Pero, al fin, la divina piedad se
compadeció de tanta ruina y permitió alzar cabeza a los cristianos pues, en el
año decimotercero de su reino, después de muchas y horribles matanzas de
cristianos, fue arrebatado en Medinaceli, gran ciudad, por el demonio, que le
había poseído en vida, y sepultado en el infierno.
Con
estas palabras describe la Crónica Silense la muerte del hombre que sembró en
sus numerosas acefias las tierras del
norte de España de muerte y ruina. El nombre Almanzor evoca un periodo de temor
en los incipientes reinos cristianos frente al moribundo Califato de Córdoba
que gracias al protagonista de este numero de Desperta Ferro demostró que aun
tenia una fuerza inigualable en la Península Ibérica.
Los últimos califas por culpa de
las luchas internas y las continuas cabalgadas habían dejado “Una
tierra de nadie” que Eduardo Manzano Moreno nos muestra en el artículo
que da comienzo a la revista. Tras conocer la frontera y la geoestrategia de
los distintos reinos en liza durante el reinado del Califa Hisham II (965-1113)
conoceremos a “Almanzor, una personalidad fulgurante”. Gracias a Ana Echevarría
Arsuaga veremos el ascenso en la Administración Califal de Muhammad Ibn Abi y
como tras ser nombrado hayib, chambelán,
fue tomando el control total del califato desde la medina Al-Zahira, gracias a
la red de familiares (“dinastía amirí” y clientes que nombro en los distintos
territorios.
En su deseo de afianzar su poder
necesitaba mostrarse como un gobernante poderoso por lo que decidió poner freno
a la agresividad leonesa, siendo Córdoba quien atacase en vez de defenderse. En
“Las
campañas de Almanzor” Alejandro García Sanjuán nos da una breve visión de
alguna de las 56 aceifas o campañas que dirigió contra las tierras cristianas. Josep
Suñé Arce nos enseña las tácticas, armas y unidades de las “Huestes amiríes” en la que las tropas bereberes tendrían un papel
destacado.
Entre todas las campañas de “La
Espada del Islam” Jesús Lorenzo Jiménez nos muestra cómo fue la más simbólica
de todas y que para generaciones de españoles fue el símbolo de su poder. Me
refiero al saqueo de Santiago de Compostela y el robo de las campanas de la
tumba del Apóstol. Mientras que Virgilio Martínez Enamorado en “El día
en el que Barcelona va a morir” descubriremos como era la ciudad condal
en el Medievo y como fueron los combates contra las huestes de Almanzor.
Pero todo tiene su fin, y como nos
recuerda el texto con el que comenzamos con la muerte del “Victorioso” en
Medinacceli, comienza “La crisis del Califato”. Las luchas,
fitna, por el poder entre los seguidores
de Almanzor y los demás poderes del califato fue la puntilla de la Dinastía
Omeya.
ESTAS HISTORIAS DE BHM OS PUEDEN
INTERESAR
“ALMANZOR. Revista Desperta Ferro”
Reseña de Francisco García Campa – Bellumartis Historia
Militar
Comentarios
Publicar un comentario