El USS Pueblo por Richard DeRosset |
Ahora que EEUU y Corea del Norte vuelven a echar
su acostumbrado pulso y a golpearse el pecho en sendos alardes de fuerza. Jorge
Alvarez nos recuerda un interesante acontecimiento que en el 2018 cumplirá
medio siglo: el único buque de la armada estadounidense que se mantiene oficialmente
capturado está en poder de los norcoreanos. Se trata del USS Pueblo.
El USS Pueblo era -es- un navío de la clase Banner,
formada por barcos de investigación medioambiental que en los años sesenta
fueron reconvertidos en unidades de comunicaciones y señales electrónicas.
Es decir, que aunque de cara al exterior tenían una misión de análisis meteorológico
o de señalización, en realidad se utilizaban para labores de espionaje:
Los había de dos tipos: los llamados AGTR
(Auxiliary,
General, Technical Research), que eran
cargueros tipo Liberty y Victory de la II Guerra Mundial
debidamente modificados, y los AGER (Auxiliary General Environmental Research),
más pequeños; a este segundo grupo pertenecía el USS Pueblo junto al USS
Palm Beach y el USS Banner...
USS Pueblo cerca de San Diego, 19 octubre de 1967 USN 1129208 |
El buque fue botado en Wisconsin en 1944 para
el Ejército, destinado primero a flete y pasajeros, para después cambiar a
flete y suministros, si bien se utilizaba para que practicasen los guardacostas.
Retirado del servicio en 1954, pasó por un breve período dedicado a cargas
antes de dedicarse a misiones de inteligencia en la primavera de 1967 bajo la
designación AGER 2, nombre derivado del programa conjunto de espionaje
que compartían la US Navy y la NSA (National Security Agency, la agencia de
información creada por Truman en 1952 y cuya existencia se mantuvo en secreto
hasta 1970). ¿A quién debía espiar el USS Pueblo? A Corea del Norte,
hacia cuyas aguas zarpó de la base naval de Yokosuka, en Japón, el 5 de
enero de 1968.
Su misión principal era vigilar los movimientos
de la armada soviética a su paso por el Estrecho de Tsushima (el que
separa la península coreana del archipiélago nipón), pero también registrar las
señales electrónicas procedentes del país asiático, con el que los
norteamericanos mantenían un estado de tensión constante desde la guerra que
las había enfrentado en la primera mitad de los años cincuenta. No se tomó
ninguna medida de ocultamiento porque, según el comandante Lloyd M. Bucher,
estaban en aguas internacionales; por eso no prestaron mayor atención a un
cazasubmarinos y dos pesqueros norcoreanos que les avistaron el 20 y el 22 de
enero respectivamente. Pero el día 23 se presentó otro cazasubmarinos
exigiendo al barco estadounidense identificarse y parar los motores.
Últimas posiciones reportadas del USS Pueblo. Wikicommons |
La respuesta fue realizar varias maniobras
evasivas que no dieron resultado a causa de la mayor velocidad del adversario,
que además pronto se vio reforzado por tres lanchas torpederas y dos MIG-21.
Entre todos, después de dos horas de jugar al gato y al ratón y tras realizar
las lanchas varios disparos de advertencia, rodearon y abordaron al USS
Pueblo, que no pudo defenderse porque sus ametralladoras estaban enfundadas
y necesitaban unos minutos para calentarse y quedar operativas (después se supo
que, encima, sólo uno de los tripulantes había sido entrenado en su manejo).
La tripulación empezó a destruir documentos
frenéticamente pero había tantos que no dio tiempo a hacerlo con todos y buena
parte terminó cayendo en manos enemigas. Y así, pese a que se enviaron SOS y se
le prometió ayuda, la distancia hizo imposible llevarla a cabo; el USS
Pueblo fue obligado a seguir a sus captores y la cosa fue a peor cuando a
12 millas de la costa se negó a continuar y recibió una ráfaga de disparos que
mataron al marinero Duane Rogers. La razón de esa negativa estaba en el
diferente punto de vista aplicado por cada parte para la consideración del
concepto de aguas territoriales: EEUU reconocía sólo las citadas 12
millas estipuladas internacionalmente, mientras que Pionyang las extendía a
50, de ahí que considerase legítima su intervención. El caso es que los
marinos estadounidenses fueron transbordados con las manos atadas y los ojos
vendados, sufriendo un trato violento, según declararían más tarde, aunque lo
peor de dichos maltratos llegaría después, cuando ya estaban internados en
campos de prisioneros y los norcoreanos les hicieron las clásicas fotos
propagandísticas descubriendo que los ocho que habían posado estaban haciendo peinetas
disimuladamente.
La situación era especialmente tensa porque el 22 de enero se había
producido un atentado contra Park Chung-hee, presidente de Corea del
Sur, cuya residencia fue asaltada por 31 miembros de la Unidad 124 de las FOECN
(Fuerzas de Operaciones Especiales de Corea del Norte); no lograron su objetivo
pero el enfrentamiento fue estentóreo, falleciendo 29 de los asaltantes y
provocando a su vez 30 muertos (incluyendo 4 estadounidenses y 24 civiles) y 66
heridos. Por si la cosa no estuviera bastante liada, el 31 del mismo mes dio
comienzo también la Ofensiva del Tet en Vietnam, hecho que Lyndon
Johnson consideraba coordinado con los anteriores si bien no todo su equipo
opinaba igual.
El USS Pueblo fue anclado en el puerto de Wonsan, tal
como desvelaron las fotos de un avión espía, mientras el comandante se veía
obligado a redactar una confesión pública de culpabilidad para evitar
represalias sobre sus hombres, ya que las negociaciones para su rescate,
llevadas a cabo en la localidad de Panmunjom, punto neutral en tierra de nadie donde ya se había
tratado el armisticio de 1953, se prolongaron mucho (once meses nada menos).
Ello se debió, entre otras cosas, a que los delegados norcoreanos no tenían
autorización para tomar decisiones y debían volver siempre a Pyongang a consultar
las propuestas para luego regresar con la contestación. Además, los
norteamericanos negociaron en solitario, lo que irritó a sus aliados de Corea
del Sur.La tripulación regresa a casa, 23 de diciembre de 1968. Wikicommons |
Finalmente se alcanzó un acuerdo por el
que EEUU admitía públicamente haber espiado y pedía disculpas comprometiéndose
a no hacerlo más, a cambio de la liberación de los ochenta y dos marineros.
Éstos fueron trasladados al célebre puente sin retorno -donde se
había hecho el intercambio de prisioneros tras la guerra- y se les concedió la
libertad atravesando dicho puente de uno en uno. Irónicamente, al llegar a su
país se encontraron con que se les iba a someter a un consejo de guerra
por revelación de información al enemigo, aunque finalmente el Secretario de la
Armada lo canceló. Lo que sí hicieron los marinos fue demandar al gobierno
de Corea del Norte que, por supuesto, ignoró la causa; la cosa se prolongó
y ya en pleno siglo XXI se intentaba reunir la indemnización decretada por el
juez a partir de cuentas bancarias del país asiático que habían sido congeladas
por EEUU a raíz de sus últimos choques.
¿Y el USS Pueblo? Se quedó en tierra extraña. Lo
cambiaron de puerto varias veces hasta que a finales de 2012 se decidió su
ubicación actual en un dique seco del río Botong, junto al Museo de la
Guerra Patria de Liberación, de reciente creación. Ha sido restaurado y hoy
constituye una atracción turística; curiosamente, Pyongang ha ofrecido varias
veces su devolución siempre que un mandatario de primer nivel estadounidense
les visite para gestionarlo, pero hasta el momento no ha habido respuesta. Dado
el cariz que han tomado las relaciones entre ambos países, parece que el futuro
del barco es seguir donde está.
USS Pueblo en el Museo de la Guerra Patria de Liberación en Pyongang, Kristoferb |
DOCUMENTAL DE US NAVY SOBRE EL USS PUEBLO
VISITA AL MUSEO - USS PUEBLO
BIBLIOGRAFÍA:
-Wikipedia.
“USS Pueblo, el barco estadounidense capturado por Corea
del Norte”
Jorge
Álvarez – Bellumartis Historia Militar
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