Italia fue una pionera de las unidades
especiales de ataque naval, conocidas como Mediosde Ataque, que iban desde minisubmarinos a lanchas rápidas. En esa
capacidad de los italianos de improvisar una respuesta eficaz y barata ante la
superioridad de medios de los enemigos es donde aparecen nuestros hombres
gamma, submarinistas de ataque.
La idea surgió en la Primera Guerra
Mundial cuando el capitán Ángelo Belloni,
inspirado en los buzos de 20.000 Leguas
de Viajes Submarinos creía posible un ataque con cargas explosivas llevadas
por estos. Pero en esa época la capacidad técnica era limitada, ya que el buzo
tenía que respirar a través un largo tubo, algo imposible en los raids a puertos enemigos..
Ante la futura Invasión de Etiopia la Regia Marina sabía que tenía que mejorar
de cualquier modo posible su desfavorable balance frente a la Roya Navy. Belloni tenía ahora el total
apoyo del Estado Mayor para probar su idea. La idea era que buzos con grandes
lastres que le permitían caminar en el agua, saliesen de un submarino y se
acercasen al objetivo. El problema es que para esta misión se empleaban los respiradores
de emergencia Davis, con poca autonomía ya que estaban diseñados para
evacuación en caso de hundimientos. Se encargó a la marca Pirelli el desarrollo de un equipo autónomo de respiración sin
burbujas con una gran autonomía.
Buzo de Belloni
con barril explosivo
Tras estos primeros experimentos en
1938 la cada vez más caliente situación internacional llevo al desarrollo de
una escuela de buceadores, Scuola di
Sommozzatori en la Academia Naval de Livorno. Realmente este centro de
entrenamiento dependía del Núcleo de Medios de Asalto de la X Flotilla Mas.
Entre los instructores estaba de nuevo Belloni, que había diseñado un traje de
goma empleado por los buzos en sus caminatas por el fondo marino cargando con
un barril explosivo de 50 kilos. La idea era poner la carga y escapar
alcanzando la costa, no volviendo al sumergible. Pese a la teoría de que podían
andar bajo el agua unos 20 kilómetros la realidad es que era casi imposible
llegar a los 4 tanto por cansancio como por envenenamiento por dióxido de
carbono como oxígeno.
Pero sería el teniente de navio Eugenio Wolk el que convertiría a estos buzos en
verdaderos hombres rana. Su idea era aligerar el equipo y que en vez de andar
nadasen, para lo que diseño unas aletas y un traje muy ligero. Las pruebas de su idea superaron
con creces los resultados de los buzos de Belloni por lo que se decidió que
sería el nado la forma de ataque de los saboteadores submarinos italianos.
Teniente de navio Eugenio Wolk
Estos buceadores se conocieron como Uomini
Gamma, los Hombres Gamma, que gracias a una pequeña bomba lapa, bauletto, que colocaban en la aleta de
rolido o cualquier saliente con unos sargentos, especie de pinza mordaza,
podían hundir o dañar grandes navíos. La bomba tenía una hélice que detonaba la
carga explosiva cuando se superase los cinco nudos es decir cuando saliesen del
puerto con el doble propósito de causar más daño (dificultando el reflote) y
simular un ataque de torpedos.
El
principal secreto de esta unidad era su autorespirador
ARO de Pirelli con una autonomía de tres horas en el modelo 49/bis. También
esta empresa, conocida en la actualidad por sus neumáticos, fue la fabricante
de los trajes, aletas y máscaras basados en los modelos casero fabricado por Wolk.
Los primeros modelos no eran totalmente estancos por lo que los hombres gamma
llevaban ropa interior de lana para conservar el calor corporal.
Pero
faltaba un elemento esencial para orientarse en las oscuras aguas, ya que salir
a la superficie no era factible. Una fábrica de relojes de Florencia llamada Orologeria Panerai había diseñado en
1915 unas miras para cañones que eran autoiluminantes. La Regia Marina mando la
fabricación de relojes, profundimetros y brújulas que además de ser sumergibles
fuesen visibles en la oscuridad. El primer prototipo de orologi Radiomir usando una mezcla de sulfuro de zinc con bromuro
de radio en las flechas, números y letras de sus aparatos. Panerai diseño una
linterna y un cuchillo, aunque disponían de otro modelo: el Galeazzi con una pequeña llave inglesa
en el mango (fotos de los dos tipos al final).
Hombres Gamma entrenando como superar barreras antisubmarinas
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