De repente, con el consentimiento de Dios, se sueltan por todas partes los pueblos que habían sido convenientemente colocados y puestos alrededor de las fronteras del Imperio y, rotos los frenos, se lanzan contra todos los territorios romanos.
Este extracto de Historias (VII.22) de Orosio nos refleja la gravísima crisis que
soporto Roma en el Siglo III y que se vio agravado ya que “en el interior conspiran los usurpadores, resurgen las guerras civiles,
se derrama por todas partes gran cantidad de sangre romana”. Estos difíciles
momentos de crisis se conocen en la historiografía como la Anarquía Militar.
Esta nueva entrega de la serie de DF
sobre las Legiones Romanas comienza con un interesante análisis sobre “¿El apocalipsis
del siglo III?”. El interesante trabajo de Gonzalo Bravo nos da una
visión objetiva de la situación eliminando la visión tradicional que los
autores cristianos nos dieron de estos momentos de “crisis” para verlos como un
interesante periodo que permitió una serie de reformas que permitirían al
imperio sobrevivir durante más de un siglo. Como ejemplo de los efectos
positivos de algunos mandatos el artículo de Lukas de Blois nos muestra a “Galieno,
el emperador reformista (253-268)” y su
nuevo Ejército Móvil en el que la caballería
comenzaría a ganar el protagonismo en la estrategia defensiva romana, como os contamos
hace
poco en BHM.
En estos momentos de cambio, en lo que
todo se trasforma, no podría ser menos la indumentaria del soldado romano. En “Del
cingulum al balteus. El atuendo militar en el siglo III” gracias a
Graham Sumner conoceremos como se “barbariza” la indumentaria militar romana. Mientras
que en “La forja de la anarquía. El equipamiento militar romano del siglo III”
Jon Coulston nos muestra la adaptación de la panoplia
legionaria a los nuevos escenarios y a las nuevas tácticas de combate de
los “nuevos enemigos” que más bien son los de siempre, germanos y persas, pero
esta vez mejor organizados y liderados. Pero como ya os comente a la hora de
hablar de Galieno seria “La evolución de la caballería romana en el
siglo III” el arma que más se trasformó para adaptarse a los nuevos
entornos estratégicos. Maxime Petitjean es el encargado de mostrarnos como era
la caballería romana de esta época en un excelente artículo que os dará una
perfecta visón de los cambios en esta arma que tradicionalmente Roma había dejado
en manos de sus aliados.
Una
de las características principales de este periodo es el desarrollo poliorcética, tanto en el incremento de las fortificaciones
como en el desarrollo de las tácticas de
asedio, que Raúl Menéndez Arguín nos muestra en “Las fortificaciones romanas del siglo
III y la guerra de asedio”. Pero no todo eran luchas por tierra por lo
que no podemos olvidar el papel de “La flota romana altoimperial. Un arma estratégica
en tiempos de crisis” en donde David Soria Molina nos muestra a evolución
de la Armada
Romana al nuevo contexto geoestratégico.
Esta caótica situación con enemigos en
todos los frentes hizo necesario cambiar el arte de la guerra romano como nos
explica A. Raúl Menéndez Argüín en “La doctrina militar romana durante la
crisis del siglo III”. Como siempre la mejor forma de conocer a un ejército
es en el campo de batalla y en este número tenéis dos oportunidades. En “Como
topos. El asedio de Dura Europos” de David Soria Molina nos muestra la
dura lucha bajo tierra en las minas y contraminas durante el asedio esta
fortaleza en el curso medio del río Éufrates. Mientras que Michael Geschwinde
en “La
batalla olvidada” nos lleva a los bosques alemanes para conocer la expeditio germánica del emperador Maximino
Tracio en los alrededores de Hazhorn.
Para finalizar no puede faltar una visión
humana del soldado, alejándonos del campo de batalla para conocer “El día
a día del legionario” gracias a Paul Elliott y a Sabino Perea Yébenes “Religión
y creencias en los campamentos. Entre los cultos públicos y la devoción privada”.
PARA SABER MÁS
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