EL SPARABARA PERSA.

arqueros persas y sparabaras. Ilustración de Giusseppe Rava - Bellumartis Historia Militar

El núcleo esencial de los ejércitos persas aqueménides durante las Guerras Médicas era la infantería especialmente los arqueros como vimos hace tiempo en el artículo “El Ejército Persa”. Pero no podemos olvidar el papel esencial de los hombres que daban protección a estos arqueros creando un muro defensivo que permitían lanzar los miles de flechas “que ocultarían la luz del Sol”.

Siguiendo la división decimal del Ejército Persa, la unidad básica de combate era el dathabam , que estaba formada por diez hombres. Ocho de ellos eran arqueros que formaban tras el Sparabara o portador del escudo (en las fuentes clásicas se les conoce también como los gerrhophoi es decir portadores del gerrhon), que daba protección a sus compañeros frente a los ataques de la infantería o caballería enemiga. Tras ellos estaba el dathabatis o jefe del grupo armado con una lanza para proteger la retirada ordenada de sus hombres y un látigo que seguro que se empleaba para evitarlas las huidas, además de la panoplia de los arqueros. No se puede olvidar que este no era el único tipo de unidad persa armada con escudos ya que existían los hazarabam, lanceros que combatían en formación cerrada y que según algunas fuentes se asemejaban a los hoplitas.

Panoplia de varias unidades de infanteria y caballeria persa. Desconozco el autor de la ilustración

Entrando a conocer la panoplia de estos guerreros de primera línea de combate, es esencial describir el elemento que les define: el spara. El spara es un escudo tipo pavés, es decir de grandes dimensiones y que se suele usar apoyado al suelo para proteger todo el cuerpo, de forma rectangular. Lo más característico de esta arma es su modo de elaboración. Esta realizado con numerosas varillas de mimbre que se insertan en los agujeros de un trozo rectangular de cuero sin curtir. Una vez que es el escudo estaba completado se dejaba secar el cuero lo que tensaba el mimbre dándole mayor resistencia y flexibilidad. Lo escudos estaban decorados siguiendo el patrón de agujeros del cuero, normalmente con decoraciones geométricas, y policromados tanto las varillas como el cuero. Debido al tamaño del pavés y sobre todo para liberar la mano izquierda era habitual que se pusiera en tierra apoyado con un palo que a modo de atril lo fijaba a tierra, y uniéndose todos los de los sparabara formaban una ligera muralla portátil en el frente de la unidad de arqueros.

Escudo tipo spara hallados en Dura-Europos. Aunque son más modernos son muy similares a a los
de las Guerras Médicas. Galería de Arte de la Universidad de Yale

Pese a la visión tradicional de que los guerreros persas iban sin armadura, debido en parte a las representaciones de las esculturas y pinturas griegas, la mayor parte de los autores actuales defienden que si empleaban protecciones pectorales. De hecho entre las fuentes arqueológicas más interesantes sobre el empleo de armaduras, os recomiendo ver la kylix o copa Byrgos de Oxford donde apreciarás un linotórax con refuerzo de escamas. Pero será el relato de Heródoto el que nos da la mejor pista sobre el empleo de armaduras al recordar que la mayor parte de los nobles persas llevaban sus armaduras por debajo de las túnicas, sus características camisas con mangas de las que hablaremos más adelante.

Si volvemos a analizar las imágenes de la copa, podemos apreciar que debían usar un tipo de protección similar a las brigantinas medievales. Ya que según Nicholas Sekunda los rombos con un pequeño punto que aparecen en una coraza es la forma de representar un remache que sujetaría una lámina de bronce entre dos capas de cuero en vez de la más habitual de láminas exteriores al estilo de la futura lorica squamata Romana.

EL SPARABARA PERSA. Bellumartis Historia Miltiar

A la derecha un sparabara con su escudo apoyado en el suelo. Lleva puesta una armadura de laminas de bronce.
Un gorro de fieltro llamado Tiara, la camisa, Sarapis, y los pantalones, Anaxiry, con vistosos colores

Estos soldados estarían armados de forma similar al resto de arqueos es decir con un arco que portaban en una aljaba sujeta al cinturón, junto a una daga tradicional de la cultura meda, conocida como akinake sin filo y diseñada para pinchar. En los restos arqueológicos, la mayoría de ellos se caracterizan por un pomo con dos cabezas o protomos de animales, frecuentemente leones. Pero las armas principales de combate de estos portadores del escudo serían las lanzas de unos dos metros y en caso de pérdida, emplearían o bien un hacha de guerra o una espada. El hacha podía ser de dos tipos: un hacha de doble filo llamada asabaris o un hacha de un filo y un pico llamada sagaris. Esta última por su pico era un arma muy eficaz contra formaciones cerradas ya que podían perforar los yelmos de bronce en un golpe descendente. La espada más habitual era el tipo kopis, es decir con una hoja curva tipo machete y que se suele confundir con la falcata ibera que es una versión ibera de esta.