Esta semana saldrá publicado mi primer libro, “Cayo Mario, el Tercer Fundador de Roma”,HRM Ediciones, y como anticipo os
invito a conocer el Ejército Manipular Romano. Esta ilustración que encabeza el
artículo es Ángel García Pinto y forma parte del libro.
Para
comprender el ejército de la República Media, que sería el que se encontraría
Mario, es esencial la obra de Tito Livio (VIII, 8.3-8) y de Polibio (VI,
21-23). Es necesario destacar que el autor griego Polibio describe la
organización de las legiones contemporáneas, mientras que Tito Livio nacido en
el 59.a.C. nos habla de una estructura militar de tres siglos antes. No es
fácil conocer como fue esta transición de un ejército de tradición hoplita a la
organización flexible manipular...
Situla de Certosa. Wikicommons |
Algunos
autores defienden que el abandono de las tácticas de lucha hoplita, con una
diferencias ya comentadas frente a la tradicional griega, se debe a la derrota
en la batalla de Alia contra los
galos (año 387 a.C. según los estudios actuales frente al 390 apuntado por Marco
Terencio Varrón). Pero parece poco lógica esta opción debido a que los galos
desconocían totalmente este tipo de táctica de combate por lo que debió ser
usada en enfrentamientos con algún pueblo que la emplease. El primer resto
arqueológico, datado en el siglo V a.C., en el que se representa la lucha manipular es la
conocida como situla de Certosa
perteneciente a los vénetos
asentados en el norte de la península itálica. En este recipiente metálico para
ofrendas de agua y leche a los dioses entre los distintos escenas grabadas en
él destaca un desfile de guerreros en una ceremonia funeraria, en él que cada
uno de los distintos soldados con lanza de hoplita aparecen equipado con
distintas panoplias: los primeros infantes portan largos escudos ovalados con un refuerzo en el centro y cascos de
discos con remaches; en la segunda son cuadrados con las esquinas redondeadas y
la tercera línea con unos aspis de
influencia griega. Tras estos aparecen cuatro soldados solo con túnicas y casco cónico con solo un hacha a la espalda
podrían ser las tropas ligeras que
tendrían una función de rematar con su hacha a los enemigos heridos.
Pero
no sería esta influencia de los pueblos véneto-ilíricos la que marco el cambio
en la táctica de combate romana sino sus vecinos los samnitas. Esta tribu itálica asentada en el samnio, una región
montañosa que rodea por el sur y el oeste el Lazio, se enfrentó en tres guerras
contra la ciudad de Roma a lo largo de la segunda mitad del siglo IV y
principios del III a.C. La orografía de esta territorio hacia que la formación
en línea hoplita fuese ineficaz ya que precisa de grandes terrenos llanos para
su despliegue por lo que era preciso dotarse de una formación más flexible,
como era la que utilizaban sus enemigos, se podría decir “copia a tu enemigo
para vencerle” algo que los pragmáticos romanos hacían compatible con su
conservadurismo en otras facetas de su cultura.
Las
fuentes clásicas no dejan lugar a dudas de que serían estos enfrentamientos los
que darían lugar a los cambios en la forma de luchar de los romanos como en la
equipación que se haría característica del periodo bajo republicano.
Salustio
en su obra Bellum Catilinae (LI, 38)
establece las guerras samnitas como el momento de abandono de la falange y la
aparición de la táctica manipular destacando el carácter práctico del pueblo
romano al tomar aquello de sus enemigos que le parece mejor que lo propio, describiéndolo con estas palabras “Las
armas defensivas y las armas militares de ataque las tomaron de los samnitas,
muchas insignias de los magistrados de los etruscos. En resumen, lo que parecía
idóneo en todas partes, entre los aliados o entre los enemigos, lo seguían en
su país con sumo afán; preferían imitar las cosas buenas que envidiarla”. También un texto de Ateneo (Deip. VI)
confirma esta costumbre romana de ir tomando ideas de los pueblos con los que
entraba en contacto “Pues a la vez que salvaguardaban sus costumbres
ancestrales, trasplantaban desde los pueblos a ellos sometidos cualquier
vestigio de un género de vida noble que hallaban... de los samnitas aprendieron
el uso del escudo oval y de los iberos el del pilum...”
Samnitas en una tumba de Nola s. IV a.C. |
Es
indiscutible el origen samnita de esta nueva forma de combate romana pero
existen grandes dudas del momento exacto de este esencial cambio que crearía un
ejército que conquistaría gran parte del Mediterráneo. Sería en el 340 a.C.
según Tito Livio cuando describe al ejército romano dividido en razón a
criterios no económicos (aunque el reclutamiento está limitado a los que
superen un nivel de renta) sino de edad y experiencia, y en la que el escudo
hoplita (aspis) es sustituido por scutum oval. Sin embargo el hecho de que
en el 340 a.C. se haya empleado, no significa que el cambio surgiera en este
periodo. Entre los autores que discuten la aparición de la estructura manipular
y de su panoplia característica en las guerras samnitas destaca Cornell (1999,
pág. 223), el cual entre otros argumentos, retrotrae a finales del S.V a.C. el
abandono de la formación y armas hoplitas en el 406 a.C. (Dionisio de
Halicarnaso 14, 16,5) o hacia 390-387 a.C. con la reforma de Camilo tras la derrota ante los galos (Plutarco 1821, 40,3-4).
El
término manipular procede del termino latino manipulo, que significa “manojo”. Esto deriva de que las primeras
legiones romanas usaban como estandarte un haz de heno enrollado en un mástil
por lo que con el tiempo el término se trasladó a la unidad de soldados que
combatían bajo un mismo estandarte. Tras el abandono del sistema hoplita, las
legiones comenzaron a usar una nueva organización táctica, es decir unidad
básica de combate, compuesta por dos centurias, unos 120 por manipulo. Cada
centuria comandada por un centurión y su suboficial, optio, además de portaestandarte y músicos que transmitían las
ordenes de los mandos. Las dos centurias que constituían un manípulo se
situaban una detrás de la otra en el frente de batalla y así se conocía a su
dos oficiales como prior y posterior.
Orden de batalla legión manipular. Wikicommons |
Gracias
a los manípulos la legión ganó gran flexibilidad para cambiar de formación
según las necesidades en vez de ofrecer un frente lineal al enemigo. La clave
del éxito de esta nueva formación de batalla era la disposición en damero, en la que los manípulos se desplegaban en
varias líneas, acies, de tal forma
que una tapaba los huecos de la anterior, estos espacios entre los distintos manípulos de una línea permitían en el
caso que fuese necesario a la línea posterior avanzar y ocupar el frente de
batalla. Esta nueva disposición de las unidades era más eficaz que la larga
línea de la falange griega para combatir a pueblos de zonas montañosas como los
Apeninos y contra los galos. Los investigadores actuales denominan a este
despliegue como quincux, una
disposición geométrica de cinco piezas formada por cuatro elementos formando un
cuadrilátero, al que se añade un quinto elemento en el cruce de sus diagonales,
similar al número cinco de los dados.
Como
ya hemos visto, Tito Livio mencionó que en el siglo IV Roma dejo de usar el
criterio censitario para establecer las distintas clases de unidades y sería el
criterio de edad y experiencia el usado para que un soldado perteneciese a una
u otra acies, cada una de estas con
sus armas y técnicas propias de combate. Para conocer mejor las distintas
clases de unidades que conformaban la legión manipular tenemos que acudir a las
obras de Tito Livio y de Polibio citadas anteriormente.
Según
el autor romano, el ejército de finales del siglo IV a.C. se organizaba en manípulos de la siguiente
manera: tras una pantalla de infantería ligera, leves, se desplegaba la primera línea de infantería pesada, los hastati. Tras ellos los princeps, hombres principales, y tras
ellos los hombres de tercer rango, Triarii
que eran los más veteranos. Aunque Tito Livio y el griego Polibio coinciden en
la descripción del ejército manipular, se debe tener en cuenta que el
historiador romano es posterior en el tiempo al griego y si bien debió usar su
obra para escribir la suya, difieren en lo siguiente: Tito Livio menciona dos
grupos más dentro de la tercera línea, los rorarii
y los accensi que según Varrón (De Lingua Latina, VII) serían infantería
ligera y esclavos. Y además según el romano cada línea tendría 15 manípulos
mientras que el autor griego defiende que solo diez.
Cada
uno de los hombres según Polibio tendría unos dos metros cuadrados para poder
combatir, es decir lanzar la jabalina y esgrimir su espada lo que excluye una
visión de formación cerrada al estilo hoplita. Tanta amplitud de combate podría
crear enormes frentes de batalla si se desplegasen los manípulos en anchura por
lo que la opción más lógica era la creación de varias líneas de profundidad. Al
no existir una descripción de la distribución de las filas los investigadores
defiende que dependía de la decisión del general y también del tipo de unidad.
Los asteros y príncipes distribuirían los manípulos en seis líneas de
profundidad y 20 filas de anchura y los triarios en solo tres filas al ser la
mitad de efectivos que las otras clases. Teniendo en cuenta que cada soldado
tiene dos metros multiplicado por 20 hombres desplegados cada manipulo tendría
un frete de batalla de 40 metros, lo que haría que toda la legión teniendo en
cuenta los espacio vacíos entre manípulos tuviese alrededor de 800 metros de
despliegue frente al enemigo. Esta gran frente de combate parece similar a la
hoplita pero la disposición manipular permite cambiar fácilmente la profundidad
del damero gracias al sistema quincuecenal
de distribución.
El
número de efectivos fue cambiando a lo largo de la Republica según las
necesidades y posibilidades de reclutamiento. La ventaja del sistema manipular
es que se podía aumentar o disminuir las unidades modificando la profundidad de
las líneas sin alterar el frente de batalla. Por lo que a lo largo de las
guerras las legiones romanas iban alterando su cantidad efectiva de
combatientes sin que se pueda hablar de un número teórico de combatientes pero
según Polibio (VI,20) a mediados del siglo II a.C. este sería el ejército que
se encontraría Mario durante sus mandatos: una legión manipular estaría
compuesta de la siguiente manera: 1.200 hastati,
1.200 principes, 600 triarii, y mil velites (infantería ligera) mas 300 caballeros, equites, debido a que según Mommsen
“cada manipulo se subdividía en dos centurias de sesenta hombres para la
primera y segunda línea, -asteros y príncipes- y de treinta para la tercera de
triarios”.
Cada
una de estas líneas u ordines estaba
armada con una equipación característica para realizar distintos papeles en el
combate, desde una infantería ligera a una pesada similar al hoplita. Como ya
hemos visto su despliegue en el campo de batalla facilitaba el movimiento de
unidades ante las necesidades de refuerzo o combate frente a cierto tipo de
enemigos. A continuación conoceremos cada una de esas líneas y su panoplia
característica que aportaba ciertas ventajas e inconvenientes en el combate
pero que se complementaban con las de otra.
Velites. Grupo Legio Prima |
Los
velites tenían una misión de escaramuzadores y
combatían en formación abierta por delante del resto de la legión combatiendo
contra sus similares o desorganizando el avance enemigo con una lluvia de
proyectiles. Reclutados entre los hijos de los propietarios menos pudientes,
estaban armados con una espada, seis o siete jabalinas y protegidos con un
escudo circular de un diámetro de cerca de un metro. Las jabalinas eran muy
ligeras y de un grosor de apenas 2,5 cm. Lo que les hacia ideales como
arrojadizas pero inútiles para el combate cuerpo a cuerpo, para lo que
empleaban su espada mientras agarraban tras el escudo los proyectiles.
Los hastati eran
la primera línea de combate de la formación en damero tras la retirada de los
vélites. Era también jóvenes pero de familias más acomodadas por lo que podían
permitirse una mejor panoplia, estaba compuesta por un pectoral, kardiophilax, disco-coraza de bronce
además de un scutum oval de unos 120
cm de altura. Cuando el enemigo se acercaba los enemigos los hastati lanzaban sus dos jabalinas y
sacaban su espada para o bien cargar contra ellos o esperar tras sus escudos la
primera oleada. Una duda sobre el porqué de su nombre asteros es decir “hombres
de lanza” si carecían de ella ya que portaban solo jabalinas. Entre las distintas
teorías sobre esta paradoja, la más factible es la que propone que en su origen
solo la primera línea de hastati
tenia proyectiles y las demás lanzas largas, conocidos como hastae velitares y hastae longae respectivamente. En el siglo II a.C. se generalizo el uso de la cota de malla por lo que la diferencia con la siguiente linea era solo en veterania.
Princeps. Legio Prima |
Los
principes eran ya jóvenes curtidos en batallas
rondando los treinta años de edad y que podían permitirse la compra de una cota
de malla, lorica hamata, el resto de
la panoplia era la misma que la de los asteros. Situados normalmente tras la
línea de los hastatii avanzaban
cuando era necesario para reforzar u ocupar el frente abandonado por la
retirada de estos últimos, aunque a veces ante una derrota clara de los más
jóvenes se solían situar ya en primera línea antes de iniciarse el combate
como aconteció en el 181 a.C. contra los
ligures. Esta última seria la posición original de los príncipes como se deriva de su significado literal e incluso hasta
finales del siglo III a.C. portaban todavía una lanza, hasta longa, como fue el caso de las Guerras Pírricas.
Los Triarii,
eran los veteranos curtidos en batallas que
esperaban “rodilla en tierra” mientras combatían las demás líneas (Livio VIII) como último baluarte romano. De hecho la
expresión " La lucha llega a los
triarii" venía a significar que la batalla se puso muy complicada ya
que los triarios debieron proteger con su muro de lanzas la retirada y
reorganización de sus compañeros. También se le conoció como pilani lo que motivo que ciertos autores
defendiesen el uso de pilum,
jabalinas antes que empleasen las lanzas. Pero esta posibilidad se basa en una
confusión en la traducción ya que también pila
es el plural de pilum como columna o
pilar, es decir serian la base de la legión, de esto deriva el término
centurión primpilo, primus pilus.
Triarii. Legio Prima |
En
las alas de esta formación en damero se situaban tanto la caballería legionaria como los contingentes
aliados, socii. Cada legión estaba apoyada por un número de infantería
aliada igual a sus efectivos romanos pero en el caso de la caballería además de
los 300 equites romanos se solían
desplegar según Polibio el triple de aliados.
Tras
esta breve visión de la evolución del ejército romano nos encontramos ante el
modelo de legión manipular que modificaría Cayo Mario, convirtiéndolo en la
base del ejército imperial romano durante varios siglos. ¿Fue una verdadera
revolución militar como se había defendido en la historiografía clásica o la
oficialización de una serie de cambios que se fueron produciendo poco a poco en
el seno del ejército durante el siglo II a.C.? La respuesta la iremos descubriendo
a lo lago de la vida de Mario y de la evolución político social de Roma.
Aunque en esta introducción ya hemos
visto que los distintos cambios en la organización militar romana se debieron a
largos procesos más que a auténticas decisiones legales de un gobernante.
“El Ejército Manipular Romano” Francisco García
Campa – Bellumartis Historia Militar
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