A
pesar de las predicciones del presidente Roosevelt, William Donovan, a la
cabeza de la inteligencia
civil, evitó ser engullido por las fuerzas armadas de los Estados Unidos
mientras dirigía la inteligencia civil.
En
el ejército estadounidense existían reticencias hacia la inteligencia civil,
pues los militares creían que invadían sus competencias. No obstante, el
talento de Donovan terminó siendo reconocido, dado que en el ejército había
quienes sostenían que podía existir una organización
de inteligencia que cooperase con los movimientos de resistencia con mayor
efectividad que las propias fuerzas armadas.
Así pues, la OSS (Oficina de Servicios Estratégicos), terminó bajo la autoridad del Estado Mayor Conjunto cuando en junio de 1942, William Donovan recibió una misiva del presidente Roosevelt. Si bien es cierto que muchos de los miembros de la OSS mantuvieron su condición de personal civil, muchos terminaron por adquirir la condición de militares, tomando parte en diversos combates. En este sentido, fueron muchos los que lucharon contra los japoneses junto a las guerrillas chinas, mientras que otros, careciendo de documentación militar, asumían un gran riesgo, puesto que podían sufrir torturas y ser condenados a muerte.
William Donovan al frente de la Oficina de Servicios Estratégicos |
En
cuanto a su entrenamiento, los agentes estadounidenses de la OSS guardaban una
gran similitud con sus homólogos británicos. Formados en el Campamento X,
ubicado en el lago Ontario, los norteamericanos aprendieron importantes
lecciones de sus aliados británicos.
Más
tarde surgirían nuevos enclaves para la formación de los agentes de la OSS,
tales como las inmediaciones de la ciudad de Washington D.C. o el Club de Campo
del Congreso en Bethesda. De hecho, cabe mencionar a un célebre instructor en
combate cuerpo a cuerpo. Estamos hablando de los británicos William Fairbairn y
Eric Sykes, dos ex policías bregados en un sinfín de peleas con las tríadas chinas.
Gracias a este tipo
de entrenamiento, los hombres de la OSS terminaban dominando con maestría
el uso del cuchillo. Es más, también eran instruidos en el uso de armas cortas,
aprendiendo a disparar con precisión con tan solo una mano.
Ahora
bien, el personal reclutado por la OSS poseía una importante formación
académica, pues muchos de ellos procedían del ámbito universitario. Entre sus
miembros se encontraba personal dedicado la investigación y el análisis,
mientras que el espionaje corría a cargo de la llamada Inteligencia Secreta.
Estos hombres del espionaje de la OSS eran ciudadanos de países ocupados por
los alemanes que, entre otras cosas, suministraron una valiosa información a
hombres como Allen Dulles, un importante jefe de espías que, a la postre, acabó
encabezando la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Los
agentes de la OSS, al
igual que los espías de la SOE (Special
Executive Operations), disponían de un interesante y peculiar arsenal.
Tomemos como ejemplo la bomba de mano BEANO, con una forma muy similar a la de
una pelota de béisbol. En su lucha contra el Imperio de Japón, contaban con un
desbrozador de selvas o “amigo del leñador”, ideal para abrirse camino en
territorios con una frondosa vegetación. De hecho, en la OSS no se buscaba luchar
según las reglas, pues todo valía en su particular lucha.
Otras
ideas más estrafalarias surgieron, como equipara a los murciélagos con pequeñas
bombas o inyectar hormonas femeninas en las verduras con las que se alimentaba
el Fürher. Sin embargo, la pistola High Standard, dotada de un silenciador,
resultó un arma muy útil para el personal de las OSS, así como las pequeñas
brújulas que estos hombres podían ocultar en los botones de un uniforme.
Los
miembros de las OSS realizaron misiones mermando la moral enemiga,
desestabilizando a la población civil en territorios ocupados por las potencias
del Eje e incitando a la rebelión. Estamos pues ante lo que se conocía como
propaganda negra, que consistía en información falsa destinada a erosionar la
moral del enemigo.
DESTACAMENTOS PARA LA MORAL, operación cornflakes
Especial
atención merece la Operación Cornflakes,
perpetrada por la OSS, en la que sobre territorio alemán llovieron periódicos
contrarios al régimen nazi un gran experto en manejar "la verdad" como arma de guerra. El nombre proviene del horario de entrega del
correo alemán que coincide con la hora del desayuno, y qué mejor nombre que el
de los míticos cereales. De hecho, estos periódicos daban la impresión de haber
sido hechos en Alemania e incluían sellos con un rostro cadavérico de Hitler
con un texto al pie que rezaba: “Reich arruinado”.
El
objetivo era atacar moral de las tropas y civiles alemanes para que no
continuasen una lucha que iban a perder y convencer a la población en general
de la existencia bien organizada de grupos de resistencia anti-nazi.
Breve resumen de la Operación Cornflakes |
La
idea era utilizar el propio servicio
postal alemán. Elaborarían material falso idéntico al utilizado por las
autoridades postales germanas, lo lanzarían sobre trenes alemanes previamente bombardeados,
y dejarían que los propios alemanes en su afán de “minimizar” el impacto de las
operaciones aliadas en su puntual y perfecto sistema postal, recogiese ese
material y lo repartiesen ellos mismo.
Bajo la cobertura del Destacamento de Operaciones para la Moral Nº 6 de la OSS, integrado por el Teniente Marcel Robich y los Sargentos Alfio D’urso y Nick Los, todos ellos del Ejército de los Estados Unidos, además de dos trabajadores civiles y ocho soldados italianos para labores de seguridad, empezaron los trabajos para poner en marcha la Operación en la “Imprenta Staderini” en Roma. Donde se prepararon sobres con más de dos millones de nombres y direcciones de personas alemanas, y remitentes tales como firmas bancarias, de negocios o de seguros, a un ritmo de unos 15.000 sobres por semana. Mientras tanto en Inglaterra y en Suiza, otros dos grupos, se dedicaban a la impresión de periódicos de propaganda, cartas y sellos falsificados.
Preparando el "paquete postal" en una de las bombas inertes |
En
el periodo entre el 4 de febrero de 1945 y el 15 de abril de 1945, los aviones Lockheed
P-38 “Lightning” pertenecientes al 14º Grupo de Combate de la 15ª Fuerza
Aérea, llevaron a cabo 20 salidas con 320 sacas de correo “alemanas”, con unas
300 cartas y periódicos con noticias desmoralizantes, normalmente auténticas
que eran censuradas por la prensa alemana. El primer vuelo fue, el 5 de febrero
de 1945 los aviones del 14º Escuadrón bombardearon un tren que se dirigía a la
ciudad austriaca de Linz, deteniendo el convoy. Minutos después una segunda
escuadrilla de aviones lanzaba ocho sacas de correos cada una de ellas con 800
cartas preparadas por el Destacamento Nº 6. Otros objetivos fueron los trenes en
los alrededores de Amstetten, Ybbs, Viena, Pilsen, Regensburg, Gmund, St.
Poelten, Munich, ó Ried. los envión iban ena bombas especiales que tras soltar la saca postal caerían lejos del objetivo como bombas inertes, para no ser localizadas por las patrullas que acudiesen al punto del ataque.
El
fracaso del plan se debió a un error ortográfico que fue detectado en el
bombardeo a un tren en Poelten. Un funcionario postal descubrió algo extraño en uno de los paquetes, el remitente de uno de esos sobres figura
como “Wiener Giro und Cassenverein”. La palabra correcta en alemán sería
“Kassenverein” (Nota
BHM por cierto os contamos hace tiempo otro error de los estadounidenses con el
alemán que aparece en un mítico discurso de Kennedy). Los miembros del
servicio de correos alertan a las autoridades y descubren el envío de material
subversivo dentro del sobre. A partir de
entonces se revisaran todos los paquetes que se recuperaron de bombardeos a trenes,
evitando que llegaran los falsos envíos a sus destinatarios.
El conocido como "Sobre Cassenverein". El error se puede observar a la izquierda del mismo |
Uno de los ejemplares de "La Nueva Alemania" lanzados durante la Operación Cornflakes |
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