Uno
de mis viajes pendientes es pasear por las estrechas calles y puentes que
cruzan los numerosos canales que como si fueran las venas y arterias alimentan
a la bella signora, Venecia. Desde la
lejanía de las imágenes y videos da la sensación de ser una ciudad que vive
parada en el tiempo en aquellos momentos de esplendor económico y también militar
que muchos de sus millones de visitantes desconocen.
Gracias al libro que acabo de leer, Venecia ciudad de fortuna, cuando tenga
el placer de pisar sus calles y plazas o internarme en los bellos palacios, lo
hare como si fuera un veneciano que regresa a la isla tras una larga estancia
en una de las muchas colonias que tuvo diseminadas por todo el mediterráneo
oriental. Con la obra de Roger Crowley, un experto en Venecia y
en los imperios navales, autor entre otros libros de Imperios del mar y El mar sin
fin, conoceremos el Auge y Caída del Imperio Naval Veneciano que logró
crear el stato da mar, una de las
mayores talasocracias de la Edad Media.
Unas pequeñas islas rodeadas de
pantanos y con escasas tierras cultivables no ayudaba al desarrollo económico de
los pueblos que se protegieron en ellas del caos reinante tras la caída del
Imperio Romano. Pero esa compleja situación hizo crecer en ellos un sentimiento
de solidaridad y unión que dio lugar a la Comuna, un sistema republicano con
cierta representación de los ciudadanos en la toma de decisiones, y a buscar
lejos de sus aguas las materias primas que necesitaban para subsistir. Un sistema
centralizado de comercio en el que la iniciativa privada era “dirigida” por la
comuna dio lugar a la creación de una de las mayores flotas navales, civil y
militar, de la Historia. Pero sería su participación en el transporte de los
miembros de la IV Cruzada y la conquista de Constantinopla la que daría lugar
al auge de esta pequeña ciudad convertida en uno de los primeros imperios
coloniales. Un rosario de puertos, islas y puestos comerciales a lo largo del Mediterráneo
oriental y del Mar Negro fueron esenciales para el control de las
rutas comerciales que traían las ricas especies y la sede del lejano oriente.
Como toda gran potencia tuvo un nemesis, un adversario mortal, y este sería
otra ciudad estado italiana situada en el otro lado de Italia, Génova. Los números
enfrentamientos por lograr el monopolio en el comercio con los mamelucos y
bizantinos, fue desangrando poco a poco a las dos ciudades pero sería una etnia
llegada de las llanuras asiáticas la que acabaría con el poder naval de ambas. Si
su control sobre la corte bizantina su desaparición tras la conquista
otomana de Constantinopla supuso el fin de su imperio naval ya que poco a
poco las
tropas otomanas fueron expandiendo el poder de los sultanes.
En resumen una magnífica obra para
conocer en profundidad el auge y caída de una ciudad que consiguió gracias al
comercio y a su fuerza militar convertir unas islas pantanosas en una ciudad única.
Veremos cómo se organizó un imperio como si fuera una copia de la ciudad y de
los distintos barrios que la componían, también como se fue convirtiendo un
sistema de bases navales a una verdadera ocupación de grandes territorios para
cultivar todo aquello que la laguna no podía darles.
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HISTORIAS DE BHM OS PUEDEN INTERESAR:
EXPANSIÓN DEL IMPERIO OTOMANO
- Nº de páginas: 464 págs.
- Encuadernación: Tapa dura
- ISBN: 978-8416222186
Roger Crowley |
“Venecia,
ciudad de fortuna. Libro”
Reseña
de Francisco García Campa – Bellumartis Historia Militar
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