SMS EMDEN CAÑONES EN EL PARAÍSO, AUDIO

 


SMS Emden ("El Barco de Su Majestad Emden") fue el segundo y último miembro de la clase de cruceros ligeros Dresden construidos para la Armada Imperial Alemana (Kaiserliche Marine). Llamado así por la ciudad de Emden, se estableció en el Kaiserliche Werft (Astillero Imperial) en Danzig en 1906. El casco fue botado en mayo de 1908, y completado en julio de 1909. Tenía un barco gemelo, el Dresden. Como los anteriores cruceros de la clase Königsberg, el Emden estaba armado con diez cañones de 10,5 cm y dos tubos de torpedo.

 

El Emden pasó la mayor parte de su carrera en el extranjero en el escuadrón alemán de Asia Oriental, con base en Tsingtao, en la concesión de la bahía de Kiautschou en China. En 1913, Karl von Müller tomó el mando del barco. Al estallar la Primera Guerra Mundial, el Emden capturó un vapor ruso y lo convirtió en el incursor del comercio Cormoran. El Emden se reincorporó al Escuadrón de Asia Oriental, y luego fue separado para un ataque independiente en el Océano Índico. El crucero pasó casi dos meses operando en la región, y capturó casi dos docenas de barcos. El 28 de octubre de 1914, el Emden lanzó un ataque sorpresa a Penang; en la batalla de Penang resultante, hundió el crucero ruso Zhemchug y el destructor francés Mousquet.

 


Müller tomó entonces al Emden para atacar las Islas Cocos, donde desembarcó un contingente de marineros para destruir las instalaciones británicas. Allí, el Emden fue atacado por el crucero australiano HMAS Sydney el 9 de noviembre de 1914. El barco australiano más poderoso rápidamente infligió graves daños y obligó a Müller a encallar su barco para evitar el hundimiento. De una tripulación de 376 personas, 133 murieron en la batalla. La mayoría de los supervivientes fueron hechos prisioneros; el grupo de desembarco, dirigido por Hellmuth von Mücke, se apoderó de una vieja goleta y finalmente regresó a Alemania. El pecio de Emden fue rápidamente destruido por la acción de las olas, y fue desguazado en la década de 1950.




Esta historia te la cuenta mucho más detallada y con su estilo particular, Antonio Gómez en este audio.



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