“Si pudiera salvar la Unión sin
liberar ningún esclavo lo haría, y si pudiera hacerlo liberando a todos los
esclavos, lo haría…”
Esta
frase de Abraham Lincoln en agosto de 1862 demostraba cual era el verdadero motivo
de la Guerra de Secesión, mantener a
toda costa los Estado Unidos de América. De hecho el deseo de Robert E. Lee y
de gran parte de la Confederación era lograr una victoria estratégica que
obligase a los políticos de Washington D.C. a renegociar los términos de la Unión.
Para forzar esta negociación la
Confederación llevó la guerra al Norte tras la exitosa defensa de Richmond. El
encuentro del Ejército de Virginia del Norte con las tropas del Ejército del
Potomac, comandado por George B.
McClellan, se produjo el 17 de septiembre cerca de Sharpsburg, en el condado de Washington, Maryland,
en los alrededores del riachuelo
Antietam.
El
número
43 Antietam
1862 de Desperta Ferro Historia Moderna conoceremos como siempre el
contexto político y militar previo a la batalla. El artículo “El norte frente al Sur en vísperas de Antietam”
de Christopher M. Gwinn nos muestra cómo
se desarrolló la campaña de la Península de Virginia por el Ejército de Potomac
y los planes de la Confederación para contraatacar, sin olvidar la compleja “cuestión
de la esclavitud” que hasta ese momento no era un objetivo principal del
Gobierno de Washington como vimos al comienzo de esta reseña. Entre las
distintas opciones D. Scott Hartwig nos cuenta “La apuesta de Maryland”
y como fue la invasión confederada en septiembre de 1860.
La
batalla dio comienzo al amanecer (sobre las 5:30 de la mañana) del 17 de
septiembre con un ataque del Cuerpo I bajo el mando de Joseph Hooker, en
un maizal al norte de Sharpsburg. En “Los muertos yacen en hileras” Ethan
S. Rafuse como fueron los duros combates en la llamada “carnicería del maizal.
Entre los soldados que se desplegaron en este campo de batalla estaban los hombres
de “La
brigada de Texas” que movidos por la defensa de su honor, reputación y
de su hogar acudieron a miles de kilómetros para luchar por sus vecinos del
Sur, como nos cuenta Charles David Crear.
Al
mediodía el frente de batalla se movió a Sunken Road donde se dirigió “El
ataque del II Cuerpo” del general Edwin V. Summer contra las tres
divisiones unionistas de D.H. Hill, allí atrincheradas. Por la tarde La acción se trasladó al extremo sur
del campo de batalla. El plan de McClellan consistía en que el mayor general
Ambrose Burnside y el Cuerpo IX realizaría un ataque diversificado para apoyar
el Cuerpo I de Hooker, tratando de atraer la atención confederada fuera del que
debía ser el principal ataque en el norte. Robert I. Girardi nos muestra cómo
fue “El
ataque del IX Cuerpo y la lucha por el puente de Burnside” y el cruce
de Antietam en el vado de Snavely.
La
sangrienta batalla de Antietam en la que se produjeron más de 22.000 bajas
entre los dos bandos, fue para muchos un empate pero cambio el transcurso de la
Guerra. En “La batalla que cambió el curso de la guerra” Brooks Simpson
nos muestra como consecuencia de esta batalla Lincoln proclamó la emancipación
de los esclavos y supuso un aviso al Sur de que las posibles negociaciones serán
con el guion del Norte.
Este
número como siempre está acompañado de numerosos mapas pero sobre todo de las magníficas
obras de arte de Don
Troiani y de Keith
Rocco, que os sumergirán en pleno campo de batalla.
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