Los
italianos, enzarzados en una dura lucha con los británicos en el norte de
África, sabían que, para poder lograr la victoria, el dominio del Mediterráneo
era imprescindible. Por ello, planearon una audaz operación para infligir
importantes daños a la Royal
Navy en el
puerto de Alejandría.
Para
tal propósito se escogió a la
10ª Flotilla MAS, dirigida por el comandante Julio Valerio Borghese. En
esta misión utilizarían un arma singular: los torpedos humanos. Si bien no se
trataba de un ataque suicida al estilo japonés, la incursión entrañaba elevadísimos
riesgos para los seis italianos que debían participar en la operación.
Estos
torpedos humanos ofrecían capacidad
para transportar a dos personas: uno de ellos sería el piloto y el otro el
operador. Conocidos como Maiale (carne de cerdo en italiano),
disponían de un sigiloso motor eléctrico y de una autonomía de 32 kilómetros.
Podían sumergirse hasta 30 metros bajo el agua y contaban con 7 metros de
eslora. En su interior, los tripulantes, equipados con trajes de buzos, tenían
oxígeno para poder respirar durante 6 horas. Ahora bien, para poder aproximarse
a su objetivo, necesitaban ser transportados por una embarcación nodriza.Miembros de la XMAS introduciendo un torpedo maiale en un submarino
Pues
bien, 6 valerosos buzos
italianos recibieron órdenes de atacar los buques británicos anclados en el
puerto de Alejandría. El teniente Luigi Duand de la Penne y el cabo Emilio
Bianchi debían encargarse de mandar a pique el HMS Vailant. La pareja de ataque
formada por el capitán Antonio Marceglia y el buzo Sparaco Schergat debía dar
cuenta del Queen Elizabeth y, por último, el capitán Vincenzo Marcelotta y el
cabo Mario Marino debían hundir un portaaviones.
Finalmente,
el 14 de diciembre de 1941, los italianos partieron de la isla de Leros, con el
submarino Scire haciendo de nave nodriza. Con la misión pospuesta un día a
causa de un mar revuelto y una meteorología adversa, por fin, la noche del 18
de diciembre comenzó la incursión.El submarino Scire en enero de 1938
EL RAID AL PUERTO DE ALEJANDRÍA
Los buzos italianos abandonaron el Scire a unas dos millas del faro de Ras-el-Tin. Así, los buzos italianos se aproximaron a la entrada del puerto, pero las redes antisubmarinas les impedían la entrada. Solo cuando a las 23:30 llegaron tres destructores británicos y un buque mercante les permitieron infiltrarse en el puerto. Siguiendo a las embarcaciones británicas se adentraron en el puerto sin ser detectados y, posteriormente, se separaron en busca de sus respectivos objetivos.
De
la Penne y Bianchi se sumergieron, aproximándose hasta el Vailant. Cuando
llegaron al casco del buque, De la Penne se percató de que le faltaba su
compañero. Para mayor infortunio, un cable de acero se enredó en la hélice del
torpedo. A pesar de ello, De la Penne se las arregló para colocar el torpedo
junto al casco de buque británico Vailant. Pero al salir a la superficie, tanto
De la Penne como su compañero Bianchi fueron capturados por los británicos.
Así, sus captores ingleses los subieron al bordo del Vailant, bajo el cual
aguardaba un torpedo dispuesto para explosionar.
Más
suerte tuvieron Marceglia y Schergat, quienes colocaron el torpedo exitosamente
bajo el casco del Queen Elizabeth. Después, abandonaron el torpedo y se despojaron
de sus equipos de buceo para llegar a tierra, escaparse del puerto y
desaparecer en Alejandría.
Pero
el portaaviones que debían atacar Martelotta y Marino no se encontraba anclado
en el puerto de Alejandría. En su lugar, los dos italianos se decantaron por
atacar el petrolero Sagona. Una vez colocado el torpedo, emergieron y
consiguieron llegar a la ciudad, donde fueron hechos prisioneros.
Las
agujas del reloj avanzaban inexorablemente hacia las 6 de la mañana. Faltaban
poco tiempo para la detonación y De la Penne informó al comandante del Vailant
de que ya era tarde para salvar el barco, pero que aún estaba a tiempo de
salvar a la tripulación. A pesar de ello, el comandante del Vailant insistía en
hacer hablar a De la Penne. El italiano se encontraba encerrado en un barco,
sobre el torpedo que él mismo acababa de colocar. Se produjo una gran explosión
en el Vailant, después le siguió el petrolero Sagona, que terminó siendo
engullido por las aguas. El último barco en estallar fue el Queen Elizabeth,
mientras que el destructor Jervis también resultó dañado.
A
pesar de hallarse en el Vailant cuando el torpedo explotó, tanto De la Penne
como Bianchi lograron sobrevivir. Por su parte, Marceglia y Schergat terminaron
siendo detenidos en territorio egipcio.
El
éxito de los buzos italianos en el ataque al puerto de Alejandría había causado
importantes pérdidas y contratiempos para la Royal
Navy en el Mediterráneo.
Es curioso que, tras el Armisticio con Italia en 1943, el audaz De la Penne, se uniese a los aliados. Es más, en 1945 De la Penne recibió la Medalla de Oro al Valor Militar de manos del Vicealmirante Charles Morgan, el antiguo comandante del Vailant.
Los HMS Vailant y Queen Elisabeth hundidos en las aguas del puerto |
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RAIDS DE LA DÉCIMA FLOTILLA MAS”. Libro
“El
ataque de la XMAS al puerto de Alejandria”
David
López Cabia – Bellumartis Historia Militar
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