Los
seguidores del Blog ya sabéis que tengo una íntima relación con el siete veces
cónsul, Cayo Mario, tras escribir mi primer libro sobre su vida y obra. Muchos
me preguntaron antes de leer el libro porque el título de Cayo Mario. El Tercer Fundador de
Roma pues
hoy os voy a contar quien fue el segundo Fundador que también surgió en un
momento clave para la supervivencia de la ciudad, su nombre es Camilo.
Poco
se sabe sobre este aciago momento para la historia romana, que se convirtió en
su hombre del saco en ese monstruo que amenazaría la tranquilidad de los
romanos para siempre como símbolo de la barbarie que venida del norte arrasaría
la civilización.
A
comienzos del siglo IV a.C. unos 30.000 guerreros senones, guiados por su caudillo Breno invadieron los territorios etruscos de la
actual Siena y atacaron Clusium.
Los habitantes de esta ciudad pidieron ayuda a Roma a la que no le unía ningún
tipo de pacto o alianza por lo que la respuesta del Senado fue enviar una
“comisión de investigación” para ver que sucedía y tomar una decisión. En plena
negociación Quinto Fabio, miembro de una familia patricia romana, mató a
uno de los lideres galos lo que hace que Breno exigió que se entregado por su
vil acto que rompía las mínimas normas de diplomacia (aunque sean barbaros los
pactos de negociación eran sagrados). La respuesta del Senado fue negarse a la
entrega y en vez de ser castigados son ascendidos en el cursus honorum como bien refleja Plutarco “Aquéllos que deberían
haber sido castigados fueron elegidos en su lugar para el año siguiente como
tribunos militares con poderes consulares”. Ante la falta de respeto y la
soberbia romana los senones deciden dirigirse al sur para destruir Roma y de
volverle la ofensa.
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| Batalla de Alia. Obra del amigo Sean O´Brogain para Osprey Publishing |
En
el año 390 a. C. o en el 387 a. C.
(según las últimas teorías), seis legiones romanas, conocidas como “hopliticas”
ya que empleaban unas tácticas muy similares a las de las falanges griegas (os
invito a escucharme en “El Ejército Romano antes de Cayo Mario” donde explico
la evolución de las legiones) fueron enviadas al rio
Alia para parar el avance galo. Los tribunos militares decidieron situar a las
tropas más débiles (peor armados ya que cada ciudadano se pagaba su panoplia)
en los flancos mientras que las tropas hopliticas se situaron en el centro. Breno
en una hábil táctica decidió centrar su ataque en los flancos y los 30.000 senones
trataron de rodear a los 20.000 legionarios. Esto hubiera sido imposible si los
flancos hubiesen permanecido estables pero los poco preparados y peor equipados
plebeyos comenzaron a retroceder y el pánico se apodero de los flancos. Las
mejores tropas permanecieron en su posición pero se vieron rodeados, pese
a su mayor experiencia y calidad no pudieron romper la masa barbara y fueron
masacrados.
Los
senones vencido a seis legiones romana en el río Alia dejando indefensa la
ciudad, ya que los mejores hombres fallecieron en las orillas del rio Alia. Las
formidables murallas construidas por el
rey Servio Tulio permitieron que los supervivientes de
la masacre y los ancianos defendieran la ciudad. Los muros resistieron durante
seis meses los continuos ataques y la ciudad fue salvada in extremis gracias a
las ocas del capitolio que alertaron de un ataque nocturno galo como ya
os hemos contado. Tan nefasta era la situación que las
autoridades habían ofrecido pagar un rescate de 1000 libras de oro, tal era la
superioridad gala que llegaron a trucar las balanzas para obtener un mayor
botín. Ante las quejas de Sulpicio, uno de los tres interreges que gobernaban la ciudad en ausencia de los cónsules,
Breno le contestó según Tito Livio “Ay de los vencidos” (Vae Victis).
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"Es con el hierro, no con el oro, como se libera la patria"
Momentazo historico que el gran Tancredi Scarpelli inmortalizó
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Pero
la afortunada llegada de Marco Furio
Camilo (446-365 a.C.), que vivía en Ardea debido a un exilio voluntario
tras un problema judicial por el reparto del tesoro de Veyes, a la cabeza de un
ejército de rescate. El nombrado en ausencia como dictador, mediante una lex curiata es decir mediante asamblea
popular, salvó a la ciudad con un ejército compuesto por los supervivientes de
Alia, ciudadanos huidos del asedio y por aliados.
Nada más llegar a Roma alegó ante Breno que el
acuerdo con los interreges no tenía valor, debido a que él era el dictador, es
decir máximo magistrado. Según la leyenda dijo “Non auro sed ferro liberanda est
patria” en castellano “Es con el hierro, no con el oro, como se libera
la patria”. Tras esto se enfrentó a los galos venciéndoles fácilmente y
liberando a sus conciudadanos del largo asedio y del deshonor de pagar por su
libertad. En el desfile triunfal fue aclamado por los romanos con títulos como:
“el padre de la patria” “el otro Rómulo” o el de “Conditor alter urbis” es decir el segundo fundador de Roma ya que
no hay dos sin tres.
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El triunfo de Marco Furio Camilo
Francesco Salviati 1545. Sala dell'Udienza. Palazio Vechio. Florencia
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De
hecho las únicas fuentes son Plutarco en sus Vidas Paralelas, volumen II sobre Camilo y la obra de Tito Livio Ab Urbe Condita nos muestran esta versión de los hechos, aunque estudios historiográficos más recientes
creen que es una leyenda para lavar la imagen romana ante el hecho de que
fueron salvados por un ejército etrusco, pero quien puede saber la verdad. Por
ciertos la derrota de Alia llevo consigo la
aparición de la Legión Manipular con la que Roma haría
su Imperio.
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