El galo moribundo, copia helenistica del Siglo III a.C. Museos Capitolinos. |
“Los gesatas, rebosando confianza
en sí mismos, se deshicieron de sus ropas y desnudos se pusieron a la cabeza del ejército con tan solo sus armas”
Polibio sobre la batalla de Telamón, Historias
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Quien pudiera ver la cara de los
legionarios romanos cuando cargaron contra ellos una masa de “guerreros
desnudos ya que destacaba por su robustez y lozanía” que solo portaban sobre
sus cuerpos numerosos torques de oro, símbolo de su numerosas victorias. ¿Quiénes
eran esos valientes que se permitían el lujo de combatir sin armadura?
Dentro de las sociedades celtas, o más
correctamente en los contextos culturales de la Tené, la guerra era parte
inherente de su sistema social. Numerosos jóvenes precisaban del honor que daba
la lucha para ganarse su sitio en la sociedad por lo que solían recurrir al
robo, bandidaje y cuando había suerte participar en una guerra contra otros
pueblos. Por suerte para sus poblados la
fama de los guerreros de estos pueblos llegó al Mediterráneo y fueron
reclamados sus servicios como mercenarios, lo que servía de válvula de escape
de esa violencia social...
Gesata contra hoplita etolio. A.G. Pinto. D.F. |
Estos mercenarios celtas denominados gaesetae
por Polibio, es decir lanceros, ya
que gaesum
es lanza en celta. Ya desde la
Segunda Guerra Púnica destacaron como mercenarios en las campañas italianas de Aníbal y las victorias del Lago Trasimeno y Cannas. También en los reinos diadocos tras la muerte
de Alejandro Magno o en Sicilia en los ejércitos de Siracusa.
Tras años de soldados de fortuna volvían
a sus hogares cargados de riquezas, monedas de oro, vino de Italia y lo más
importante prestigio para lograr el ascenso social. Pero una vez en sus tierras
natales no se integran en la aldea como un campesino-guerrero más sino que convivían
en una especie de hermandad, formando un
colectivo independiente del resto de la tribu
o el clan. Tenían sus propias normas grupales y sus tabúes o geissi, entre los que destacan la obligación
de socorro de sus compañeros de armas y el culto al dios de la guerra, conocido
como Camulos en las islas británicas. Sabedores de su fuerza y de la ayuda
divina debían acudir al combate sin armaduras, ya que si les protegía la
divinidad no necesitaban nada más y lo contrario sería buscarse la ira del dios
de la guerra.
Por
eso iban al combate desnudos como parte de un ritual religioso que los romanos
no comprendían y buscaron explicaciones más racionales. Polibio describe que el
hecho de quitarse la ropa fue para evitar que los ropajes se enredasen en los abundantes
arbustos del campo de batalla. Incluso ciertos autores modernos ven una base higiénica
en esta costumbre ya que se evitaría la infección de las heridas ya que la ropa
solía estar muy sucia. Pero se tiene que
destacar que siempre que en los textos clásicos se menciona a celtas desnudos están
combatiendo como mercenarios por lo que nos encontraríamos con gesatas.
The true picture of one picte, T. Bry. 1588 |
Los pueblos celtas solían emplear tatuajes
como protección mágica mediante figuras en espiral en torso, brazos y rostro
por lo que debían lucirlos en la batalla yendo desnudos o por lo menos el
torso. Un ejemplo particular serían los habitantes de gran Bretaña que se
pintaban con glasto, un tinte vegetal de
color azul oscuro.
Alguno
de vosotros pensara, no son tan valientes ya que llevan escudos. La respuesta
en sencilla para ellos era un arma, al igual que la espada y la lanza, no una
armadura por lo que era su deber acudir con él a la guerra.
En
la mayoría de las representaciones los guerreros desnudos no llevan casco por los
mismos motivos, además por una razón más importante para ellos. Al igual que
nuestros jóvenes que no se ponen la visera para no despeinarse su tupé (o al
contrario, no se quitan la visera porque están despeinados) los celtas solían
peinarse de una forma muy particular y con gran carácter simbólico. Para muchos
celtas el animal totémico por excelencia era el caballo y su diosa protectora
era Epona. Como describió Polibio “Se
lavan el pelo con agua de cal y lo peinan hacia atrás, por lo que poco se
distingue de la crin de un caballo” esto producía un endurecimiento del
pelo que impedía el uso de cascos además de convertir el peinado en una especie
de yelmo, cual pankie premoderno.
Gesetas en la batalla de Telamón. Autor Wayne Reynolds. Osprey |
“Los gesatas, los guerreros celtas nudistas”
Francisco García Campa – Bellumartis Historia Militar
Es un asunto muy peculiar este, al comprender el porqué de su razón, uno no puede mas que admirar la valentía de estos hombres, es sabido que fueron mal interpretados o incomprendidos por el pueblo romano, pero cabe destacar que ir desnudo a la batalla esta en total contraposición con las costumbres y tradiciones romanas, por lo que es comprensible la idea que estos se forjaron de los guerreros celtas.
ResponderEliminarEfectivamente no entraba en la mente de los romanos. Aunque si durante las lupercales había un combate simbólico ente dos hombres desnudos y los griegos arcaicos solían combatir en pelota picada. En este artículo sobre esparta trato el tema http://bellumartis.blogspot.com.es/2012/10/la-moda-espartana.html
EliminarQue locos pelear empelotos
ResponderEliminarAsí se les veía la hombría sin pudor alguno
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