LA INVASIÓN ÁRABE DE EGIPTO. 639-642

Fortaleza Babilonia, Wikicommons de Gérard Ducher
          Tras la muerte de Mahoma en el 632 d.C. (10 de la hégira en el calendario Musulmán), sus seguidores bajo la dirección de los primeros califas (del árabe خليفة jalifa, “representante”), lograron una increíble expansión en la península arábiga y en los territorios colindantes de Oriente Próximo. El enemigo natural de esta nueva estado teocrático eran los dos imperios vecinos, los persas sasánidas y el Imperio Bizantino cuyos ricos territorios precisaban para asegurar su nueva religión.
         Seria tras la conquista de Jerusalén en el año del señor 638 y tras asegurar las conquistas en la actual Iraq, cuando el Segundo Califa Umar ibn al-Hkattab decidió conquistar Egipto. El reino del Nilo era desde siglos el granero del Mediterráneo gracias a las crecidas de su sagrado rio, por lo que su control era esencial tanto para debilitar a los bizantinos que dependían de este grano para alimentar su capital Constantinopla como para alimentar a las huestes musulmanas. El califa no deseaba que se volvieses a repetir el año de la destrucción (634-635) cuando las malas cosechas debidas a unas duras sequía pusieron en peligro su joven estado...

         La situación social en Egipto favorecía la invasión ya que la población nativa, coptos, deseaba librarse del dominio de los griegos bizantinos y pensaban que los musulmanes serían un mal menor. Y por otro lado incluso la división tradicional entre los seguidores verdes y azules del circo de Alejandría (ya hablaré algún día sobre estos ultras de las carreras). Además la debilidad militar de Bizancio para luchar en dos frentes contra las tropas musulmanas era una oportunidad que Umar no podía perdonar.
         La primera oleada de las tres que destruiría la resistencia bizantina se dirigió contra la puerta tradicional de entrada al Delta, Pelusium (os invito a leer otra batalla en esta ciudad). El emir `Amr b. al-As  al mando de 3.500 veteranos tomó el 12 de diciembre del 639 la ciudad amurallada de Rhinokura (actual al-Arish), mientras que la mejor defendida ciudad de Pelusium resistió hasta enero del siguiente año. Una vez tomada la estratégica ciudad el brazo pelusiano del Nilo quedo abierto a la invasión árabe. La llegada de 12.000 combatientes musulmanes permitió derrotar en julio a las fuerzas bizantinas acuarteladas en los alrededores de Heliópolis.
         Tras esta victoria el emir `Amar dirige su atención contra la magnífica Fortaleza de Babilonia, al sur del Delta (actual barrio copto del Cairo). Su emplazamiento estratégico a caballo entre el Nilo y el Canal de Trajano que pasaba entres sus colosales puertas flanqueadas por dos bastiones circulares y por las defensas naturales: rio, canal y lagunas. Detrás de sus fuertes murallas se refugiaron, Ciro el patriarca de Alejandría, prefecto y dux de la provincia junto al general Jorge, comandante de la plaza. Alrededor de 6.000 soldados, unas 20 tagmas (cada una compuesta teóricamente por 300 efectivos) entre ellos varios de caballería e incluso miembros del arithmos, unidad de elite.
Reconstrucción de la Fortaleza de Babilonia
         Ciro trató de llegar a un acuerdo con los invasores árabes ofreciéndoles una inmensa cantidad de oro para que se retirasen, pese a la oposición de los militares encabezados por Jorge que preferían combatir hasta la muerte. Tras una alarga negociación se llegó a un acuerdo de rendición similar al ofrecido a otras ciudades conquistadas en Palestina, rendición honrosas de los soldados y los civiles cristianos deberían pagar la jizya, impuesto anual de protección. Pero debía ser aprobado por el Emperador Heraclio el cual en noviembre cuando le llegó la propuesta destituyo a Ciro de su puesto y se negó a toda negociación.
         El asedio continuo hasta el 6 de abril del 641 cuando tras rellenar parte del foso las tropas bajo el mando de al-Zubayr bin al-A´Awwam tomaron un lienzo de la muralla. Las tropas árabes no podían descender debido a que las escaleras estaban en las majestuosas torres pero a la vez los defensores sabían que su situación era insostenible. Por lo que Jorge decidió negociar una rendición honrosa tras siete meses de asedio, pagaron un rescate pero se les permitió salir armados. Muy pronto caería Heliópolis por lo que todo el frente oriental estaba en manos árabes.
         Ahora el objetivo de las huestes musulmanas es Alejandría, nada más tomar babilona ´Amar envió sus tropas por el brazo canópico a gran velocidad antes de que llegase la crecida. El único punto de resistencia bizantino era Nikiù pero la población había sido abandonada a su suerte por  su prefecto Dometianos. Por lo que el 13 de mayo según Juan de Nikiù violando el mandamiento del hadiz que obligaba a respetar a los creyentes del libro, los árabes provocaron una gran masacre entre los civiles indefensos.
Soldados bizantinos SºVII, Angus Mcbride para Osprey
         Durante el avance a Alejandría las tropas bizantinas atacaron repetidas veces al ejército musulmán evitando una lucha campal, la idea era debilitar y ralentizar el avance. Tras varios días de ataques y retiradas las tropas del prefecto Teodoro se retiran tras las murallas de la ciudad para comenzar la última batalla. A finales de junio los árabes comienzan el asedio creando varios campamentos alrededor de la ciudad ya que un ataque directo era imposible debido a las magnifica defensas de Alejandría.
         Seria gracias a unos acontecimientos ocurridos en la corte imperial bizantina la que marcaría el destino de la ciudad. La muerte del emperador Heraclio (+ 11 de febrero de 641) y en pocos meses la de su hijo llevó al poder a Heraclio II, hijo de Martina la segunda esposa del emperador difunto. El nuevo mandatario estaba dispuesto a librarse de Egipto por lo que renovó en su cargo a Ciro como prefecto de Alejandría el cual comenzó una negociación con los invasores árabes. El 8 de noviembre del 641 la ciudad capituló, los soldados debían evacuar la ciudad antes de septiembre del próximo año. Mientras los civiles tanto coptos como bizantinos podrían quedarse en sus casas a cambio de pagar la jizya de dos solidos anuales.
Tras la muerte del emperador y de su madre, el nuevo emperador Constante II rechazó el ominoso tratado y logró recuperar Alejandría en el 645. La reconquista cristiana duró poco ya que un contraataque árabe logró recuperar la ciudad para el Islam.   
Mapa de la conquista, Wikicommons de Mohammad Adil 
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Fuentes y créditos fotográficos:
-         - Desperta Ferro nº24 , “El nacimiento del Islam
-         - Fort Babylon en Touregypt.net
-         - Fuerte Babilonia en Observatorio del Nautilus
-         - Wikicoommons

La invasión Árabe de Egipto” Francisco García Campa – Bellumartis Historia Militar




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