Constantinopla 1453 de José Daniel Cabrera Peña , Medieval Warfare Magazine |
El
sitio comenzó el 7 de abril de 1453, cuando el gran cañón disparó
el primer tiro en dirección al valle del Río Lico, junto a la puerta de San
Romano, haciendo una brecha en la grandiosa muralla de Constantinopla. Las defensas
pese a constar con tres líneas de murallas de alturas crecientes y con fosos de
entre 30 y 70 metros de profundidad no habían sido construidas para soportar
ataques de artillería, y en menos de una semana los lienzos comenzaron a ceder.
Tras
largos días de asedio y bombardeos, Mehmed
ordenó que las tropas descansasen el 28 de mayo para prepararse para el asalto
final en el día siguiente, ya que sus astrólogos le habían profetizado que el
día 29 sería un día nefasto para los infieles. Además la moral de los
bizantinos estaba por los suelos por una serie de presagios negativos: en la
noche del 24 de mayo hubo un eclipse lunar que recordó la antigua profecía de
que la ciudad sólo resistiría mientras la Luna brillase en el cielo. Al día
siguiente, durante una procesión, uno de los iconos de la Virgen María cayó al
suelo. Luego, de repente, una tempestad de lluvia y granizo inundó las calles. Además
los refuerzos venecianos todavía no habían llegado y la resistencia de la
ciudad estaba al límite de sus fuerzas esperando el asalto otomano...
Angus Mcbride "bombarda", Osprey Publishing |
El
emperador Constantino XI Paleólogo
dio un discurso en la última misa de la catedral de Santa Sofía en la que trato
de dar un empujón a la moral de los asediados.
Vaya que ha
llegado el momento, en que el enemigo de nuestra fe nos amenaza por todas
partes... Confío en ustedes, en su valor, en esta espléndida y célebre ciudad,
en nuestra patria.
Luego
Constantino abrazó a todos a sus allegados, diciendo después:
Pido disculpas
por cualquier insulto que les haya hecho a ustedes sin querer.
Después, el emperador
se volvió a la multitud reunida en Santa Sofía y les dijo:
Hay cuatro
razones principales por las que vale la pena morir: la fe, el hogar, la familia
y el basileo. Ahora ustedes deben estar dispuestos a sacrificar sus vidas por
estas cosas, así como yo también estoy dispuesto a sacrificar mi propia vida.
Luego se dirigió a los
latinos y les agradeció lo que habían hecho para ayudar a Constantinopla,
diciendo:
A partir de hoy,
los latinos y los romanos son la misma gente, unidos en Dios y con la ayuda de
Dios salvaremos Constantinopla.
"The Fall of Constantinople" Hutcinson 1920 |
Durante
la madrugada del 29 de mayo de 1453, el sultán
otomano Mehmed lanzó un ataque
total a las murallas, en un maniobra típica
de desgaste de las defensas envió en la primera oleada a las tropas de peor calidad compuestas principalmente por mercenarios y prisioneros. Durante dos
horas de duros combates los soldados bizantinos bajo el mando del genovés Giovanni Giustiniani Longo, provistos
de mejores armas y armaduras y protegidos por las murallas, repelieron a las
hordas de mercenarios y cautivos apenas armados. La maniobra de Mehmed fue exitosa ya que ahora las
tropas bizantinas estaban cansadas y tendrían que enfrentarse al ejército
regular de 80.000 turcos. Después
de tres horas les tocó el turno a los anatolios, mejor equipados y más hábiles
en el combate y por último sus mejores hombres, doce mil jenízaros.
Con
los ataques concentrados en el valle del Lico, en un exceso de confianza o para facilitar un
ataque de caballería tras la líneas enemigas los bizantinos cometieron la
imprudencia de dejar la Kerkaporta, en el sector noroeste, semiabierta facilitando que un
destacamento jenízaro, las tropas de élite otomanas, penetraran por allí e invadieran el espacio entre las murallas externa e interna. Como
escribió el escritor austríaco Zweig "Un
pequeñísimo azar, Kerkaporta, la puerta olvidada, ha decidido la historia del
mundo"
José Daniel Cabrera Peña para Desperta Ferro |
Mientras
el comandante Giustiniani fue herido
y fue evacuado de la línea de combate pese a los intentos de Constantino XI para impedir un acto que iba a desmoralizar a los combatientes. Pese a los
ruegos, el genovés embarcó en uno de sus navíos lo que produjo que muchos
soldados italianos desertaran de sus puestos en la muralla siguiendo el camino
de su capitán, justo en el preciso momento en que los jenízaros comenzaban a
atacar las murallas.
Sin
el liderazgo del genovés y pese a los intentos del emperador de asegurar el
frente el avance otomano fue imparable. Constantino XI murió en la muralla como había prometido pese a los ofrecimientos otomanos
para que se rindiese. Por la tarde Mehmed entro en la ciudad y su primera decisión
fue convertir la incomparable iglesia de
Santa Sofía en un mezquita.
Tras
siglos de cristiandad la ciudad fundada por el primer emperador cristiano, Constantinopla
se convirtió en Estambul la sede de un nuevo imperio musulmán, la sublime Puerta.
Vídeo Canal Historia
“La
caida de constantinopla, 29 de mayo de 1453”
Francisco García Campa – Bellumartis Historia
Militar
interesante
ResponderEliminargracias, espero que este artículo sirva para leer más sobre este gran periodo historico
EliminarGracias muy buen artículo, abrazo grande.-
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