Hoy David nos lleva a
las aguas que bañan la isla de Okinawa donde basó parte de su novela La última isla para conocer el
hundimiento de uno de los gigantes del mar, el acorazado Yamato.
La batalla de Okinawa
se enmarca en las fases finales de la Segunda Guerra Mundial. Los combates no
sólo se desarrollaron en tierra, sino que tuvieron lugar encarnizados
enfrentamientos por mar y aire. Entre estos episodios bélicos destaca el
hundimiento del monstruoso acorazado japonés Yamato el 7 de abril de 1945.
El Yamato fue el mayor acorazado jamás construido. Este buque y su
gemelo, el Mushashi, fueron
construidos para lograr la victoria contra la Armada de los Estados Unidos. El buque
disponía de cañones de 460 milímetros y un grosor de 41 centímetros, lo que le
convertía en una verdadera fortaleza flotante. El acorazado podía resistir
fuertes impactos y arrasar fácilmente a otros buques de guerra.
Ilustracion de Alexpl del Yamamoto en 1945. Wikicommons |
Sin embargo, los combates navales en el Pacífico estuvieron
protagonizados por los portaaviones. Llegado 1945 parecía que el Yamato y su
tripulación estaban condenados a permanecer a la expectativa, pero la invasión
estadounidense de Okinawa provocó que el acorazado fuese enviado en misión
suicida.
El Yamato, escoltado por un crucero y varios destructores
avanzaron en dirección a Okinawa. El objetivo era lograr atraer todos los
aviones enemigos posibles, para que de ese modo, los kamikazes pudieran atacar
a la desguarnecida flota estadounidense. Si el acorazado y su escolta lograban
sobrevivir, debían llegar hasta Okinawa.
El 7 de abril de 1945 la flota japonesa fue localizada por un
avión de reconocimiento americano. Puestos en alerta, los aviones de la Task Force 58 despegaron para atacar
su suculenta presa. Cerca de 400 aviones
surcaron los cielos con el objetivo de
hundir el Yamato.
Un bombardero estadounidense comienza su ataque al Yamato (centro izquierda). |
El gigantesco acorazado trató de huir de la aviación
estadounidense y a las 12:30 los aviones se abalanzaron sobre los buques
japoneses. Los destructores trataron de proteger los flancos del Yamato. En su
intento por proteger al buque insignia de la Armada Imperial, el crucero Yahagi y tres destructores
fueron hundidos.
Los estadounidenses
volvieron a la carga con una segunda
oleada. Los ataques de la aviación americana inutilizaron el centro de
control de tiro y los sistemas antiincendios quedaron destruidos. Gravemente
dañado, el Yamato cada vez navegaba a menor velocidad. Un sinfín de torpedos impactaron
contra el acorazado.
A las 14:00 el Yamato
se detuvo y comenzó a escorarse. El almirante Ito se despidió de sus
subordinados y terminó muriendo con su acorazado. Ya a las 14:23 tuvo lugar una
colosal explosión que provocó que el buque se hundiera rápidamente.
Explosión de la "Santa Barbara" del Yamamoto que se llego a ver a 160 kilómetros.
Los tres destructores
que aún quedaban en pie lograron rescatar a unos 300 hombres de la tripulación
del Yamato. Así fue como el orgullo de la Armada Imperial quedó sepultado en el
mar.
ESTAS HISTORIAS DE BHM
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarConsidera que el Yamato no fue usado a diferencia del Musashi y solo era usado para recepcionar a los altos rangos y politicos por lo cual se remodeló los interiores para ostentar lujos.
ResponderEliminarYa era tarde cuando se le puso en uso.
Razon por la cual se le decía Hotel Yamato. De haberse usado al igual que su gemelo otra hubohuh sido la historia escrita.