Transcripción de un artículo que las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos publicó en 1946 para informar a sus tropas de qué es la guerra biológica, y cómo se combate, preparándoles para un posible futuro donde se hiciese uso de este arma.
Desde que los hombres comenzaron a luchar en grupos, los ejércitos en el terreno han tenido que enfrentarse a dos enemigos: las tropas del ejército contrario y las enfermedades epidémicas. Este último ha demostrado ser a menudo el más mortal de los dos. De hecho, sólo en la Segunda Guerra Mundial los ejércitos pudieron contar con menos hombres enfermos que heridos por la acción enemiga, lo cual es un hecho que se debe en gran medida a la medicina militar moderna.
Pero con los avances de la ciencia médica durante las últimas generaciones, y el descubrimiento de las causas y fuentes de ciertas enfermedades epidémicas, los líderes de las naciones en guerra han tenido que enfrentarse a la amenaza de una nueva arma. Tal arma es una enfermedad deliberadamente producida por una nación y propagada entre los pueblos y las tropas de sus enemigos. Por su naturaleza, esta amenaza ha sido llamada "guerra biológica".
Se han formulado acusaciones, aunque no totalmente fundamentadas, de que tanto Alemania como el Japón habían hecho un uso experimental de la guerra biológica durante la Segunda Guerra Mundial. En algunos casos, en publicaciones comerciales han aparecido informes extraoficiales de tales incidentes, y con bastante frecuencia estos informes han sido distorsionados o exagerados.
"La Peste Negra -el terror de la Edad Media- ha vuelto. Y puede que arruine toda la tierra como una vez casi arruinó a Europa". Así, fueron las primeras líneas de una historia que apareció recientemente en una de las revistas sensacionalistas publicadas para el disfrute del elemento más crédulo de nuestra sociedad. Esta actitud distorsionada es desafortunada, y una imagen más clara de los conceptos fundamentales de la guerra biológica es el privilegio de todo el personal del Ejército de los Estados Unidos.
Durante la reciente guerra, los enemigos de las potencias aliadas llegaron a la conclusión de que la guerra biológica podía convertirse en un arma eficaz y práctica. Muchas autoridades científicas prominentes coinciden en la creencia de que la "GUERRA BIOLÓGICA", como se la llama, es potencialmente un arma de guerra efectiva, y debe ser considerada como una amenaza real. Sin embargo, hay que recordar, como con cualquier arma nueva, que se necesita una gran cantidad de investigación y desarrollo. Algunas de estas investigaciones fueron llevadas a cabo tanto por Alemania como por Japón, pero esos países no lograron un progreso suficiente para utilizar con éxito la "GUERRA BIOLÓGICA" en la Segunda Guerra Mundial.
¿QUÉ ES LA GUERRA BIOLÓGICA?
Naturalmente, los gobiernos de Alemania y Japón tomaron medidas para mantener cualquier referencia a sus esfuerzos altamente clasificados. Por lo tanto, no es inusual que muchas personas nunca hayan oído hablar de la guerra biológica, y mucho menos que la entiendan. En resumen, la guerra biológica es el empleo de agentes vivos -popularmente llamados "gérmenes"- o de sus productos tóxicos, para producir enfermedades o la muerte del hombre, los animales o las plantas. Estos llamados agentes vivos son los organismos vivos microscópicos y submicroscópicos presentes a nuestro alrededor en todo momento. Algunos de estos diminutos pedacitos de vida, que no pueden ser vistos a simple vista, son capaces de causar enfermedades. Cada organismo causa una enfermedad específica; algunos atacan al hombre, a algunos animales y a otras plantas. Un organismo que causa tal enfermedad se llama patógeno. Son estos organismos patógenos los que se denominan "agentes vivos".
Debido al gran número de organismos patógenos que existen, es necesario clasificarlos en varios grupos como bacterias, rickettsia, virus y hongos. Cualquiera de estos tipos de organismos puede ser utilizado en la guerra biológica. Algunos de estos organismos emiten materiales de desecho cuando crecen en ciertos tipos de alimentos. Estos materiales de desecho pueden ser venenosos para el hombre o los animales, y por esa razón se denominan productos tóxicos. Un ejemplo específico de tal veneno es la toxina emitida por una bacteria llamada Clostridium botulinum. De todas las toxinas formadas por las bacterias en los alimentos, ésta es la más poderosa. Sólo se necesita una cantidad muy pequeña de esta toxina para matar a un hombre. Estos tipos de intoxicación alimentaria a menudo se denominan erróneamente "intoxicación por tomaína". Es este tipo de organismo el que puede ser utilizado en la guerra biológica, y por lo tanto es conocido como un agente de "GUERRA BIOLÓGICA".
A menudo, los términos "biológico" y "bacteriológico" se utilizan como sinónimos. En realidad, no significan lo mismo. Estrictamente hablando, "bacteriológico" se refiere sólo a las bacterias, mientras que el término "biológico" tiene un alcance mucho más amplio e incluye bacterias, rickettsia, virus, hongos y productos tóxicos. Por lo tanto, "biológico" es el término que debe utilizarse para referirse a este método de guerra.
En general, los agentes de la GUERRA BIOLÓGICA actúan sólo sobre la materia viva, y en este sentido son diferentes a los grandes explosivos e incendiarios. Son infecciosas (causan enfermedades) o tóxicas (venenosas) en acción. El método de acción diferiría con varios agentes y, en cierto modo, con la forma en que se utilizaban. En todos los casos, sin embargo, la capacidad del agente para infectar o envenenar y la resistencia del hombre o del animal son factores primarios.
La infección puede ser introducida a través de los pulmones (por la respiración), a través de heridas en la piel causadas por balas, fragmentos de proyectiles, etc., o a través del tracto intestinal cuando se come o se bebe. La información obtenida de las fuentes del Eje indican que nuestros enemigos recientes estaban estudiando muchos métodos para diseminar agentes de GUERRA BIOLÓGICA. Algunas de ellas eran bombas, proyectiles y proyectiles de guerra biológica; rociadas desde aviones; insectos, animales u objetos infectados; y por saboteadores. Los investigadores enemigos creían que era posible introducir agentes de GUERRA BIOLÓGICA en las grandes ciudades, áreas de descanso y lugares estratégicos similares, infectando así directamente a muchas personas que no eran necesariamente personal militar. Creían que ese uso estratégico de la guerra biológica no sólo podría socavar la mano de obra de una nación, sino también crear un efecto psicológico perjudicial en los civiles en el frente interno y en las tropas sobre el terreno.
Los científicos enemigos opinaban que la GUERRA BIOLÓGICA también podía utilizarse como arma táctica si la situación lo permitía. Es concebible que los agentes de GUERRA BIOLÓGICA puedan ser utilizados contra un área bien defendida introduciendo un agente que tarda una semana en aparecer la enfermedad. En el momento oportuno, las tropas enemigas podían atacar después de haber pasado el peligro de infección directa, y justo cuando el efecto del agente estaba en su punto álgido entre las tropas defensoras.
Las tropas enemigas en retirada podrían infectar los alimentos y el equipo que queden. Las tropas que avanzan estarían entonces sujetas a los efectos de estos agentes de GUERRA BIOLÓGICA. Las toxinas depositadas en alimentos y bebidas abandonados pueden causar muertes y bajas.
¿HAY UNA DEFENSA?
Las medidas defensivas contra la guerra biológica pueden clasificarse como biológicas, químicas y físicas. Cuando las tropas o los civiles son inmunizados contra una enfermedad que puede ser utilizada como agente de GUERRA BIOLÓGICA, la posibilidad de contraer esa enfermedad en particular se reduce considerablemente. Es un método de protección biológica. Es totalmente posible descontaminar algunas áreas y equipos que han sido sometidos a un ataque de GUERRA BIOLÓGICA. Los productos químicos, y en algunos casos el calor, pueden ser utilizados para destruir los agentes y así hacerlos inofensivos.
Se pueden usar trajes y máscaras especiales para proporcionar protección física contra los agentes de la GUERRA BIOLÓGICA. Las víctimas de la GUERRA BIOLÓGICA y el personal expuesto pueden ser aislados y tratados con prontitud para prevenir más infecciones. Por supuesto, las medidas sanitarias y de salud pública en general son de gran importancia para prevenir la propagación de enfermedades transmisibles. Sobre el terreno, sería necesario un mayor control sobre las tropas para evitar el uso de alimentos, bebidas o equipos no autorizados. También es posible entrenar unidades especiales de defensa contra la guerra biológica.
¿SE HA UTILIZADO ALGUNA VEZ LA GUERRA BIOLÓGICA?
Se sabe que los alemanes utilizaron la GUERRA BIOLÓGICA por métodos de sabotaje en la Primera Guerra Mundial infectando a los caballos con una enfermedad llamada muermo. Hay muchos incidentes registrados del uso de la GUERRA BIOLÓGICA en la Segunda Guerra Mundial, pero la mayoría de ellos siguen sin confirmarse. Algunos de estos supuestos incidentes fueron investigados y, aunque las autoridades no están completamente de acuerdo, investigadores calificados declararon que era muy probable que se tratara de usos experimentales de la guerra biológica.
Una de ellas afirma que los japoneses recurrieron a la GUERRA BIOLÓGICA en Chuhsien, provincia de Che Kiang, China. El informe del incidente alega que los aviones japoneses arrojaron granos de arroz mezclados con pulgas infectadas con gérmenes de la plaga. Pronto las ratas de la ciudad murieron en gran número, y aparecieron casos de peste entre la población civil.
Se sabe que durante la reciente guerra los nazis se preocuparon por la defensa contra la GUERRA BIOLÓGICA, y en este sentido estudiaron necesariamente algunos de sus aspectos ofensivos. Sin embargo, se dieron cuenta de que este trabajo había comenzado demasiado tarde y que no se había progresado lo suficiente como para emplear con éxito la GUERRA BIOLÓGICA en la Segunda Guerra Mundial. Los esfuerzos japoneses pueden considerarse en una perspectiva similar, aunque hicieron algunos progresos tanto en la investigación y desarrollo de la GUERRA BIOLÓGICA ofensiva como defensiva.
¿QUÉ PASA CON EL FUTURO?
Es natural preguntarse, ahora que los planes alemanes y japoneses han salido a la luz, si otras naciones han participado o no en la investigación de la guerra biológica, o si esta arma puede ser utilizada en cualquier conflicto futuro. Una respuesta podría encontrarse en la actitud internacional hacia el uso de la guerra química.
En 1922, la Conferencia sobre la limitación de armamentos, reunida en Washington, D.C., condenó la guerra química y prohibió su uso. En 1925, la Sociedad de las Naciones prohibió nuevamente el uso de armas químicas y añadió: "....las Altas Partes Contratantes, en la medida en que no sean ya Partes en los tratados que prohíben tal uso, aceptan esta prohibición, acuerdan ampliarla al uso de métodos bacteriológicos de guerra y acuerdan vincularse entre sí de conformidad con los términos de la presente declaración".
No son hombres de Marte - sólo la evidencia de que los EE.UU. estaban listos para combatir en la guerra biológica si el enemigo hubiera usado esta arma contra los norteamericanos. Estas son muestras de ropa protectora desarrollada por el ejército para el uso de las tropas descontaminantes de la guerra biológica, así como de la máscara modelo E7/M7
Dado que la mayoría de las naciones importantes, temiendo el incumplimiento de tales acuerdos por parte de otros países, preparados para la guerra química, no sólo defensiva, sino también ofensivamente, es muy probable que la guerra biológica sea tratada con la misma actitud. A pesar de tales tratados internacionales, varias naciones han llevado a cabo en el pasado investigación y desarrollo tanto en los aspectos ofensivos como defensivos de la guerra biológica. Hay que suponer que lo harán en el futuro.
| Réplica de los portadores de la máscara E7/M7 en "Salvar al soldado Ryan", demostrando que los Aliados temían el uso de armas biológicas. |
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