En
septiembre de 1944, una gran fuerza aerotransportada saltó sobre Holanda para
poner fin a la guerra antes de Navidad. El plan del mariscal
de campo Bernard L. Montgomery era muy arriesgado, pero si tenía éxito
podía significar el final de la guerra. La realidad demostró ser muy distinta y
Market Garden quedó en la memoria de
los aliados como un doloroso fracaso grabado a fuego en sus mentes y corazones.
Antecedentes
El 6 de junio de 1944, los aliados desembarcaron en Normandía. Tras una dura lucha en las playas, en los setos del bocage francés y en encarnizados combates en torno a la ciudad de Caen, británicos y estadounidenses lograron abrirse camino.Las
pérdidas alemanas en Normandía fueron terribles, sus fuerzas blindadas fueron
hostigadas desde el aire por la omnipresente aviación aliada. El ejército
alemán estuvo a punto de ser aniquilando en la bolsa de Falaise, sin embargo,
buena parte logró huir en dirección a Alemania.
Habiendo logrado una contundente victoria en Normandía, los aliados entraron en
París en agosto de 1944. Los aliados avanzaban imparablemente, conquistando
bastas extensiones de terreno mientras el enemigo se batía en retirada. El
optimismo reinaba en las filas angloamericanas. El fin de la guerra parecía
cercano.
Una
vez llegaron a las fronteras del Reich comenzaron las complicaciones. Losa
aliados eran aprovisionados desde las lejanas playas de Normandía.No había
combustible suficiente para abastecer a tan mastodónticos ejércitos. El avance
aliado se ralentizó, llegando incluso a detenerse. El general Patton afirmó:
Mis hombres pueden comerse sus cinturones, pero mis tanques necesitan gasolina.
Solo
el caudaloso río Rin separaba a los aliados de Alemania. El general Eisenhower
tenía dos opciones: atacar por el norte con el 21º Grupo de Ejércitos del
mariscal de campo Montgomery o atacar desde el sur con el 3º Ejército de
Patton.
Montgomery insistió a Eisenhower defendiendo que él podía poner fin a la guerra. Para ello, propuso un plan que suponía el empleo de tropas aerotransportadas. Eisenhower no tuvo más remedio que aceptar la propuesta de Montgomery.
Teniente-General Horrocks,Mariscal de Campo Montgomery, y Mayor-General "Tiny" Barber, 15th Scottish Division |
El plan de Montgomery.
El
mariscal Montgomery propuso una arriesgada operación denominada Market Garden.
Era un plan tan sencillo como arriesgado. Tres divisiones aerotransportadas y
una brigada paracaidista saltarían sobre tierras holandesas. Tras conquistar
una serie de puentes sobre el Rin y sus afluentes, el 30º Cuerpo británico
acudiría en su relevo.
Así
pues, Market Garden englobaba a un total de treinta y cinco mil paracaidistas
británicos, estadounidenses y polacos.
-
Los objetivos habían sido repartidos de
la siguiente manera:
-
101ª
División Aerotransportada de Estados Unidos : Tomar los puentes en la zona
de Eindhoven
-
82ª
División Aerotransportada de Estados Unidos: Tomar los puentes de Grave y
Nimega.
-
1ª División Aerotransportada británica:
Conquistar los puentes de Arnhem.
- 1ª
Brigada Paracaidista polaca: Capturar los puentes de Arnhem.
-30º Cuerpo británico: Establecer contacto con las tropas aerotransportadas.
La operación se dividía en dos partes:
1-Market: Las fuerzas aerotransportadas
tenían la misión de capturar los puentes.
2-Garden: el 30º Cuerpo, con la
División Acorazada de Guardias al frente tenía por cometido enlazar con las
tropas aerotransportadas.
A pesar de todo, el plan de Montgomery presentaba importantes
deficiencias, entre las que destaca el modo en que se había infravalorado a las
fuerzas alemanas. La inteligencia aliada creía que Arnhem, zona de acción de la
1ª División Aerotransportada británica, estaba defendida por tropas de dudosa
calidad, cuando la terrible verdad era que en dicha ciudad se hallaba el 2º
Cuerpo Blindado de las SS.
Para
mayor dificultad de los aliados, el 30º Cuerpo británico del general Horrocks
debía avanzar por una única carretera. Era demasiado arriesgado fiar el avance
de todo un Cuerpo de Ejército a una simple vía, los alemanes podían atacar en
cualquier punto de la carretera y cortar las comunicaciones de los aliados por
no hablar de los atascos que podían producirse.
Otro
inconveniente era que las zonas de lanzamiento de la 1ª División
Aerotransportada estaban unos diez kilómetros del puente. Una distancia
considerable que daría tiempo suficiente para reaccionar a los defensores
alemanes.
No sólo se cometieron errores de planificación, sino
que también se ignoraron informaciones que hubieran ayudado a valorar mejor a
la clase de enemigo al que se enfrentaban los aliados. La resistencia holandesa
informaba de la presencia del 2º Cuerpo blindado de las SS en Holanda, pero al
haber estado muy infiltrada en el pasado, los aliados no prestaron demasiada
atención a sus informes. También se disponían de algunas fotografías de
reconocimiento aéreo que demostraban la presencia de carros de combate en las
proximidades de Arnhem, sin embargo, no se les prestó la debida atención.
El Plan de Montgomery |
Finalmente, el 17 de septiembre de 1944 fue señalado como el día D para la Operación Market Garden.
El primer día: 17 de septiembre de 1944
Previamente al lanzamiento de las fuerzas aerotransportadas, la aviación aliada
bombardeó las defensas alemanas. De los aeródromos de Inglaterra despegaron
miles de aeronaves: aviones de transporte, planeadores, bombarderos, cazas y
cazabombarderos. Los lanzamientos, pese a realizarse a plena luz del día
resultaron exitosos.
La 101ª División Aerotransportada, tomó tierra en
las inmediaciones de Eindhoven e inicialmente no encontró una gran oposición.
Los estadounidenses trataron de tomar el puente de Son, pero los alemanes lo
hicieron por los aires. Comenzaban los contratiempos para los aliados.
Al norte de la 101ª División Aerotransportada, la
82ª División Aerotransportada, tomó el puente de Grave. No obstante, el 508º
Regimiento de Infantería Paracaidista no pudo tomar el puente de Nimega dada la
férrea resistencia de los defensores de las Waffen-SS.
En Arnhem, el último escalón de la operación Market
Garden, la 1ª División Aerotransportada británica aterrizó satisfactoriamente.
Los británicos cayeron muy cerca del Hotel Tafelberg, donde se hospedaba el
mariscal Model, que creyendo ser el objetivo de los aliados, huyó.
No tardó mucho en morir, el general Kussin, el comandante de la guarnición de Arnhem, que murió mientras tenían lugar las primeras refriegas, cayó a manos de los paracaidistas británicos. Tres batallones avanzaron a través de la ciudad decididos a capturar el puente. Solo el 2º Batallón del teniente coronel John Frost consiguió hacerse con el extremo norte del puente.
El general Kussin comandante de la guarnición de Arnhem |
Desde el sur, el 30º Cuerpo británico, con los carros de combate Sherman de la Guardia Irlandesa en vanguardia, se topó con una obstinada resistencia en la carretera. En su ataque fueron sufrieron fuego de cañones antitanque y varios Shermans quedaron fuera de combate, obstaculizando el tráfico de la monstruosa fuerza mecanizada. Al caer la noche, los hombres del 30º Cuerpo habían alcanzado Vaalkensward y no habían conseguido establecer contacto con la 101ª División Aerotransportada. Era el primer día y la operación marchaba con un retraso que podía ser letal para quienes combatían en Arnhem.
Las fuerzas alemanas respondieron rápidamente, improvisando grupos de combate con los que contener las acometidas aliadas y frenando a los británicos en Arnhem. El teniente general Wilhelm Bittrich, al frente del 2º Cuerpo Blindado de las SS, comprendió correctamente que el objetivo de los aliados eran los puentes de Arnhem.
Un documento de gran importancia fue a caer en manos de los germanos. Entre los restos de un planeador encontraron información que detallaba los planes aliados. Uno de los tripulantes no quiso destruir aquellos documentos y los llevó consigo creyendo que podría guardarlos como recuerdo. Aquello fue un tesoro para los defensores alemanes cuando lo encontraron. Conocían perfectamente las intenciones de los aliados.
paracaidistas estadounidenses revisando sus planes de ataque antes de embarcar, 17 de septiembre de 1944 |
Una desesperada lucha por llegar a Arnhem: 18-20 de septiembre de 1944.
El 18 de septiembre la División Acorazada de la Guardia enlazó con la 101ª
División Aerotransportada. Los exultantes holandeses salieron a las calles para
recibir a los aliados. Aquel tumulto obstaculizaba el paso de las fuerzas
blindadas británicas. Para mayor infortunio, los británicos debían esperar a
que los ingenieros erigieran un puente Bailey. Para cuando el puente
prefabricado estaba operativo, el 30º Cuerpo británico sufría una demora
de 36 horas.Por
su parte, 82ª División Aerotransportada conquistó los altos de Groesbeek y
logró defenderlos con éxito a pesar de las ofensivas alemanas destinadas a
recuperarlos. Por fortuna para los hombres de la 82ª, una segunda oleada de
refuerzos y pertrechos tomó tierra.
En
Arnhem, la 1ª División Aerotransportada cada vez se encontraba en una situación
más desesperada. Sólo el 2º Batallón del teniente coronel Frost había alcanzado
el puente. El comandante de la División, el general Urquhart, intentando tomar
el control de la situación, quiso dirigir personalmente la batalla. Todo cuanto
consiguió fue quedar atrapado tras las líneas enemigas.
En el puente de Arnhem, una fuerza blindada liderada por el capitán Gräbner trató de aniquilar al 2º Batallón de Frost. Los británicos causaron severas bajas en la columna alemana y el propio Gräbner murió en el ataque. Pese a que la pequeña fuerza de Frost resistía de manera épica contra todo lo que les lanzaban, si no eran socorridos, tarde o temprano terminarían por claudicar.
El 19 de septiembre el 30º Cuerpo enlazó en Grave con los estadounidenses 82ª División Aerotransportada. La ciudad de Nimega era un baluarte impenetrable y entre sus tortuosas calles, los soldados de las Waffen-SS se defendían con gran determinación. Los intentos por avanzar se saldaron con la pérdida de numerosos blindados de la División de Guardias.
Ciudad y puente de Nimeja |
Sabiendo
que los británicos no podían defenderse indefinidamente en Arhnem, el general
Gavin ideó un plan para conquistar el puente de Nimega. Dos compañías de infantería
paracaidista debían cruzar el Waal en botes de remos, mientras los blindados
avanzaban desde Nimega. Se trataba de un ataque contra el puente desde ambos
extremos.
No
todo eran malas noticias para la 1ª División Aerotransportada británica, pues
el general Urquhart regresó su cuartel general en el Hotel Hartenstein, en
Oosterbeek. Allí fue puesto al corriente de la situación: las comunicaciones
por radio eran precarias, un único batallón resistía en el extremo norte del
puente y gran parte de sus suministros eran lanzados sobre territorio
controlado por los alemanes.
Llegado
el 20 de septiembre, en Nimega tuvo lugar un audaz y sangriento desembarco. Los
botes se encontraban en retaguardia, lo que causó retrasos en el plan diseñado
por el general Gavin. Después de un bombardeo por cuenta de los cazabombarderos
Typhoon, las bocas de los cañones escupieron un diluvio de proyectiles contra
los alemanes y los carros Sherman de la Guardia Irlandesa dispararon para
proporcionar una cortina de humo a las tropas de desembarco.
Las
dos compañías que mandaba el mayor Cook subieron a bordo de sus botes y remaron
en medio de una fuerte corriente. Las endebles embarcaciones eran trituradas,
pero los hombres de Cook continuaban remando. Milagrosamente, los soldados de
Cook lograron cruzar el río. No hubo piedad para los defensores alemanes. Los
estadounidenses cargaron frontalmente y conquistaron el puente.
Cuando la fortuna parecía sonreír a los aliados, estos volvieron a caer en un error. Tan solo unas patrullas alemanas se oponían entre los aliados y Arnhem. Pero los británicos se detuvieron, pues no podían avanzar sin su infantería. En el puente de Arnhem, 2º Batallón de Frost, con su comandante herido, languideciente, con las municiones agotándose y escaso de agua, terminó por rendirse.
Puente de Arnhem |
Se consuma el fracaso: 21-26 de septiembre de 1944.
Con el puente de Arnhem reconquistado, el 2º Cuerpo Blindado de las SS volcó todas sus energías sobre el reducto británico de Oosterbeek. En un reducido perímetro llamado el caldero de las brujas, los británicos a duras penas contenían las acometidas alemanas. Heridos y civiles trataban de sobrevivir a la catástrofe en hoteles como el Schoonoord y el Tafelberg, unos edificios que cambiaban constantemente de manos.
Por fin, el 21 de septiembre, la 1ª Brigada Paracaidista polaca, tomó tierra en
Driel. A su vez, los tanques británicos sufrieron lo indecible en Elst en sus
fútiles intentos por llegar a Arnhem. El 22 de septiembre el 30º Cuerpo
británico estableció contacto con los paracaidistas polacos. Únicamente el Rin
les separaba de la asediada 1ª División Aerotransportada británica. Los
intentos de los polacos por unirse a la acorralada división británica
resultaron infructuosos.
El
22 de septiembre, los panzers alemanes atacaron en Veghel y en Uden a la 101ª
División Aerotransportada, por lo que el 30º Cuerpo tuvo que enviar tanques de
regreso recuperar el dominio de la carretera. Tal fue la dureza de los combates
en la carretera que acabó siendo denominada la autopista del infierno.
Los
hombres de la 1ª División Aerotransportada resistían como podían en Oosterbeek,
luchando con armamento ligero contra un enemigo que disponía de carros de
combate. Afortunadamente, disponían del certero fuego de artillería de los
cañones del 30º Cuerpo británico, que había sido vital para detener los ataques
alemanes.
El
24 de septiembre tuvo lugar un intento por reforzar a la 1ª División
Aerotransportada británica. El 4º Batallón del Regimiento Dorsetshire cruzaron
el río, pero la operación fue un desastre y solo 75 hombres consiguieron unirse
a los paracaidistas.
Finalmente,
el 25 de septiembre, el general Urquhart recibió la orden de retirada. Ese
desesperado último día, un fuerte ataque alemán estuvo a punto de suponer la
aniquilación de lo que quedaba de la 1ª División Aerotransportada.
La retirada fue bautizada con el irónico nombre de de Operación Berlín.
Urquhart planeó con gran esmero la evacuación. Los operadores de radio se
encargaron de emitir transmisiones falas para distraer al enemigo y los
paracaidistas simularon ocupar posiciones en la línea de combate. Bajo una
inclemente lluvia y protegidos por la oscuridad, dos mil hombres consiguieron escapar.
Eso era todo cuanto había quedado de una orgullosa 1ª División Aerotransportada
que había llegado a contar con 10.000 hombres.
Así toca a su fin una historia de decepciones como es Market
Garden que conoceréis en profundidad en la novela Atrapados
en Arnhem de David López Cabia
autor de este artículo y colaborador habitual de Bellumartis.
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decepción”
David
López Cabia – Bellumartis Historia Militar
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