La Historia es maestra de la vida y
muchas veces los hechos demuestran que poco se ha aprendido de ella. Si a lo
largo de los tiempos ha existido un pueblo que sea enfrentado a todos aquellas
potencias extranjeras que pasaron por su territorio, los afganos han sido los
más guerreros.
Un país inhóspito, desértico y
montañoso con una altura media superior a los 2000 metros por encima del nivel
del mar es un escenario perfecto para la guerra defensiva. Los distintos clanes
y señores de la guerra ven el poder central como una amenaza especialmente cuando
este es controlado por una potencia extranjera o contraria a sus intereses políticos
o religiosos...
En las últimas décadas este país asiático
fue el objeto de un juego geoestratégico entre la URSS (y su sucesora Rusia) y
los EE.UU. por el control de este territorio clave en el ajedrez de Oriente
Medio. Tras un inicio avasallador en el que se imponía la superioridad técnica (Shock
y Pavor), el control del país se convierte en una tarea ardua y desmoralizante.
¿El Pentágono sabía lo que había sucedido al Imperio Británico en sus intentos
de controlar a los afganos?.
Si no lo sabía tendría que haber leído el
excelente libro de William Dalrymple,
pero fue una pena que lo publicase en ingles en el 2013, cuando ya habían entrado
en Afganistán y aprendían de sus propios errores. En esta obra del historiador
y periodista escoces nos sumergimos en pleno siglo XIX con los 20.000 soldados británicos
e indios
de la Compañía Británica de las Indias
Orientales en la Primera Guerra Anglo-Afgana.
En la primavera de 1839 como si de un
desfile se tratase las casacas rojas y sus tropas coloniales cruzaron las
montañas para reinstaurar en el trono a Shah
Shuja al-Mulk de la Dinastia Durrani. El motivo era que el Emir Dost Mohammad Khan de la dinastía Barakzai
había comenzado una política de acercamiento con Rusia que cambia las
reglas del Gran
Juego en Asia entre las potencias europeas. Pero como es costumbre en
los afganos la resistencia comenzó dos años después en una violenta rebelión
que cercó a los británicos y el ejército real en Kabul y las grandes ciudades,
mientras el resto del territorio estaba en manos de los afganos.
“El retorno
de un Rey” nos muestra de forma pormenorizada la mayor derrota
sufrida hasta ese momento por las tropas coloniales británicas en su retirada
hacia la India, más de 16.500 muertos. Ya hace tiempo en BHM os hablamos de la
obra de la
pintora Lady Butler que refleja la llegada de uno de los escasos supervivientes
en “Remanants
of a Army”. Para completar el relato no solo bélico sino también diplomático
y geopolítico, nos ofrece por primera vez no solo las fuentes británicas sino también
los archivos rusos y afganos.
Al comienzo del libro Dalrymple hace
una reflexión que resume perfectamente la situación actual y las venideras en
ese compleja Tierra de los Afganos, Afganistán:
“Los afganos fueron tomados por
meros peones en el tablero de ajedrez de la diplomacia occidental, dispuestos a
ser sacrificados a voluntad. Esta política sembró un precedente que será
emulado por diferentes potencias, en numerosas ocasiones, durante los años y
décadas siguientes; y en cada una de dichas ocasiones los afganos demostrarían
ser capaces de defender su inhóspito territorio con mayor eficiencia de la que
cualquiera de sus futuribles manipuladores pudiera haber sospechado”
Ficha Técnica:
Autor: William Dalrymple
Nº de páginas: 464 págs. + 32 en
color
Encuadernación: Tapa blanda
“El retorno de un rey” reseña de
Francisco García Campa – Bellumartis Historia Militar
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