El Fiat C.R.32 (Celestino Rosatelli, llamado así por el diseñador) era un avión de combate biplano producido por la compañía italiana Fiat Aviazione en los años 30.
Empleado principalmente por la Fuerza Aérea Legionaria, durante la Guerra Civil Española, y por la Regia Aeronáutica, en el primer período de la Segunda Guerra Mundial, también fue adoptado por la Fuerza Aérea de China, Hungría, Austria, Venezuela y Paraguay. Utilizado durante la Guerra Civil Española para apoyar a los nacionalistas, en España, pronto se ganó la reputación de uno de los mejores biplanos producidos. En España también se construyó bajo licencia y permaneció en servicio hasta 1953, veinte años después de su primer vuelo.
Diseñado por el ingeniero Celestino Rosatelli, representaba un desarrollo del Fiat C.R.30, su proyecto anterior: un avión elegante y rápido que fue un cierto éxito.
Puesto en producción en la segunda mitad de 1932, el prototipo del Fiat C.R.32 se completó en la primavera de 1933. Voló por primera vez el 28 de abril de 1933, desde el campo del Fiat Avio en Turín. El C.R.32 era muy similar a su predecesor: un biplano con una configuración sesquiplana, ya que el ala inferior era más pequeña. Las alas tenían una estructura mixta, con largueros de duraluminio y costillas y cubierta de lona. El armazón estaba compuesto de puntales interalares - hechos de tubulares rígidos en forma de W (puntales tipo Warren) (el típico armazón S.V.A.) y tirantes de acero. La misma estructura metálica y lona para los alerones, presente sólo en el ala superior. El fuselaje estaba hecho de tubos de aluminio y acero, y estaba revestido de duraluminio en el morro, hasta el asiento del piloto, en la parte trasera, en la parte inferior bajo la cola, y con lona en la parte restante (lados y "vientre"). El motor era el Fiat A. 30 RA refrigerado por agua. Diseñado en 1930 y construido en serie (también se montó en el C.R. 30 y Ro. 37) era un motor en línea, con 12 cilindros en V a 60°, con una potencia máxima de 600 hp, a baja altura y a 2.600 rpm. Operaba una hélice de metal de dos palas con paso variable (pero ajustable sólo en el suelo). El motor no usaba combustible de aviación normal, sino gasolina de 94 octanos, obtenida mezclando un 55% de gasolina, un 22% de benzol y un 23% de alcohol.
El C.R. estaba inicialmente armado con ametralladoras Breda-SAFAT de 7,7 mm, pero el caza estaba preparado para montar dos de 12,7 mm, con 350 cartuchos cada una, montadas sobre el capó del motor y disparando a través del disco de la hélice con sistema de sincronización. La cabina del piloto estaba abierta, con parabrisas. La instrumentación era la estándar de la época: brújula OMI 03, anemómetro de 460 km/h, variómetro, virosbandómetro, cuentarrevoluciones y altímetro a partir de 8 000 m y objetivo de puntería con visión libre y catalejo con apoyo frontal para apuntar, posteriormente sustituido por un colimador reflectivo. Todos los ejemplares estaban predispuestos para montar el aparato emisor-receptor, pero la radio RA.80-1 era " opcional" y cuando se montaba se conectaba a un generador de bobinas eléctricas montado delante del tanque de reserva, en el carenado en el centro del ala superior. En la base del ala izquierda inferior, había una predisposición para una ametralladora OMI FM.62, sincronizada con las ametralladoras.
El nuevo caza era más pequeño, con una superficie de ala más reducida y, sobre todo, tenía una distribución de peso diferente, obtenida mediante la reubicación de los tanques, lo que permitía al C.R.32 una mayor velocidad y manejo que su predecesor.
El biplano de Fiat fue un éxito inmediato.Las primeras órdenes se asignaron en marzo de 1934 y al año siguiente fue entregado a la 1ra, 3ra y 4ta Ala de Caza Terrestre. De la versión original se produjeron 383 unidades, 291 de las cuales se destinaron a la Real Fuerza Aérea, 76 al Reino de Hungría y 16 a la República de China.
En total la producción de Fiat ascendió al menos a 1.212 unidades.
Pero si queréis conocer las aventuras y andanzas de este aparato tan querido en España, debéis escuchar a Antonio Gómez en este podcast de Casus Belli.
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