Hoy
nuestro amigo David nos va a dar una
vuelta en un taxi parisino. No os preocupéis no os llevará por la orilla del
Sena en un viaje romántico sino en un viaje en el tiempo hasta
la Primera Guerra Mundial.
Era
1914, la Gran Guerra había estallado, y en la fase inicial del
conflicto se libraba una guerra de movimientos. Siguiendo el Plan Schlieffen, los ejércitos alemanes
penetraron en Bélgica, lanzando una arrolladora embestida que puso en jaque a
las tropas francesas y a la Fuerza Expedicionaria Británica. Sin embargo, la intervención de los taxis de París
contribuyó a salvar la capital francesa de las ofensivas germanas.
En
septiembre de 1914, Francia estaba al borde de la catástrofe, pues París corría
el riesgo de caer en manos alemanas. Pese a la apurada situación de los
aliados, británicos y franceses, se prepararon para contratacar y detener la
ofensiva germana. Solo un milagro podía salvar la capital francesa.
En
un momento en el que era apremiante llevar tropas al frente, los taxis de París
jugaron un memorable papel. Bien es cierto que no se implicó un elevado número
de hombres, pero aquella historia permanece grabada en la memoria de los
franceses.
Renault AG con los colores de los taxis parisinos de la época |
El
transporte era caótico, las fuerzas francesas no disponían de medios
suficientes para enviar rápidamente a los hombres a la batalla. En semejante
tesitura, el gobernador emitió órdenes para requisar los vehículos civiles.
Posteriormente, un oficial del Estado Mayor francés llamó a la prefectura de
policía para ordenar que todos los taxis, con los depósitos de combustible
llenos y en las mejores condiciones para circular se reuniesen en la Explanada
de los Inválidos.
Los
taxis que había ordenado requisar el
general Joseph Gallliéni debían encargarse de transportar a los soldados a
la línea del frente. Las tropas galas no daban crédito a lo que veían. Los
soldados se apiñaron en el interior de los taxis (muchos de los cuales eran Renault AG).
La gran parada improvisada en los Inválidos, como si llegase un crucero de turistas |
En
un momento en el que la necesidad de tropas era apremiante, los taxis se
pusieron en camino, mientras en su interior, los soldados dormían. Una vez llegados a Nanteuil, las tropas
bajaron de los vehículos. Los taxis habían recorrido un trayecto de unos
cincuenta kilómetros para transportar a unos cuatro mil hombres. Como
recompensa, los taxistas recibieron un
total de 130 francos, que era el sueldo de quince días.
Hay
que reconocer que para las dimensiones de la batalla del Marne, las tropas
transportadas por los taxis representan una minúscula fracción de los ejércitos
implicados. A pesar de todo, el liderazgo inspirador de Galliéni como
gobernador militar de París y la actuación de los taxistas quedaron en la
historia de Francia como una pequeña pero inolvidable epopeya.
Soldados franceses con el uniforme previo al celeste de camuflaje horizontal, es decir con el cielo. Obra de Graham Turner para Osprey Publishing |
En
el Marne, tras la modesta pero esperanzadora contribución de los taxis,
franceses y británicos lograron contener el avance alemán y poner París a
salvo. Aquella batalla supuso el colofón del Plan Schlieffen, sin embargo, los
aliados fueron incapaces de sacar partido de su victoria y paulatinamente, la
guerra de movimientos se convirtió en una guerra de trincheras.
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