Has tenido la suerte de que te hayan enviado al frente del Pacífico, enhorabuena, vas a disfrutar de una experiencia única en tu vida. Ya tienes tu Garand, y te preguntas, "Dios mío, ¿podré sobrevivir a ese infierno verde?" Tranquilo, el Cuerpo de Marines ha pensado en todo, y te vamos a presentar una serie de recomendaciones realizadas por el Instituto Smithsonian, de Washington, D.C.; uno por la División de Gestión de la Vida Salvaje del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, y el otro por una autoridad británica en el tema de la vida en la selva en Birmania. Verás como no es para tanto...
INTRODUCETE EN LA SELVA
Para convertirse en combatientes eficaces de la selva, los soldados deben estudiar los problemas de vivir y moverse en los trópicos. Deben ver la selva como un amigo - es sólo eso cuando se entiende.
Casi lo único a lo que hay que temer en la selva, o en cualquier otro lugar salvaje, es al miedo mismo. Un soldado no debe tener miedo por dos buenas razones. Primero, las probabilidades son de 100 a 1 de que no haya nada que temer y, segundo, un hombre temeroso y por lo tanto en estado de pánico parcial es inútil en cualquier situación. Si te encuentras en una selva tropical, en un bosque desconocido o en el desierto, lo más importante de todo es mantener la calma y pensar en la situación. El miedo es lo último que te ayudará.
Recuerda que muchas de las cosas que has leído sobre estos lugares apartados fueron escritas por hombres que fueron allí con espíritu aventurero, y que prácticamente sin excepción han enfatizado, si no inventado, muchas de las experiencias emocionantes que relatan. Las intriga son a menudo una cuestión del estado de ánimo del autor y no se basan en circunstancias reales.
La mayoría de los estadounidenses, especialmente los nacidos y criados en ciudades, están lo suficientemente alejados de sus antepasados pioneros como para haber perdido la habilidad de cuidar de sí mismos bajo cualquier condición, y sería una tontería decir que, sin ningún tipo de entrenamiento, no correrían peligro si se perdieran en Nueva Guinea o en alguna otra selva de las islas del Pacífico. Por otro lado, estarían en el mismo peligro si se perdieran en las montañas del oeste de Pensilvania o en otras regiones de nuestro propio país. La única diferencia es que es menos probable que un hombre entre en pánico cuando se pierde en su patria que cuando se pierde en el extranjero.
Las áreas tropicales son los lugares más seguros que un hombre puede encontrar si se lo deja caer sin suministros. Los animales huyen, y usted puede viajar durante meses sin ver a ninguno de los que a veces se llaman peligrosos. De hecho, debería ser una especie de emoción y un desafío para su ingenio experimentar tal experiencia. Trabaja para salir lentamente. Manténgase descansado y evite la fatiga.
CLIMA SELVÁTICO
Las molestias de los climas tropicales son a menudo exageradas. Es cierto que, en general, estos climas son más cálidos que los de las zonas templadas. El calor es más continuo, o persistente, y, por esta razón, han circulado historias de temperaturas excesivamente altas. En regiones donde el aire contiene mucha humedad, el calor puede parecer más opresivo de lo que realmente es. Sin embargo, de hecho, los viajeros tropicales a menudo se quejan de que nunca han experimentado tanto calor y malestar en las selvas como en algunas de nuestras propias ciudades durante el verano - Washington, D.C., por ejemplo. Además, por extraño que parezca, puede haber más sufrimiento por el frío en los trópicos que por el calor. Por supuesto, a altitudes normales, las bajas temperaturas no ocurren, pero los días y noches fríos son comunes. En niveles más altos, las noches pueden incluso ser frías. Sin embargo, el contraste entre los días calurosos y las noches frías no es tan marcado en las zonas boscosas como en el desierto.
Las precipitaciones en muchas partes de los trópicos son mucho mayores que en todas las zonas templadas, excepto en unas pocas. Los aguaceros tropicales suelen ir seguidos de cielos despejados, y en la mayoría de las localidades las lluvias se ajustan a un calendario bastante predecible. Excepto en algunas áreas donde la caída puede ser continua durante la temporada de lluvias, no hay muchos días en los que el sol no brilla parte del tiempo. Los residentes de los trópicos por lo general planifican sus actividades de manera que puedan permanecer bajo refugio durante las épocas lluviosas y calurosas del día. Después de acostumbrarse, la mayoría de los habitantes de los trópicos prefieren el clima suave y ecuánime de las zonas tórridas a los frecuentes cambios climáticos experimentados en los climas más septentrionales.
En las selvas de Birmania, las noches son lo suficientemente frías de diciembre a marzo como para requerir una manta de lana para cubrirse mientras se duerme. Una autoridad de la selva británica recomienda que el que duerme se ponga parte de la manta sobre su cabeza. Esto inducirá un sueño más profundo, dice, y no tendrá efectos dañinos, ya que la sangre de una persona no requiere mucho oxígeno mientras está descansando. Una sola manta usada de esta manera mantendrá a un soldado más caliente que dos mientras su cabeza está destapada y mientras sus pulmones están inhalando mucho aire fresco.
INSECTOS Y OTROS BICHOS ASQUEROSOS
Los efectos dañinos de los insectos tropicales son generalmente exagerados. Los mosquitos portadores del paludismo son, con mucho, los más dañinos. Es bastante fácil contraer la malaria si una persona no toma las precauciones adecuadas. Estos incluyen tomar atabrina o quinina, usar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo posible, usar redes o pantallas en cada oportunidad, y evitar las áreas más infestadas cuando la situación táctica lo permita. Recuerde que los mosquitos generalmente vuelan por las tardes y por la noche. Son más frecuentes temprano en la noche y justo antes del amanecer. En las zonas deshabitadas, el paludismo tiene muchas menos probabilidades de ser el resultado de las picaduras de mosquitos que en los lugares habitados. Las compresas de lodo ofrecen cierto alivio de la picazón causada por las picaduras de mosquitos.
Las avispas y abejas pueden ser abundantes en algunos lugares, pero rara vez atacan a menos que usted interfiera con sus nidos. En caso de picaduras, las compresas de lodo también son útiles. En algunas zonas hay abejas diminutas, llamadas abejas sudoríparas, que pueden acumularse en enormes cantidades en las partes expuestas del cuerpo durante el tiempo seco, especialmente si se suda libremente. No tienen aguijón y, hasta que uno deja de sudar por completo, lo único que tiene que hacer es rasparlos con la mano, cientos a la vez. La miel que producen estas abejas no es comestible, ya que hay demasiada transpiración en su composición.
Los ciempiés y escorpiones más grandes pueden infligir picaduras dolorosas pero no mortales. A estas criaturas les gustan los lugares oscuros, por lo que siempre es aconsejable sacudir las mantas antes de acostarse por la noche, y asegurarse antes de vestirse de que ninguna esté escondida en la ropa o en los zapatos. Las mordeduras de araña pueden ser dolorosas, pero rara vez son graves y, de hecho, no se producen con frecuencia. Las hormigas son una posible fuente de peligro para los hombres heridos que se encuentran en el suelo y no pueden moverse. Esto debe tenerse en cuenta a la hora de colocar a los heridos donde puedan tener que permanecer durante algún tiempo.
 |
¿JUEGA CON LA HISTORIA!
Internate en la selva camino a Birmania
|
En algunas localidades ciertas mariposas se reúnen para recoger el sudor del cuerpo humano en clima seco. Son algo molestos pero bastante inofensivos. En los países indochinos, la palomilla abortiva del arroz de las tierras bajas se acumula alrededor de las luces en grandes cantidades durante ciertas estaciones del año. Es una pequeña polilla de color liso con un par de pequeñas manchas negras en las alas. Nunca debe ser cepillado bruscamente, ya que los pelos de púas minúsculas de su cuerpo pueden ser enterrados en la piel, causando una llaga, muy parecida a una quemadura, que a menudo tarda semanas en sanar.
La semana que viene seguiremos viendo que más sorpresa nos traen las islas del Pacífico. Hasta la próxima sesión.
ESTAS HISTORIAS DE BHM OS PUEDEN INTERESAR:
"Vivir y combatir en la selva" Esaú Rodríguez Delgado - Bellumartis Historia Militar
Comentarios
Publicar un comentario