En el amor y en la
guerra, todo vale
Hoy de nuevo Esaú nos muestra unas “joyas” de su anaquel, las novelas de Jean Larteguy
que os llevaran a las guerras coloniales que Francia tuvo que hace frente en los
años 50.
En 1959, se estrena una película sobre la guerra en Argelia (1954-1962) titulada
Mando Perdido (os dejo el video del trailer al final), en la que destacaban Anthony Queen, Alain Delon y Claudia
Cardinale. Medio siglo después, la novela en la que se basó esta película, Los
centuriones, fue un éxito de ventas en EE.UU cuando se supo que, el libro del autor francés Jean Larteguy,
era el más leído y recomendado en ese momento por David Petraus, comandante de
las fuerzas estadounidenses en Afganistán. Tal fue el éxito, que el mismo
Petraus consiguió que la editorial que tenía sus derechos, volviera a sacar una
reedición que también se agotó rápidamente.
Enero de 1962, Jean Larteguy en Corea, con traje de faena militar,
de pie frente al puesto de mando, escucha las órdenes que emanan de una radio.
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Pero, ¿qué cuenta esta novela que no
trata precisamente de los conocidos soldados romanos? El autor, Jean Pierre
Lucien Osty (1920-2011) o Jean Larteguy,
fue un periodista que cubrió para los medios parisinos los diversos
conflictos en el sudeste asiático. Pero además, y como muchos jóvenes de su
generación, fue soldado durante la II Guerra Mundial, donde luchó junto con las
tropas de De Gaulle.
Escena de la película, el detenido va a “cobrar” de lo lindo |
Fue un prolífico escritor con unas cincuenta novelas, todas ellas
ambientadas en las guerras que en Asia y África estaban provocando la
descolonización, y que conocía bien, tanto como soldados como corresponsal que
nunca rehuyó el combate a la hora de informar. Dentro de sus experiencias, pudo
percatarse de los conflictos emocionales y éticos que supusieron para los
diversos gobiernos (incluidos el francés) y la decadencia mostrada por los
políticos a la hora de afrontar una nueva situación para la que no tenían
imaginación para vencer.
Larteguy luchó en el frente africano con los comandos
de la Fuerzas de la Francia Libre (1943-46) y siguió en el ejército francés
cuando la ONU envió tropas en apoyo del gobierno de Corea del Sur en 1951. Allí,
como capitán del Batallón Francés de la ONU (BF/ONU), formado en su totalidad
por voluntarios, fue herido y se retiró del ejército. Ese mismo año volvió a
Corea como corresponsal del Paris-Presse y Paris-Match, y pasó de allí al
naciente conflicto en Indochina. De todas estas experiencias surgió su trilogía
más famosa, Los Centuriones
que ya hemos mencionado, Los Pretorianos y Los Mercenarios.
Las dos primeras obras tienen como contexto la
guerra de Indochina y la de Argelia, y la tercera está centrada en la guerra de
Corea. Los franceses estuvieron inmersos en la década de los 50 en estos
conflictos y, por ello, se produjo una crisis institucional, social y política
que enfrentó a una mitad de la sociedad francesa con la otra mitad.
Porque las novelas se centran primeramente en la
novedad que supuso para los militares el enfrentarse en lo que, actualmente, se
denomina “guerra asimétrica” y en aquellos momentos se denominó “guerras
de guerrillas” contra fuerzas revolucionarias (Nota BHM: una de las primeras unidades especializadas en este tipo de guerra fueron losrangers). Pero estas obras también nos muestran una sociedad en proceso de
degradación en la urbe francesa, que no es consciente del fin del colonialismo
y se agarra como puede a su pasado por medio de las armas, a los que necesita
pero a la vez critica.
Manifestación en contra de la guerra de Argelia, París 1961. |
Y ante la fuerza incontestable de las armas
francesas, se plasma en la novela el surgimiento de los guerrilleros, grupos
terroristas independentistas, que luchaban por la libertad del Vietnam o
Argelia, frente a una IV República Francesa que, previamente, siempre les ha
fallado y no acepta negociación alguna. Es la lucha del capitalismo frente al
comunismo, ideología que acompañará en esta época a todo grupo que se alzó
contra su antigua metrópoli. Vislumbramos en las novelas precisamente la
corrupción de unos políticos que no desean perder sus privilegios ni el status
que habían heredado, y que deseaban mantener, como si los desastres de la II
Guerra Mundial no hubieran acaecido.
Pero si se nos muestra una degradación de la sociedad y sus dirigentes, esta lucha contra grupos independentistas también afecta a los soldados que se les enfrentan. Los militares franceses que fueron a Indochina y Argelia, se embrutecieron con unas guerras que no entendían y en las que debían ganar.
Pero si se nos muestra una degradación de la sociedad y sus dirigentes, esta lucha contra grupos independentistas también afecta a los soldados que se les enfrentan. Los militares franceses que fueron a Indochina y Argelia, se embrutecieron con unas guerras que no entendían y en las que debían ganar.
Acciones antiguerrilleras en las montañas argelinas. |
En Los
Centuriones, una serie de paracaidistas que estaban en Dien Bien Phu son
capturados y trasladados a un campo de prisioneros, y a su salida, son
destinados a la guerra de Argelia, algo que se ve en la película mencionada.
Son hombres como Esclavier, Raspeguy, Boisferaus, que cumplen las órdenes recibidas,
en su concepción de la defensa de lo que representa Francia, pero percatándose
poco a poco que lo que ellos defienden no existe, y sí los intereses de unos
pocos (en la película cuando se les manda defender unas granjas de unos
terratenientes muy poderosos).
"Los políticos" pisando su campo de batalla con mucho miedo a las minas biológicas |
Y ¿por qué denominó a su segunda novela como Los Pretorianos?, quizás porque al igual
que aquellos, pronto se dieron cuenta del verdadero poder que representaban, y deciden
aprovecharse de su situación para llevar a cabo un golpe de estado contra la
urbe (13 de mayo de 1958) lo que aupó en el poder a Charles de Gaulle y supuso
el fin de la IV República (y casi provocó una guerra civil) Lo que no podían
sospechar estos soldados es que el “emperador De Gaulle” solo se quería a él
mismo, y en cuanto se alzó en el poder, los defenestró, y plantó Argelia cuatro
años después, abandonando a los franceses argelinos (Pieds Noirs), que tuvieron
que emigrar a una Francia que habían defendido sin conocerla.
Agricultores argelinos vigilados por la policía francesa.
La verdad que no tenemos muy claro que hacen
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De lo que no he hablado es quizás de lo que
Petraus no quiso especificar, y lo que nadie quiere recordar, es que Larteguy
defendió en sus obras el uso de la tortura y el asesinato de prisioneros, con
la idea de que “todo vale” en la lucha contra el enemigo. Tanto es así, que el
libro fue utilizado en muchas escuelas de tortura en Sudamérica, por lo
explícito que suponía (y que nuevamente podemos ver en la película) y por la
enseñanza que suponía.
—Fue en parte
a causa de la tortura por lo que
hicimos el 13 de mayo.
Irene se
sintió sofocada. Aquellas manos, de las que había gustado la caricia y la
brutalidad, habían torturado tal vez. Nada odiaba ella tanto en el mundo como
la tortura. No era por defender la
República por lo que había desfilado tras de los carteles, sino para protestar contra
la tortura.
Philippe
continuó: —Hemos ido muy lejos en esta guerra; hasta condenarnos, que dirían
los cristianos, pues no
podíamos perderla.
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