Fotograma del video |
En
1942 los servicios de inteligencia estadounidenses comenzaron a recibir
informaciones sobre los cohetes V-1
alemanes, en aquella época todavía en fase de experimentación. Ya en 1943,
basándose en aquellos primeros datos, varios equipos de investigación empezaron
a trabajar en el desarrollo de una versión norteamericana del que está
considerado como el primer misil de crucero de la historia. Pero fue a partir
del verano de 1944, con el inicio de la campaña de bombardeos con misiles
contra Londres y otros objetivos ordenada por Hitler, cuando los
estadounidenses pudieron finalizar con éxito sus trabajos gracias a la
ingeniería inversa. Varias V-1 estrelladas en Inglaterra fueron transportadas a
Estados Unidos para su estudio. A partir de ellas, en poco tiempo, los
ingenieros norteamericanos lograron completar su propia versión de la Vergeltungswaffe 1...
Ptototipo de la JB-1 Bat con 2 turboreactores. Project-1949 |
El
resultado de aquellos trabajos fue la Republic-Ford
JB-2, el primer misil de crucero producido de forma masiva en los Estados
Unidos (antes hubo una JB-1, de la
que se llegó a construir un prototipo para pruebas aerodinámicas, con pobres
resultados). La velocidad a la que se desarrolló todo el programa resulta casi
sorprendente. En septiembre de 1944 ya se había completado el primer prototipo,
y poco después, el 12 de octubre, tuvo lugar el primer lanzamiento de prueba en
la base aérea de Eglin, en Florida. La “bomba a reacción” (Jet Bomb, el significado de las siglas JB) era propulsada por un
pulso-jet fabricado por la compañía Ford. El misil era una copia casi exacta de
la V-1 alemana, con algunas pequeñas diferencias (por ejemplo la estadounidense
tenía una superficie alar y unas dimensiones ligeramente mayores que la original).
Incluso se limitaron a copiar su rudimentario método de guiado inercial, sin
incorporar los avances que se habían hecho en Estados Unidos con los sistemas
de guiado por radio o incluso por radar.
JB-2 en el National Air and Space Museum |
Wikicommons |
Los
buenos resultados en los ensayos hicieron que el gobierno no tardase en aprobar
el comienzo de la producción. La intención inicial era utilizar las JB-2 de
forma masiva contra Alemania. Pero en los primeros meses de 1945 la Luftwaffe había desaparecido casi
totalmente de los cielos europeos y el dominio aliado del aire se hizo
absoluto. En aquellas condiciones, los planificadores comenzaron a considerar
innecesario el uso de misiles para atacar objetivos que podían ser alcanzados
sin mucha dificultad por las fuerzas aéreas. En consecuencia, la producción de
las JB-2 se ralentizó, aunque no llegó a cancelarse. Aún quedaba un enemigo por
derrotar.
Tras
el final de la guerra en Europa los estadounidenses se volcaron en los
preparativos de la Operación Downfall, la futura conquista aliada del archipiélago
japonés. Estaba previsto que los asaltos anfibios en Kyushu fuesen precedidos
por una campaña masiva de bombardeos que habría empequeñecido todo lo que se
había visto hasta entonces. El plan incluía el uso de decenas de miles de JB-2 en su versión naval (denominada KGW-1), que serían lanzadas desde
bombarderos PB4Y-2 Privateer (la
versión naval del B-24 Liberator), o
desde LST (Landing Ship Tanks, buques
de desembarco de tanques) u otro tipo de embarcaciones especialmente
modificadas. Finalmente, en agosto de 1945 Japón anunció su rendición y la Operación Downfall fue cancelada. El 15
de septiembre se ordenó detener la producción de la JB-2. Hasta ese momento se
habían completado un total de 1.391 unidades. Ninguna de ellas llegó a ser
utilizada nunca en combate.
En
la postguerra la US Navy continuó con
el desarrollo de las KGW-1, ahora con la denominación LTV-N-2 Loon. Su intención era adaptar submarinos para que
sirviesen como vectores de lanzamiento de misiles. La idea no era nueva. Los
alemanes ya habían buscado la forma de transportar y lanzar desde submarinos
las V-1 e incluso las V-2, mucho más grandes, aunque no habían pasado de
algunas imaginativas propuestas teóricas (en el caso de las V-2, los cohetes
irían en el interior de contenedores especiales remolcados por los submarinos).
Lanzamiento de una LTV-N-2 Loon desde el USS Cusk |
Wikicommons |
El
12 de febrero de 1947 el submarino estadounidense Cusk, de la clase Balao,
lanzó con éxito una Loon durante una
prueba realizada en Point Mugu, California. El buque había sido modificado con
la instalación en su popa de una rampa de lanzamiento y un pequeño hangar
hermético para transportar el cohete. El Cusk fue el primer submarino de la
historia en lanzar un misil de crucero, convirtiéndose en ese aspecto en un
auténtico precursor de los temibles submarinos atómicos que en las décadas
posteriores constituyeron (y siguen constituyendo) una pieza fundamental en la
estrategia de disuasión nuclear y proyección global de las grandes potencias.
“Las jet bomb estadounidenses” Cesc Cesc –
Bellumartis Historia Militar
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