En
los libros nos cuentan que la Guerra de Sucesión finalizo tras la firma del Tratado
de Utrecht en 1713 pero como bien dijo el noble sardo de origen valenciano Vicente
de Bacallar y Sanna (1669-1725) realmente se puso fin en el Tratado de Viena
firmado en 1725.
Pocos
años tras la firma del famoso Tratado, en 1717 la guerra regreso a Europa por
el deseo por un lado de Felipe V de recuperar los territorios cedidos y por el
otro del antiguo archiduque ahora emperador Carlos VI de sentarse en su trono
hispano. Gracias al número 39 de Desperta Ferro Moderna descubriréis el regreso de España al plano internacional
como una gran potencia militar y naval gracias a las reformas impulsadas por
hombres como José Patiño y el Cardenal Alberoni (véase el breve artículo en este
número sobre su persona). Las poco conocidas campañas de Felipe V en Italia lograrían
instalar en el trono de Parma-Piacenza y en las Dos Sicilias a dos vástagos
suyos, el infante Felipe y el futuro Carlos III.
El
nuevo rey de España estaba dispuesto a recuperar los territorios italianos que
le habían “robado” en Utrecht y que él consideraba no vinculante al ser una
imposición más que una negociación por lo que comenzó una política de reformas políticas,
administrativas y militares además de una serie de negociaciones diplomáticas que
nos cuenta Christopher Storss en “El resurgir de España bajo Felipe V”. La
respuesta del resto de potencias para mantener el nuevo statu quo dio lugar a un cambio en las alianzas tradicionales europeas
que Frederik Dhondt nos refleja en “La
Cuádruple Alianza y el equilibrio de poderes”.
El
primer envite español al nuevo orden fueron “Las campañas de Cerdeña y
Sicilia (1717-1720)” donde en dos operaciones anfibias a gran escala
las tropas de Felipe V recuperaron estas dos islas para la alegría de la
población, que estaba en gran parte deseosa de regresar a la corona española
salvo los refugiados austracistas refugiados en Cerdeña. Esta gran operación,
como “nunca se ha visto armada más bien abastecida” según el Marques de San
Felipe, fue el fruto de una planificación que según el austracista Castellví no
se había visto en España “desde Felipe II no se había visto en España”. En “La logística
de la expedición de Sicilia de 1718” Eduar Martí nos muestra cómo fue
la movilización de tropas, embarcaciones y pertrechos militares para una
campaña larga ,que una vez perdido el factor sorpresa sería difícil reabastecer
por el dominio británico de los mares.
Tras
la captura de Mesina y pese a la victoria británica en cabo Passaro las tropas
españolas de Lede se enfrentarían en “La batalla de Milazzo” por primera vez en
una gran batalla campal contra las tropas imperiales en Sicilia como nos
muestra Alex Claramunt Soto. El 20 de junio de 1719 se produjo “La batalla
de Francavilla” la mayor desde la Antigüedad en la isla siciliana que demostró
que las reformas borbónicas habían convertido a las tropas españolas en unas
unidades eficaces incluso contra las experimentadas tropas imperiales de los Balcanes.
La
ruptura de Felipe V con su familia francesa supuso que de nuevo España
estuviera amenazada por su vecino del norte. De nuevo Cataluña viviría “La
invasión francesa y la guerrilla austracista” en una repetición de lo sucedió
poco antes en la Guerra
de Sucesión. (Por cierto en BHM os contamos hace tiempo el
origen de los Mozos de Escuadra vinculados a este fenómeno).
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INTERESAR
Las Guardias Españolas con su uniforme de casaca calzas azules y vivos encarnados en la batalla de Francavilla |
“Felipe V contra Europa. Revista
Desperta Ferro”
Reseña de Francisco García Campa – Bellumartis
Historia Militar
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