Sosegadas
las aguas del Mediterráneo tras la victoria de Lepanto y la consiguiente
tregua, permitió a su prudente Majestad Felipe II centrarse en otro de sus
enemigos, los herejes ingleses. El reino de Isabel se fue erigiendo en una
potencia naval y comercial en el Atlántico que amenazaba el dominio hispánico,
ya que tras la unión de Portugal a la Monarquía toda la flota portuguesa se
unió a la ya poderosa Armada Real.
En el primer artículo del número 42 de
Desperta Ferro Historia Moderna, “La gestación del proyecto de invasión de
Inglaterra de 1588” Hugo O´Donnell nos muestra cómo dos países aliados
se convirtieron en rivales y como eran las estrategias de Álvaro de Bazán y de
Alejandro de Farnesio para conquistar Inglaterra, de la que Felipe II defendía
tener derechos hereditarios por su matrimonio con la reina inglesa María I. Una vez que se decidió desembarcar en las
costas ingleses se eligió Lisboa como base principal del ataque y comenzó la “Organización y abastecimiento de la Gran
Armada” por parte de Medina Sidonia tras la muerte de Álvaro de Bazán.
Tras conocer las naves, armas y hombres que formaron la Gran y Felicísima
Armada nos dirigimos hacia el Norte para conocer gracias a Augusto Salgado el “Duelo en el Canal de la Mancha”.
A lo largo de la Historia la batallas no siempre se
vencen en el campo de batalla, en este caso en las aguas, ya que la propaganda
puede convertir un simple intercambio de disparos en una inmensa batalla como
sucedió en el ataque ingles a la Armada anclada en espera de las Tropas de Flandes. Hannah Leah y Lewis and Clark en “La leyenda negra y el legado de la Gran
Armada” nos muestra las distintas campañas de desprestigio creadas por
personajes ingleses como sir Francis Walsinfham y James Ley.
Tras los
fracasos ingleses de frenar el avance de la Armada por el Canal seria durante
el fondeo en espera de las tropas de Farnesio, cuando un ataque con brulotes
dispersa a los buques de la flota de Felipe II. Este ataque a la flota anclada
y la consiguiente batalla es descrita por Agustín Ramón Rodríguez González en “Calais, Gravelinas y el fallido enlace con
Farnesio”. No serían estos combates navales los que harían el mayor
daño a la flota sino “El viaje de
regreso, tormentas y naufragios” como nos describe José Luis Casaban,
en el largo y duro periplo rodeando las islas británicas.
Para
acabar este magnífico número, repleto de excelentes mapas de los combates
navales, reproducciones de cuadros de la época y con unas excelentes
ilustraciones, tanto de armas como de escenas de combates, la conclusión de
Porfirio Sanz Camañes sobre el “Impacto y consecuencias del fracaso de la
Armada”.
ESTAS
HISTORIAS DE BHM OS PUEDEN INTERESAR:
“La
Gran Armada y la empresa de Inglaterra. Revista”
Reseña
de Francisco García Campa –Bellumartis Historia Militar
Comentarios
Publicar un comentario