Elefantes Helenísticos |
Cabrera Peña. Desperta Ferro |
Si
la sarissa fue la innovación militar más
destacada de los ejércitos
macedónicos de Alejandro Magno la de sus sucesores,
Diadocos, fue la introducción del elefante de guerra en el
área mediterránea. Este tanque de la antigüedad ya era habitual en las guerras
del subcontinente indio desde el 1100 a.C.
En su campaña contra Persia los
ejércitos macedónicos se enfrentarían por primera vez a los
15 elefantes de Darío III en la batalla
de Gaugamela, 315 a.C.. Por suerte o por desgracia no sabemos para que no se
emplearan en una carga contra las falanges macedónicas y permanecieron en la
retaguardia.
Batalla de Hidaspes |
André Castaigne, 1808 |
Sería
en el 326 a.C. en la batalla de Hidaspes, actual Punjab
paquistaní, cuando el rey Poro empleó sus 200 elefantes contra la caballería
macedónica. La clave del éxito de Alejandro se debía en parte a su habilidad
para crear huecos en las líneas enemigas a través de los que poder cargar con
los Hetairoi. Poro sabía que los
caballos no habituados a los paquidermos serían incontrolables por sus dueños, y decidió formarlos en línea delante de sus
infantes. Gracias a su espléndida
infantería y una maniobra envolvente de la caballería de reserva, Alejandro logró
vencer pero se dio cuenta de la extraordinaria arma que representaban los
elefantes.
Tanto
Alejandro como “sus sucesores”, los Diadocos, como sus descendientes, epígonos
(“los que viene después”), vieron la necesidad de incorporar a sus ejércitos estas
bestias. Tenían una gran polivalencia debido a su envergadura, fuerza y resistencia,
por lo que podían realizar las siguientes funciones: carga contra la
infantería, lucha contra la caballería enemiga, plataforma de disparo de
proyectiles, protección de la infantería aliada tras ellos, en los asedios transportando
máquinas.
Elefante sansanida con un clibanario |
Angus McBride |
La
adquisición de los Elefantes Indios
suponía una gran inversión que solo se veía superada por su difícil
entrenamiento y mantenimiento. Como muestra del valor de estos animales, Seleuco negoció la
entrega de sus territorios más orientales a cambio de 500 paquidermos. Estos ejemplares indios, elephas maximus, tenían una alzada hasta la cruz (entre el cuello y
la espalda) era de unos 2,5 a 3,5 y 5 ton. de media, su gran tamaño permitía la instalación de una
cesta o torre, houdah, sobre ellos.
En ella se instalaban entre dos o tres lanceros o arqueros, eso sí cuando más
delgados mejor, además del mahout,
cuidador y conductor, sentado a horcajadas sobre el cuello. Para mejorar la
protección de la tripulación la torre solía ir protegidas con cueros húmedos o
escudos ya que la estructura de por si estaba formada por maderas livianas.
Pese a la gruesa piel de los elefantes, como indica su nombre de paquidermo,
para mejorar las defensas naturales se solía proteger con armaduras la frente y
el comienzo de la trompa, junto a anillas en la patas.
Debido
a la dificultad de conseguir elefantes asiáticos por parte de los Ptolomeos, acudieron a los endémicos
del continente africano. En este relato de la batalla de Rafia en el 217 a.C.
por Polibio seguro que os sonara algo extraño, si veis los documentales de la 2
sobre vida salvaje:
La mayoría de los elefantes de Ptolomeo se acobardaron ante la lucha, que es lo que suele ocurrir con los elefantes africanos. Pues no soportan ni el hedor ni el griterío, sino que, horrorizados ante la talla y la potencia, al menos yo pienso así, de los elefantes indios, huyen al instante, que es lo que entonces ocurrió.
¿Cómo
que más pequeños los africanos? Así era, ya que no se trataba del actual
elefante de la sabana africana sino del loxodanta africana pharaonensis, ahora extinto. Este elefante
de bosque norteafricano o del Atlas tenía una talla de entre 2 y 2,5 por lo que no estarían dotados
de torreta y serían montados por dos jinetes, uno lancero y otro el mahout. El hecho de que se mencione
algún elefante ptolemaico con torre solo significa que perduro alguno por
reproducción en cautividad.
Elefantes de guerra africanos. El de la derecha es cartagines |
Giuseppe Rava |
Dentro
de poco publicaremos un Video-BHM sobre los elefantes de guerra y las armas
anti-elefantes.
“Elefantes de
Guerra Helenisticos” Francisco García Campa – Bellumartis Historia Militar
El elefante de bosque africano no está extinto. Basta con ojear Wikipedia...
ResponderEliminarEs cierto, la fuente que emplee debía referirse al norte de África ya modificó.
EliminarHola, como te he dicho el error fue en el nombre cientifico en una de las fuentes que he consultado. Realmente es un elefante de bosque y como he dicho norteafricano que los cientificos denominan Loxodonta africana pharaonensis o elefante cartagines, también denominado elefante norteafricano, elefante del bosque norteafricano o elefante del Atlas. Supuestamente extinto en epoca romana pero del que no hay pruebas taxonómicas suficientes.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado, espero seguir escribiendo cosas interesantes
ResponderEliminarEl artículo es muy interesante, pero la redacción y la ortografía son horribles. Cuesta de leer en ocasiones.
ResponderEliminar¡Hola! ¿Cuál es el nombre de las casas o chazas que van encima de los elefantes?
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