Como ya hemos visto las legiones romanas manipulares se organizaban en cuatro líneas u ordines que se
caracterizan en su origen por su panoplia y forma de combatir. Partiendo de
esta ilustración veremos la unificación de la equipación que realizó Cayo Mario en su reforma militar.
Al fondo a la izquierda podemos
observar un perfecto ejemplo de velites o leves. Eran los escaramuzadores y combatían en formación abierta
por delante del resto de la legión combatiendo contra sus similares o
desorganizando el avance enemigo con una lluvia de proyectiles. Estaban armados
con una espada, seis o siete jabalinas y protegidos con un escudo circular de
un diámetro de cerca de un metro. Las jabalinas eran muy ligeras y de un grosor
de apenas 2,5 cm. Lo que les hacía ideales como arrojadizas pero inútiles para
el combate cuerpo a cuerpo, para lo que empleaban su espada mientras agarraban
tras el escudo los proyectiles.
Panoplia de un hastati. Legio Prima |
Al fondo casi oculto se puede observar de pie a un hastati,
la primera línea de combate de la formación en damero tras la retirada de los
vélites. Era también jóvenes pero de familias más acomodadas por lo que podían
permitirse una mejor panoplia, estaba compuesta por un pectoral, kardiophilax, disco-coraza de bronce
además de un scutum oval de unos 120
cm de altura. Cuando el enemigo se acercaba los enemigos lanzaban sus dos
jabalinas y sacaban su espada para o bien cargar contra ellos o esperar tras
sus escudos la primera oleada.
A la derecha en primer plano tenemos un perfecto
ejemplo de princeps, los jóvenes curtidos en batallas que rondaban los
treinta años de edad. La panoplia que porta este legionario seria la habitual,
ya que no se puede hablar de uniformidad en este periodo, tras las reformas
marianas. Empezando por los piernas protegidas por una greba de bronce
italianas que están abiertas por la parte trasera. La lorica hamata esta reforzada por hombreras de cuero (aunque se
generalizarían la reforzada con cota de malla) estas ofrecían buena protección contra
los tajos y cortes debido a su dureza y flexibilidad. El casco de bronce del
tipo montefortino se convertiría gracias a su bajo coste y efectividad en uno
de los elementos básicos de las mulas de Mario. Aunque la norma general era que
solo llevasen un penacho de crin podría ser que algún legionario personalizase
el suyo con plumas, como era habitual al principio de la centuria. El scutum, oval y de cuerpo convexo con una
marcada spina, está decorado con dos
lobos, animal totémico de los “Hijos de la Loba” como les gustaba
autodenominaban a los romanos.
Centurión de finales del S. II a.C. Legio Prima |
Y para finalizar un triarri, los veteranos que
esperaban “rodilla en tierra” mientras combatían las demás líneas. Aunque su
arma principal era una larga lanza de ensartar o de empuje, también se le
conoció como pilani. Este apelativo
motivo que ciertos autores defendiesen el uso de pilum, jabalinas antes que empleasen las lanzas. Pero esta
posibilidad se basa en una confusión en la traducción ya que también pila es el
plural de pilum como columna o pilar,
es decir serian la base de la legión, de esto deriva el término centurión primpilo, primus pilu. Además de la
lorica hamata con hombreras tipo
griego de cota de malla, se acoplan al pecho mediante la tira de cuero para
impedir que se suelten. El casco de bronce es del tipo Etrusco-Corintio hallado
en Apulia, que aunque hay dudas de su uso a finales del siglo II a.C. aparece
en el Ara de Domicio Ahenobarbo. Es interesante la mezcla de estilo griego en
el penacho con las carrilleras claramente itálicas.
Entrenamiento. Legio Prima |
“Panoplias de los legionarios romanos del
Siglo II a.C.” Francisco García Campa – Bellumartis Historia Militar
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