Los
helvetii, nombre original de los
suizos, combatieron por la libertad de sus cantones unidos en la Confederación
Suiza. Como ya vimos en el artículo sobre la
Historia de la Bandera Suiza su nombre proviene del
cantón de Schweiz y la
unión conocida como la “Liga Eterna”
entre los cantones forestales, Waldstätle en 1291.
Estos cantones situados a las orillas del lago
Lucerna, son el Uri, Schwyz y en Unterwalden que en su larga lucha por
mantener su independencia serían los responsables de gran parte de los cambios
en el Arte de la Guerra en los siglos XIV y XV. A lo largo de estos siglos se
les fueron uniendo otros cantones, contrarios a las políticas anexionistas de
los Habsburgo, hasta llegar a comienzos del Siglo XVI a reunir a 13 miembros.
En su desigual lucha contra el Sacro Imperio Germánico demostrarían que el soldado de a pie podía vencer a la caballería
pesada nobiliaria gracias al empleo primero de la alabarda y luego de la pica. Pero no se puede obviar la vital importancia de la introducción del
Servicio Militar Obligatorio de los ciudadanos, no unos ejércitos de levas o de
siervos, y una novedosa organización que vamos a conocer.
Los representantes de los tres cantones centrales suizos llevan a cabo el juramento de Rütli. Óleo por Johann Heinrich Füssli. 1779. |
RECLUTAMIENTO
Uno
de los secretos de su éxito, fue la capacidad de movilizar de forma rápida a
mediados del Siglo XIV, ya que no hablamos de ejércitos permanentes en esta
época, cerca de 54.000 hombres respondían a la llamada a armas.
Cada
ciudadano-soldado tenía que comprar sus armas y defensas pero las autoridades
cantonales se hacían responsable de su reparación en caso de que fueran dañadas
en combate o en entrenamientos. Además tenían que aportar a título personal sus
alimentos para entre cuatro o seis días. Tenemos que recordar que en algunos
casos los gremios profesionales y concejos municipales tenían sus propios
huestes, de las que eran los encargados de mantener y alimentar.
La
población masculina de cada cantón se dividía en tres grupos, usando como
criterio la edad y no su experiencia militar o nivel económico. El primer grupo
era el Auszug, que era la unidad de choque, formada por hombres entre
los 18 y los 30; después venían las tropas de reserva, Lanwehr que podía salir
fuera de su región en caso de necesidad. Y por ultimo el Landsturm, una
milicia de ultima defensa, que estaría formada por todos los
hombres útiles que no fuesen reclutados en las dos anteriores.
En
cada pueblo se hacía una selección entre los hombres por edades y se cumplía
con el número de reclutas, armas y oficiales que debía aportar al ejército
cantonal. Los gremios seleccionaban entre los candidatos aquellos que formarían
parte del Auszug que saldría para
unirse con el resto del Ejército.
EJÉRCITO CANTONAL
Una
vez que los soldados son reclutados, se unirían bajo el Estandarte de su cantón, en el punto de encuentro preestablecido
para iniciar la campaña. El oficial al mando era el oberster Feldhauptmann,
que era apoyado por un estado mayor formado por: un escribano, un cirujano un
cocinero y un verdugo, sin olvidar a un oficial que tenía como función
principal mantener la disciplina (una
especie de policía militar). El siguiente rango en la
jerarquía del Estandarte, que era el nombre de la unidad táctica básica,
estaría el portaestandarte, venner. Para
defender la bandera este hombre tenía bajo su mando una guardia conocida como bannerwache,
que como ejemplo podemos ver el de Zurich que estaba formado por 26 hombres.
Al
son de los pífanos, tambores y gaitas de cada Estandarte se pasaba revista a
los hombres que juraban lealtad a la bandera y se leían los artículos del
juramento militar. Gran parte de la normativa de la guerra en el territorio
helvético viene recogido en el Pacto de Sempach de 1303 que establecía las
relaciones entre los cantones, rangos, disciplina y castigos.
Batalla de Laupen. Se pueden apreciar los estandartes cantonales y el confederal |
El
comandante en jefe solía ser el oficial del cantón que reunió al resto. Pero la
elección del resto de los oficiales era el Concejo de Veteranos de la
Comunidad, de hecho el elemento democrático de este ejército incluso en la toma
de decisiones del Consejo de Guerra para evitar la aparición de grandes
generales que por su fama eclipsaran al resto.
Junto
al Estandarte Cantonal se desplegaban las banderitas, fähnlein, de los gremios
y comunidades locales que se unen en apoyo del ejército principal. Existian una
unidad menor, base para la creación de las demás, que sería el rotte,
una sección, formada por 10 hombres.
EJÉRCITO CONFEDERAL HELVÉTICO
En
el caso de que se hubiese movilizado el Ejército Confederal los Estandartes
Cantonales se agrupaban en torno a la
cruz suiza. En este ejército existía una unidad, schützenfahnlein, formada exclusivamente
por escopeteros y ballesteros.
Cumplidos
todos estos ritos y juramentos, el Ejército formaba en tres grandes agrupaciones:
Vorhut, la vanguardia; Gewalthut, centro y la Nachhut,
retaguardia. Un oficial “confederal” era el encargado de situar las tropas de
cada cantón en esta formación, a la vez un mando del cantón se encargaría de
pasar revista y disponer a las tropas en su posición respecto al estandarte
cantonal.
TÁCTICAS
En
las fases iniciales de los ejércitos suizos se caracterizaba por un
inteligente uso del territorio en los combates a la defensiva. Una de las más
habituales era el bloqueo de los valles mientras otros contingentes atacaban
por los flancos o la retaguardia descendiendo de las montañas. Un ejemplo de
estas tácticas sería la batalla de Morgaten en 1315 contra las tropas de los
Habsburgo.
En estas primeras épocas empleaban un
arma novedosa, la
alabarda, que unía el potencial de un hacha en ataque con la capacidad
defensiva de una pica, como nos contó magníficamente Juan
Molina en su artículo “La
alabarda un breve historia de un arma con mucha Historia”.
Tras
la derrota en 1422 en Arbedo contra tropas milanesas, los suizos comenzaron a
sustituir sus afamadas alabardas por las
picas que les darían aún más fama. El éxito no vendría por el empleo de un
arma, muy similar a la sarissa
griega, sino por la recuperación también de la forma de usarla en falange
macedónica, eso sí con el empleo de armas
de fuego y ballestas
como apoyo. Las primeras cuatro filas nivelaban sus armas y creaban “un muro de
picas”, mientras el resto esperaba su turno con sus armas en vertical.
Piqueros suizos, década de 1530. Ángel García Pinto. |
Pero
pese a la creencia popular las formaciones de piqueros no eran solo una
estructura defensiva, y la pica era empleada en avanzadilla, es decir al
ataque. Cogida a la altura del pecho con el brazo derecho atras y el izquierdo
adelante, como si fueran caballeros con su lanza al ristre, avanzaban en
formación hacia el enemigo.
Para
saber más sobre los piqueros suizos y el empleo de la
pica os invito a escuchar el programa de Bellumartis Podcast “Lansquenetes
y piqueros suizos” de la serie “Hombres
y Armas de la batalla de Pavía”.
ESTAS HISTORIAS DE BHM
OS PUEDEN INTERESAR:
Andrea Modesti - Alabardero suizo, 1530. |
“Los
ejércitos helvéticos en la Edad Media”
Francisco
García Campa – Bellumartis Historia Militar
Comentarios
Publicar un comentario