Desde la victoria británica en
Trafalgar nadie en Europa se había atrevido a disputar el dominio de los mares
a la Royal Navy británica. Pero a
comienzos de la segunda década del siglo XX el káiser Guillermo apostó fuerte
por la Deutsche Kaiserliche Marine incrementando
el número de acorazados y buques de superficie.
En origen el submarino fue concebido en
Alemania como parte del sistema defensivo desde que en 1906 votaron su primer
U-Boot, el SM U1. En 1912 se aprobó un programa de construcción de 58
sumergibles en siete años pero el comienzo de la guerra trastocó claramente los
planes.
El Reino unido apostó por un férreo
bloqueo comercial a Alemania que perdió una cuarta parte de su flota mercante (unos
4 millones de Toneladas de Registro Bruto) en los primeros meses de la Gran
Guerra. En respuesta Alemania tras probar la eficacia de los submarinos en la
lucha contra los buques de guerra dio inicio a su versión del bloqueo
comercial. El 22 de febrero de 1915 se inicia la Handelskrieg o Guerra del
Comercio. En los primeros cien días de esta nueva estrategia de bloqueo de
suministros a los británicos, un total de 115 barcos enemigos fueron hundidos
por ataques de U-Boote...
Todo navío con pabellón aliado o
aquellos neutrales sospechosos de transportar material bélico eran posibles
víctimas de los submarinos alemanes. Aunque las leyes internacionales obligaban
a avisar al mercante para que se detuviese y así la tripulación del submarino
examinase la carga, la práctica real era disparar sin preguntar.
Ante la pérdida de mercantes aislados
por el ataque de los sumergibles alemanes el Almirantazgo necesitaba un arma
eficaz. Ni el uso de las cargas de profundidad o el empleo de convoyes eran
eficaces ya que solo el fuego artillero podía destruir un submarino en aquellos
tiempos. Pero para que este método fuese efectivo el enemigo tenía que estar en
la superficie. ¿Cómo hacerle subir?
Dibujo en una caja cigarillos |
La respuesta era la caza con reclamo,
es decir mostrarle una presa fácil para que saliese a superficie. Debido a que
los submarinos solo portaban cuatro torpedos en su interior, reservaban estas
armas para las presas más importantes destruyendo a los mercantes con su cañón
de 88 mm.
Como cebo se eligieron varios
mercantes, pesqueros e incluso goletas (Result, renombrado Q-23), a las que se les
realizaron una serie de modificaciones para ocultar su carácter militar
mediante toldos o construcciones de madera o chapa. En origen estaban armados
con varios cañones de pequeño calibre (57 o 76 mm) y uno más potente de 102 mm,
si bien siguiendo las recomendaciones del vicealmirante Lewis Bayly algunos se dotaron de hasta cuatro piezas de estos
últimos. Más tarde se dotaría a algún navío de torpedos y cargas de
profundidad. En sus bodegas en vez de transportar valiosas mercancías estaban
llenas de tablones de madera que por un lado darían sensación de estar llenos y
por otro lado en caso de ser alcanzados por el fuego enemigo ayudarían a
mantenerse a flote.
Cañon de un Q-Ship en posción de disparo. Leander-project |
Los
Misteriosos navíos señuelo, decoy, eran conocidos
oficialmente como Buques de Servicios
Especiales pero pasaron a la historia como los Q- Ships. La Q no tiene que
ver con camuflaje ni nada parecido, ya que proviene de puerto irlandés de
Queenstown. Esta sería la base de donde partían los buques misteriosos en búsqueda de los U-boot, de ahí el nombre que los alemanes dieron a esta base: U-Boot-Falle, la trampa de submarinos.
Q-ship en modo presa y cazador. Byrdwords |
Los
Q-Ships navegaban en solitario con pabellón mercante, tanto británico como
neutral, en espera de ser vistos por un submarino alemán. Sabiendo que ante una
víctima débil los germanos no desperdiciarían sus valiosos torpedos, sino saliendo
a la superficie para destruirlos con su cañón.
Para ello los Q-Ships simulaban una rendición izando bandera blanca y la panic
party, parte de la tripulación gritando que no les matasen abandonaban el
barco, para que los atacantes se confiasen que eran una presa fácil. Cuando el
submarino se posicionaba para el ataque, el capitán del barco señuelo ordenaría
el zafarrancho de combate. De repente se izaría la bandera de la Royal Navy y la tripulación quitaría los
paneles y lonas que ocultaban los cañones, ahora el ratón cazaría al gato.
Pese
a que los alemanes aprendieron rápidamente la lección, los casi 200 Q-Ship fueron los causantes del 10% de
los hundimientos de submarinos alemanes en la Primera Guerra mundial. De hecho
los británicos confiaron en esta arma para las futuras guerras entre septiembre
y octubre de 1939 fueron botados 9 buques señuelos pero esta vez con escaso
éxito.
Para saber más:
-
La "Panic Party" llamando la atencion de los alemanes |
Libreria del Congreso |
“Los Q-Ship,
caza con señuelo” Francisco García Campa – Bellumartis Historia Militar
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