En todos los libros de historia se hace
mención a los voluntarios españoles que se unieron a la Werhmacht en la invasión de la Unión Soviética durante la SegundaGuerra Mundial. Pero en ningún libro de texto se hace mención a los
centenares de españoles que lucharon en Rusia bajo las águilas imperiales
napoleónicas.
Como
consecuencia de la política de alianza de la corte de Madrid con Napoleón en
1804, fue enviada una expedición española a Dinamarca para colaborar en el
bloqueo continental contra los británicos.
La división comandada por el marqués de la Romana formada por 13355
hombres, 3088 caballos y 25 cañones, tras el levantamiento del pueblo español contra el invasor francés en 1808 regresó a España gracias a la
ayuda de la Royal Navy. La operación fue un éxito parcial, ya que quedaron en
tierra más de cinco mil hombres que no pudieron regresar a su Patria.
El rey de Dinamarca, Federico VI, mandó
detener a 5000 españoles de los Regimientos
de Infantería Asturias y Guadalajara,
que se encontraban en Roeskilde, una ciudad de Selandia. El barco con un
mensaje de la Romana para el soberano fue disparado por una bateria costera,
que no vio la bandera blanca o si la vio no hicieron caso, impidiendo que se
abriese la negociación para intercambiar a los españoles por prisioneros
daneses. En la
península, en Horsens, dentro del Regimiento
de Caballería del Algarve, se tenía ciertas dudas sobre la operación de
rescate británica y cuando se decidieron fue demasiado tarde, siendo capturados
por el contingente enviado por Bernadotte.
Los 5000 soldados y unos 200
oficiales fueron enviados a campos de
prisioneros en Alemania, hasta que en 1809 se les ofrece la libertad a cambio de unirse a los ejércitos imperiales.
El encargado del reclutamiento sería el general
Juan Kindelán, español de origen irlandés, que ya había sido condecorado
con la Legión de Honor en 1807. El 24 de enero de 1809 Napoleón en
persona dió el encargo de crear un regimiento español en Francia, con el objetivo
inicial de que formarán parte del ejército que su hermano José trataba crear en España sin éxito.
El
ministro de la Guerra aconsejó al emperador que los españoles tuvieran la
certeza “de estar en un regimiento que volverá a España o al menos que esté
bajo la autoridad del rey de España” y
que sus oficiales inmediatos fueran españoles, siendo la comunicación de la
unidad en español. Napoleón no aceptó que se crease una unidad de
caballería compuesta con los efectivos del Algarve, por lo que el
regimiento estaría formado por los hombres del Asturias y Guadalajara.
El
21 de febrero, 4155 hombres formaron el Regimiento José Napoleón tendrían un uniforme
blanco con divisa verde. Organizado en cuatro batallones de guerra y uno de
depósito, cada uno de ellos con cuatro compañías de fusileros de línea, una
compañía de granaderos y otra de voltigeurs,
infantería ligera. Recibieron tres
banderas tricolores francesas, eso si con el escudo de armas de José Bonaparte
como rey de España.
La
realidad es que la situación en España no recomendaba enviar a estos hombres,
de fidelidad dudosa al Imperio, en pleno escenario de lucha por lo que se les repartió
por Francia. Su trabajo fue más de obreros de la construcción, levantando
fortificaciones y realizando mejoras en la existentes. En septiembre de 1810 todo
el regimiento estaba fuera del territorio francés: el depósito en Maastricht junto
al 3º batallón, el 2º en Amberes, el primero en Mantua y el 4 en Alessandria.
En abril del 1811 los batallones 2º y 3º comandados por Kindelán y Davout son
incorporados al Ejército de Observación del Rin, incluidos en la 2ª División
del Ejército de Alemania. Es interesante resaltar esta nota que Napoleón envió
al mariscal responsable de este Ejército “Os envió dos hermosos batallones
españoles con un general; sin embargo, tened cuidado de no ponerlos en la
vanguardia ni en plazas fuertes de primer orden”.
Tras
la enfermedad de Kindelán el mando del regimiento pasó a manos de Tschudy pero
por motivos lógicos, ya que el 1º y el 2º estaban en Italia su mando efectivo fue
sobre los destinados en Alemania. El 2º regimiento comandado por Ramón Ducer,
el 2º comandado por Rafael de Llanza inmortalizado por Augusto Ferrer Dalmau en
la obra que encabeza el artículo. Mientras que los destinados a la península Itálica
el 1º estaba liderado por el hijo de Kindelán y el 4º por Alejandro O`Donell.
Finalmente
Napoleón decidió poner en marcha la invasión
de Rusia y nuestros compatriotas formarían parte de la Grande Armée. Un ejército
multinacional en el que de los 600.000 hombres menos de la mitad serian
franceses. En la inmensa Rusia las dos partes del regimiento José Napoleón fueron enviados a unos 250 kilómetros de
distancia: el 1º y 4º encuadrados en la División
Broussier del IV Cuerpo, mientras que el resto de los hombres en la 2ª División Friant del I Cuerpo de Ejército.
El
24 de junio, los miembros del I Cuerpo cruzaron el rio Niemer para dirigirse a
Vilnus. Tras la captura de la ciudad si hacer un disparo, parte de los soldados
españoles tratan de desertar pero son atrapados, siendo ejecutados los
cabecillas. Mientras los batallones 1º y 4º que habían cruzado el mismo rio más
al sur se dirigieron hacia Pilony, su papel fue más activo ya que actuaron en la
vanguardia en la batalla de Vítebsk, los batallones 2º y 3º participaron en la
retaguardia.
El
7 de septiembre, todos los batallones se reúnen en el interior de Rusia en la
batalla más decisiva de la campaña, Borodino
o Moskova por los franceses. A los batallones 2º y 3º se les encomendó la
protección de la artillería, por lo que sufrieron varias bajas, dos muertos y 3
heridos, entre ellas la de su jefe de División Friant. Los otros miembros del
regimiento situados muy cerca de sus compatriotas solo tuvieron un muerto y dos
heridos. Los hombres de los batallones que habían estado destinados en Alemania
participaron en la persecución de los hombres de Kutuzov que lideró Murat.
Participaron en la toma de varias ciudades en el camino a Moscú, entre ellas:
Mozhaisk, Zelkovo.
Finalmente
las tropas españolas fueron de las primeras en entrar en Moscú el 14 de julio. Los
hombres de Tschudy participaron en las acciones de Murat de tratar de eliminar
la amenaza rusa que rodeaba la ciudad. En la batalla de Voronovo, 29 de
septiembre. Tras
los numerosos incendios que calcinaron Moscú, Napoleón dio la orden de
retirada que pasaría a la Historia como sinónimo de derrota y sufrimiento.
Entre los hombres harapientos y helados estaban los españoles. Cuadro de Adolph Northen (1828-1876) |
Tras
la famosa batalla de Smolensko en el que los franceses, gracias a Ney, lograron
superar el bloqueo ruso el 20 de noviembre. Entre los que lograron cruzar
estaban 110 soldados y cuatro oficiales de todos los batallones. Días más tarde
300 hombres del 4º batallón junto a su
comandante O´Donnell son capturados por los rusos, uniéndose al ejército del zar
pero eso sería otra historia.
En
febrero de 1813 se reorganiza el regimiento con los miembros del batallón de reserva, unos 1200, y los supervivientes
de los anteriores batallones de línea, que no llegaban a los dos centenares.
Realmente este regimiento, comandado por el joven Kindelán, no volvió a tener
la misma capacidad de combate ya que solo estuvo formado por dos batallones.
Entre sus acciones más importantes destacan las batallas de Lützen y Bautzen
donde 5 españoles fueron condecorados con la Legión de Honor. Tras la batalla
de Leipizg solo estaba formado por 150 hombres de los 500 que habían sido
asignados en la reorganización.
El
25 de noviembre de 1813 el regimiento fue disuelto pasando sus hombres a formar
parte de un regimiento de obreros comandado por el mismo Kindelán.Cosas de la Historia, algo parecido le sucedió a parte de los voluntarios españoles que siguieron sirviendo a Alemania tras la derrota en Rusia.
OS
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Tremendamente interesante; muchas gracias. Lo único que objetaría es la redacción del artículo, que no es, digamos, excelente.
ResponderEliminarMuchas gracias por la información. He revisado el texto y tenia muchos fallos que he solucionado. El problema es que por las prisas no le di la lectura completa una vez escrito. Espero que ahora la redacción no estropee la Historia. Muchas gracias y espero sigas disfrutando del blog.
EliminarLe recomiendo leer La sombra del aguila, de Perez-Reverte, narra esta história en clave de humor.
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