En
la
Segunda Guerra Mundial, en la contienda que libraron las fuerzas británicas
contra el Eje en el norte de África,
existían diversos ejércitos privados. Eran numerosas las
operaciones que las fuerzas especiales de la Commonwealth llevaban a cabo
tras las líneas germanoitalianas. Entre estos cuerpos de élite cabe destacar el
SAS, el Grupo de Largo Alcance del Desierto y el SIG o Grupo
Especial de Interrogatorios.
Gracias
a nuestro colaborador David
López Cabia autor de la novela bélica “Sangre
y Fuego en Tobruk” descubriremos La Operación Agreement,
llevada a cabo en septiembre de 1942 implicó a estos tres cuerpos de
operaciones especiales.
Comandada
por el teniente coronel John Haselden, la
Operación Agreement tenía unos objetivos muy ambiciosos. La finalidad de
este golpe de mano era destruir las reservas de combustible
del Afrika
Korps en la ciudad
portuaria de Tobruk (Libia), arrasar las instalaciones portuarias, destruir
los talleres de reparación de tanques y liberar a los prisioneros de guerra.
Sin embargo, lo que inicialmente se planeó como una operación de precisión con
fuerzas limitadas, terminó por convertirse en un asunto demasiado complejo que
suponía emplear cientos de hombres.
Gráfico con las defensas de Tobruk setiembre 1942 |
Entre
la variopinta fuerza de ataque de los aliados cabe destacar la presencia del
SIG, que estaba integrado por judíos alemanes que se hacían pasar por soldados
del Afrika Korps. Los hombres del SIG debían fingir que escoltaban a un grupo
de prisioneros británicos que en realidad eran comandos. Mientras el SIG y sus
falsos prisioneros atacaban Tobruk, el SAS debía golpear en la ciudad libia de
Bengasi. Por su parte, el Long Range
Desert Group o Grupo de Largo Alcance del Desierto debía atacar el campo de
aviación en Barce.
Sin
duda el plan era osado. La Operación
Agreement suponía un gran golpe de mano con fuerzas demasiado numerosas. David
Stirling, que comandaba el SAS, había demostrado que las incursiones con
unidades de menor tamaño suponían un menor empleo de recursos y ofrecían
sustanciosos dividendos. Y es que, el SAS había probado su eficacia
internándose tras las líneas enemigas y atacando los aeródromos de Rommel.
John Haselden |
Los
comandos de Haselden partieron desde Kufra rumbo a Tobruk, recorriendo cientos
de millas a través del desierto. Su gran objetivo era destruir los depósitos de
combustible que se hallaban en Tobruk.
Llegado
el 13 de septiembre de 1942, los hombres de Haselden se internaron en Tobruk,
avanzando directos hacia el puerto. Por su parte, en el firmamento aparecieron
los aviones de la Royal Air Force. Los
cañones antiaéreos de 88 milímetros tronaron mientras llenaban el cielo de
volutas negras y grises a cada disparo, tratando de derribar las aeronaves
británicas. Tobruk fue castigada con furia desde el aire, siendo atacadas las
posiciones antiaéreas y las comunicaciones telefónicas.
El
comando liderado por Haselden se dirigió al sur de la bahía de Umm-esc-Sciausc.
Su misión era neutralizar la amenaza que suponía la artillería costera. Con la
cabeza de playa asegurada, los comandos de Haselden debían avisar a Royal Navy
de su éxito. Por su parte, el 11º Batallón los Royal Marines debían desembarcar
en una playa al norte de Tobruk. Así pues, los marines británicos debían
abrirse camino desde las playas para tomar el control de Tobruk.
Escena de la película "Tobruk" basada en la operación Agreement |
Haselden
y sus hombres asaltaron un barracón italiano y establecieron allí su puesto de
mando. Dando por asegurada la parte occidental de la bahía, los comandos
informaron de su éxito a la flota que permanecía frente a las costas de Tobruk.
En el flanco oriental, el mayor Campbell no pudo mantener las baterías, por lo
que se vio obligado a volar los cañones.
Para
desgracia de los británicos, uno de los encargados de señales que aguardaban en
tierra perdió su foco de señales. Una flotilla de torpederas debía enlazar con
los comandos de Haselden para reforzarlos con infantería de los Argyll&Sutherland y un pelotón de
ametralladoras de los Reales Fusileros
de Nortumbria. Tan solo dos de las dieciocho embarcaciones llegaron a la
bahía, mientras que el resto de lanchas giraron o dieron vueltas alrededor de
la entrada al puerto de Tobruk.
Para
los Royal Marines del 11º Batallón
la cosa no marchaba bien. La primera oleada se puso en camino con una demora de
media hora. El jefe del primer grupo, con el motor averiado, permanecía frente
a la costa. Los botes permanecían en la playa y sin jefe. En semejante
tesitura, los destructores se acercaron a la playa y comenzaron a recibir
disparos de la artillería del Eje. Tan solo unos pocos infantes de marina
lograron desembarcar en las playas, aunque ante la abrumadora superioridad de
alemanes e italianos, la mayoría perecieron y quienes lograron sobrevivir
terminaron cayendo en manos del enemigo.
Las
desgracias se acumulaban sobre los británicos. El aeródromo y las baterías de
cañones de 88 milímetros continuaban operativas. Las comunicaciones telefónicas
y de radio también permanecían intactas y la artillería del Eje comenzó a dar
cuenta de los destructores británicos. Con el destructor Sikh en llamas, el
Zulu acudió para tratar de remolcarlo. Sin embargo, pese a los esfuerzos del
Zulu, el Sikh terminó por hundirse. No iba a ser el único desastre de la
Operación Agreement, pues a la postre, mientras regresaban a los puertos
egipcios, el crucero Coventry y el destructor Zulu fueron hundidos por la
aviación alemana.
Por
su parte, los hombres de Haselden, descubiertos y haciendo frente a fuerzas
enemigas muy superiores, habían quedado abandonados a su suerte. Aislados y
superados en número, los hombres de Haselden terminaron por sucumbir. El propio
Haselden perdió la vida mientras trataba de ayudar a sus hombres a escapar del
cerco enemigo.
La
Operación Agreement se saldó con 746 británicos
muertos o prisioneros, lo que constituía un clamoroso fracaso. Tan solo un
puñado de hombres logró escapar a través del desierto. Tobruk no fue el único
escenario de la catástrofe, pues en Bengasi, los hombres del SAS, emboscados,
se vieron obligados a retirarse. El ataque del Long Range Desert Group a Barce fue uno de los escasos éxitos,
prueba de ello es que la acción se saldó con la destrucción de 32 aviones del
Eje. Por el contrario, el Eje había logrado evitar la destrucción de valiosos
suministros en Tobruk.
Prisioneros ingleses capturados en Tobruk el 14 de setiembre de 1942. Foto publicada por el diario ABC de Madrid. |
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