Cuando escuchamos las palabras apaches o comanches rápidamente nos viene a la mente una película de indios y
vaqueros. La industria cinematográfica Norteamericana convirtió en icono
universal a su famosa caballería abandonando su fuerte en rescate de una familia
de colonos atacados por los nativos. Pero
siglos antes otros soldados realizaban la misma misión en esos territorios
americanos, eran los conocidos como dragones de cuera.
España
desde el siglo XVI debió defender sus posesiones en América del Norte tanto
contra otras potencias europeas como de los ataques de las tribus de “indios barbaros”, denominación española
de los indios que no reconocían la soberanía española. Para ello España construyo
un doble sistema defensivo, el primero basado en fuertes abaluartados contra
los ejércitos europeos que protegieran las fronteras exteriores y otro en el
interior gracias a los conocidos como Presidios junto con las misiones
fortificadas.
Los presidios tenían como misión servir de base a unidades de caballería que protegerían los distintos poblamientos de colonos que se encontraban dispersos por los territorios del norte del Virreinato de Nueva España. Un territorio de cientos de miles de kilómetros cuadrados que se extendía desde la costa norte de pacifico (estado de Washington) hasta el oriente de Texas. Para cumplir esta ardua tarea se conto con unos medios escasos ya que para unos 3000 km en 1780 se dispuso de un máximo de 1495 soldados de presidio mientras que la cantidad más habitual rondo los 600.
“Los presidios españoles en Norteamérica. Los dragones de Cuera.” Francisco García Campa – Bellumartis Blog Historia Militar.
Fuentes:
- “El sistema
presidial en el septentrion novohispano, evolucion y estrategias de poblamiento”
de Luis
Arnal ,Facultad de Arquitectura, UNAM
- “Banderas lejanas” Fernando Martinez Láinez – Carlos Canales Torres
Los presidios tenían como misión servir de base a unidades de caballería que protegerían los distintos poblamientos de colonos que se encontraban dispersos por los territorios del norte del Virreinato de Nueva España. Un territorio de cientos de miles de kilómetros cuadrados que se extendía desde la costa norte de pacifico (estado de Washington) hasta el oriente de Texas. Para cumplir esta ardua tarea se conto con unos medios escasos ya que para unos 3000 km en 1780 se dispuso de un máximo de 1495 soldados de presidio mientras que la cantidad más habitual rondo los 600.
A finales del siglo XVI por orden del
4º Virrey, Enriquez de Almansa, se comenzó la construcción de la red de
presidios. En 1570 se fundaron entre los de Celaya, Jerez, Portezuela, Ojuelas,
San Felipe; en 1573 los de Fresnillo, Charcas, Sombrete, Pénjamo y Jamay; Leon,
Palmillas y Mezcala en 1576. El siguiente siglo se construyeron una serie de
ellos al norte del rio Bravo creándose los de Saltillo, Parras en Coahulia y
comenzando en el siglo XVIII los de Texas y california llegando incluso al actual
Canadá, en la Isla de Nootka.
La red de presidios estaba diseñada con
el objetivo del mutuo apoyo entre los distintos destacamentos además de servir
de apoyo al poblamiento, al dotar de protección a las haciendas y misiones que se
encontrasen cerca. Por otra parte al ser abandonados tras el avance de la
frontera servía de base para la construcción de un asentamiento civil.
Estas fortificaciones se caracterizaban
por su reducido tamaño construidas en adobe o piedra con forma rectangular de alrededor
de 100 metros de lado. Disponían de torres o bastiones para posicionar cañones pero carecían del complejo diseño abaluartado al carecer los
atacantes indios de piezas de artillería. Además de la dotación militar convivían
con ellos sus familiares, sacerdotes pero en todo caso no solían pasar de dos centenares de personas en total. Cada presidio
protegía a una compañía compuesta por un oficial (Capitán o Teniente), un Alférez
, un capellán, sargento, dos cabos y unos cuarenta hombres apoyándose en
algunos casos por un centenar de indios exploradores.
Reconstrucción de un presidio |
Estas unidades denominadas oficialmente
“soldados
de presidios” pasaron a la historia como los Dragones de Cuera. Al ser
una unidad de caballería dotada de armas de fuego se enmarcan dentro de los
dragones al poder combatir tanto a caballo como de pie. Y de Cuera proviene del
elemento más característico de su impedimenta, un abrigo sin mangas hecho de
varias capas de cuero que daba una gran
protección contra la flechas de los nativos.
Tras años de combate contra los indios
el soldado de frontera fue convirtiéndose en una unidad especializada en el
combate contra los nativos usando tácticas y armas distintas a las usadas en
los campos de batalla europeos. En pleno siglo XVIII cuando en España los ejércitos
se habían dotado con armas de fuego ellos seguían utilizando lanza y escudo ya que las armas de fuego era
lentas y precisaban blancos densos. Los indios eran rápidos y se acercaban a
los europeos antes de que recargasen por lo necesitan armas y defensas contra
las flechas y para la lucha cuerpo a cuerpo.
En cuanto a las defensas, destaca la cuera que como ya he explicado estaba
compuesta de incluso 9 capas de cuero, llegando a pesar 10 kilos con los años
se fue recortándose a hasta convertirse en un chaquetón, con el objetivo de
reducir el peso para poder perseguir a los apaches andando a través de las
montañas. Eran de color natural o blanco
con el escudo de España en cada bolsillo. Además disponían de una adarga, escudo
de origen árabe, hecho de cuero con forma de doble circulo traslapado o de una
rodela circular aportándole mayor defensa contra los proyectiles.
En cuanto a las armas se establecía en
el reglamento que debían portar una espada, lanza, escopeta y pistolas pero en
algunos casos extraoficialmente se arman con arcos y flechas por ser más rápidas.
Ilustración del libro "Banderas Lejanas" |
Para completar el equipo el reglamento
de 1772 cada soldado debía disponer de seis caballos, un potro y una mula, es
interesante destacar que cada jinete debía tener una montura preparada en cada momento
para salir al combate. Esta misma norma destacaba la importancia de la
uniformidad, debiendo vestir “una chupa
corta de tripe o paño azul, con una pequeña vuelta y collarín encarnado, calzón
de tripe azul, capa de paño del mismo color… bandolera con el nombre del
presidio…” debemos destacar el sobrero de alas negro característico de esta
unidad frente a otras posteriores como el blanco de las compañías volantes (unidades ligeras preparadas para luchar en
tierra).
Se debe destacar que los soldados eran
voluntarios con un contrato de 10 años prorrogable. Teniendo en cuenta el
sistema de castas vigente el alistamiento era una forma de ascensión social por
lo que era interesante pertenecer al cuerpo. A finales del XVIII la mayor parte
de la tropa eran criollos o europeos, alrededor del 40% eran mestizos, mulatos
o coyotes y el resto indios.
Gracias a la red de presidios, a las incursiones
de castigo en territorio “barbaros” a
veces de miles de kilómetros y sobre todo al esfuerzo de los Dragones
de Cuera durante años los territorios del norte permanecieron en manos
de España.
VERSIÓN EXTENDIDA DE ESTE ARTÍCULO EN LA REVISTA NOVA ET VETERA“Los presidios españoles en Norteamérica. Los dragones de Cuera.” Francisco García Campa – Bellumartis Blog Historia Militar.
- “Banderas lejanas” Fernando Martinez Láinez – Carlos Canales Torres
Un artículo interesantísimo. Desconocía por completo este pedazo de nuestra historia.
ResponderEliminarMe estoy aficionando sin remedio a tu blog.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
EliminarEl nombre del escudo, de inspiración moruna, es adarga, no "adarva".
ResponderEliminarGracias fue un error de mecanografia ya lo cambio.
Eliminareste blog es la onda, me encantan sus publicaciones super chidas!
ResponderEliminargracias por vuestro apoyo
EliminarFantástico. Quiero hacer un cómic sobre dragones de cuera en un futuro. Me guardo este link.
ResponderEliminarCuenta con mi ayuda si te animas
EliminarExcelente artículo !!!!
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog. Felicidades, está muy interesante. Me gustaría hacer una réplica exacta de las lanzas que se usaban en México durante el S.XIX. No sé si tengas información que me ayude en esta labor.
ResponderEliminarTe lo agradeceré muchísimo. Un saludo! Eduardo
Me alegra que te haya gustado, en Youtube tenemos un vídeo con imágenes basado en el artículo.¿Te refieres a lanza de lanceros de línea o a la de los dragones?
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