizó General Linares. Se pensaba artillarlo con piezas de 140mm, pero las obras iban más que lentas. En 1905 se ordenó parar la construcción y aprovechar sus materiales para el segundo Crucero Reina Regente. Al Crucero México se le cambio el nombre por el de Extremadura, entrando en servicio en Mayo de 1902 (dentro de poco os contaremos la historia de este buque). Así pues, del ambicioso y un tanto quimérico Plan Patriótico de 2 Acorazados y 20 Cruceros, solo llegaron a ver la luz 2 Cruceros más que "medianitos", el Río de la Plata y el Extremadura.

Crucero protegido Extremadura antiguamente denominado Méjico
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“El plan naval patriótico de la colonia española en América. 1896”  José Francisco Gil – Bellumartis Historia Militar

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