Hoy Xavier Adriá nos adentra en el desconocido arte marcial otomano con el que se solucionarían muchos de los problemas: un buen bofetón.
Llamado Osmanli tokati, traducido como bofetón otomano aunque realmente no
es un bofetón. Es el nombre que recibe una técnica de combate otomana, cuando el
combatiente esta desarmado o no usa ninguna arma, los soldados otomanos, en
especial los de élite como los jenizaros,
eran entrenados en aprender a defenderse también sin armas...
Se les entrenada para endurecer
sus manos y dar golpes bastante fuertes, practicaban golpeando arcilla, corteza
de árbol, algunos dicen que inclusive mármol, la leyenda a veces dice que los
mejores podían romper cráneos. La técnica tambien requería agilidad y que el
luchador fuera rápido. Consistía en que durante la lucha, inmovilizaras al
oponente, si iba armado, teniendo que agarrarle por la muñeca fuertemente inmovilizandolo,
con un movimiento bastante rápido, obligando al oponente a soltar la espada u
arma que tuviera sostenida en esa mano, a
veces se empleaba ambas manos. Posteriormente, alzando la mano a 150º o lo que
podías, con la palma por supuesto abierta, le debías de propinar un fuerte
golpe en la cara.
El primer golpe, si era bien dado,
dejaba aturdido al oponente, los buenos golpeadores daban un segundo golpe de
remate, que si era más fuerte que el primer golpe pues dejaba por los suelos al
adversario y a la total merced de su oponente. Algunos golpes demoledores se dirigían
a la mandíbula, con consecuencias fatales, si la persona tenia suerte pues
perdía la conciencia y era dejado en el lugar, en caso de que su adversario
tuviera un arma o la arma propia del otro, la podía usar para matarlo, aunque
se da el caso que el que te retenía si era un gran luchador, podía partirte el
cuello aprovechando tu estado de debilidad, si era misericordioso pues acababas
hecho prisionero.
Se cree que la práctica tiene sus
orígenes hasta donde se sabe, en el Asia Central entre los ancestros de los
turcos otomanos, se empleaba todo el brazo como un pivote para golpear al
oponente en las partes más vulnerables de la cara. Llego a Anatolia con las
tribus turcas seljuks, vista en uso
entre los ghazis (guerreros que
participan en expediciones fronterizas o veteranos de guerras) que luchaban
contra bizantinos y principados armenios.
En el ejército otomano, empezó a
ser usada por los azabs, soldados de
infantería ligera, que practicaban el osmanli
tokadi como se señaló anteriormente, golpeando objetos de diferentes tipos,
el golpe podía ser mortal y bastante dañino, según la parte elegida a ser
golpeada, por ejemplo la nariz, bajo la mandíbula, los oídos etc.
Deliler otomanos |
Los soldados otomanos en la Edad Media
estacionados en los Balcanes, en zonas
con más conflictividad, empleaban esta tecnica, especialmente los soldados deliler, soldados de caballería ligera,
reclutados entre los turcomanos y ghazis. Estos guerreros vestían piel de oso,
lobo, llevaban brazaletes de piel de vaca, lucían plumas y alas de aguila para
dar una apariencia más terrorífica en las batallas, inclusive empleando como
armas rudimentarias a los colmillos y dientes de los osos, en la batalla de
Mohacs en 1526 se señala que los cadáveres de los que habían sido muertos por
los delilers tenían marcas de golpes,
fracturas y los cráneos rotos.
Los mejores golpeadores eran
considerados los Bashi Bosuk (cabezas
estropeadas), eran soldados irregulares, de orígenes turco, árabe,
circasiano, albanés y bosnio, considerados aventureros indisciplinados. habían aprendido a emplear el osmanli tokadi inclusive a galope, lo
que convertía a la técnica en doblemente mortal.
Un dato a tener en cuenta, se
consideraba que en combate, no solo se tenía que infligir un daño fisico sino
psicológico al adversario y sus compañeros, se hacia hincapie que el primer
golpe tenía que ser bastante sonoro, una forma de enviar una advertencia y a la
vez de humillar al adversario.
Para acabar unas anécdotas otomanas:
en 1634 dos jenizaros intentaron asesinar al gran visir, la segunda persona más
poderosa después del padisha ( el
sultan otomano), en aquel entonces Murad IV era el sultán, según se cuenta, mató
a los 2 jenizaros empleando el osmanli
tokadi. Otras anécdotas cuentan que los bomberos y vigilantes de ciudades
otomanos la empleaban como método para tranquilizar a camorristas. En la
actualidad los turcos originarios de las zonas rurales de Anatolia, alguno que
se haya afincado en Alemania u en otros lados, han tenido la fama de dar
bofetones a cualquier atrevido o maleducado que les haya insultado.
Una imagen vale más que mil palabras, este vídeo no tiene
perdida.
“Osmanli tokati, el bofetón
otomano” Xavier Adriá – Bellumartis Historia Militar
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