Hoy
David nos trae una historia donde unos
insectos y el liderazgo de Von Lettow-Vorbeck infligieron una ignominiosa derrota a los británicos.
En
1914 estalló la Primera Guerra Mundial, y el conflicto rápidamente se extendió
por Europa, que sería el gran reñidero de la contienda, sin embargo, hay otros
escenarios secundarios, como las colonias alemanas en África Oriental. (Nota
BHM: sobre este escenario os recomiendo el libro La Primera Guerra Mundial en África)
En
el continente africano ocurrieron hechos memorables durante la Gran Guerra, este
es el caso de la batalla de Tanga,
que tuvo lugar en noviembre de 1914 y en la cual, los británicos enviaron un
contingente de 8.000 soldados indios que sufrieron una humillante derrota.
Tarjeta postal del puesto aleman en Tanga, Africa Oriental Alemana |
Los
mandos británicos pretendían conquistar las colonias alemanas en África
Oriental, para ello, su primer paso era hacerse con la ciudad portuaria de
Tanga (Tanzania). Se puso al mando de la operación al incompetente general de
división Aitken, al que se le entregó una mediocre fuerza de combate compuesta
por tropas indias. Se trataba de un puñado de hombres bisoños e inexpertos en
su gran mayoría. Los británicos habían infravalorado a los alemanes, creían que
lograrían una victoria fácil, sin embargo, al frente de las defensas se hallaba
el resuelto e inteligente coronel Paul Von Lettow-Vorbeck.
Al
llegar a las costas de Tanga, el general Aitken creyó que los alemanes habían
minado el puerto, por lo que decidió desembarcar a sus tropas en un manglar
infestado de mosquitos y serpientes venenosas. Mientras tanto, Von
Lettow-Vorbeck movilizó a sus askaris, duros soldados africanos bien instruidos
por los militares alemanes.
Sin
reconocimiento previo, las fuerzas de Aitken comenzaron a avanzar para
neutralizar a la guarnición de Tanga. Los hombres de Aitken se enzarzaron en un
furioso combate en la selva. Los askaris estaban bien entrenados y
compentemente dirigidos por Von Lettow-Vorbeck, lograron mantener a raya a los
soldados indios. Después de varias horas de combate, los problemas aumentaron
para las tropas británicas.
Mientras
los tiroteos y explosiones tenían lugar en el manglar, en lo alto de los
árboles se hallaban colmenas repletas de abejas. El ruido trastornó el trabajo
de melar de las abejas y muchas colmenas, zarandeadas por los disparos,
terminaron por caer al suelo. Furibundas por haber sido perturbadas, las abejas
emitieron un sonoro zumbido mientras se lanzaban en tromba contra los soldados
indios. El desastre se precipitó sobre los hombres de Aitken, los indios huían
despavoridos y gritaban de dolor mientras las abejas les picaban. Los soldados
indios arrojaban sus fusiles (nota BHM; también más de 600 000 balas que
fueron capturados por las tropas alemanas) y agitaban los brazos mientras
corrían para zafarse de las abejas.
A
pesar de que Von Lettow-Vorbeck y sus hombres eran superados en una proporción
de 8 a 1, lograron repeler a las fuerzas británicas. Los indios se retiraron
perseguidos por enjambres de abejas y se vieron obligados a volver a embarcar,
dejando atrás un reguero de muertos.
Tras
la batalla, Von Lettow-Vorbeck fue ascendido de coronel a general de división,
mientras que Aitken fue degradado de general de división a coronel. La guerra
en África se prolongó durante cuatro años más, un periodo de tiempo en el que
Von Lettow-Vorbeck, con gran maestría, logró resistir a las tropas británicas.
“La batalla de Tanga, cuando las abejas
vencieron a un imperio” David López Cabia – Bellumartis Historia Militar
Comentarios
Publicar un comentario