Para muchos Suecia solo es la tierra
del bienestar social, los IKEAS y en algunos casos de Volvo, pero para los
amantes de la Historia Militar es un tesoro oculto por descubrir. La joya más
preciada de este patrimonio histórico es el Vasa, único barco del
siglo XVII que ha sobrevivido hasta nuestros días. ¿Cuál es su historia?
Desde la llegada al trono de Suecia de Gustavo II Adolfo en 1617 y tras poner fin a las luchas internas
y gracias a su buena gestión de los recursos naturales (madera, cobre),
transformó su reino en el más poderoso en las orillas del Báltico. Numerosas guerras
contra daneses, rusos y polacos convirtieron a Gustavo en una de las figuras militares más importantes
de la Historia...
Maqueta escala 1/9 policromada |
Pero sería durante la Guerra
Sueco-Polaca cuando es fabricado nuestro protagonista, El vasa (Wasa, Wasan o
Wasen). La intención de los suecos era crear una gran flota para controlar el Báltico
y así poder poner fin al conflicto con los polacos, para ello Gustavo ordenó
construir en 1625 4 navíos, dos grandes
(135 pies de eslora, 69 metros), Vasen
(el Vasa) y Tre Kronor (Tres Coronas) y dos menores (108 pies).
Los dos grandes navíos gemelos que recibieron
el nombre de la familia real, Vasa y el escudo de Suecia (compuesto por tres
coronas) fueron construidos por expertos extranjeros, entre ellos el constructor
naval holandés Henrik Hybertsson que dirigió
las obras y su diseño. El barco tenía tres palos, podía llevar hasta diez
velas, medía 52 metros de la punta del palo mayor a la quilla y 69 metros de
proa a popa, 64 cañones y una tripulación de 145 marineros y 300 soldados, desplazando
1200 toneladas. Cuando se terminó en 1628 , fue el navío de guerra más poderoso
jamás construido destinado a convertirse en el amo del Norte de Europa, como así
mostraban sus 700 esculturas simbólicas del poder de la dinastía Vasa.
El 10 de agosto de 1628 Estocolmo era
una fiesta, toda la ciudad se apiñaba a las orillas de Skeppsbron
cerca del Palacio Real para ver a la joya de la Armada Real. El barco era una
fiesta, la tripulación había invitado a sus familiares para disfrutar de ese
gran día, el capitán mandó abrir todas las bocas de artillería y se disparó una
gran salva de despedida. El Vasa se escoró, pero logró corregir su posición. Pero una segunda ráfaga sacudió al vasa comenzando a entrar agua por
las cañoneras. Tanto la tripulación como los pasajeros se pusieron a salvo y
solo perecieron 30 pasajeros. A los 15 minutos de levar anclas,
ya se había hundido.
¿Por
qué? La razón era muy sencilla, el diseño no era el
correcto. En esa época se usaban tablas de dimensiones que servían como guía para
los ingenieros navales pero el Vasa sufrió una gran modificación
por mandato personal de Gustavo para admitir más cañones. Así que se construyó
con una superestructura muy alta, con dos cubiertas para cañones pero a pesar de
las 120 toneladas de lastre su altura lo hacía inestable.
Por suerte para nosotros el Vasa
se hundió en un lugar ideal para la conservación de la madera. En las frías
aguas de Estocolmo en el punto de unión de las aguas dulces del Lago Maalaren
con las aguas saladas del Báltico impidió la proliferación del molusco xilófago
Teredo navalis, que devora los restos
de madera en aguas saladas.
Anders
Franzén, un investigador particular, comenzó a buscar el Vasa a principios
de la década de los 50 descubriéndolo en 1956. Comenzando el proyecto de
reflote, el mayor problema era que los elementos metálicos se habían oxidado y
se precisaba de algún método para conservar la integridad del barco antes de elevarlo.
Además se precisaba conservar la madera después de salir del agua para lo que
se escogió el polietileno glicol, un producto ceroso soluble en agua que
penetra lentamente en la madera y reemplaza al agua.
Maqueta de las operaciones de rescate del Vasa |
Ahora el Vasa navega en el interior de
un edificio creado exprofeso para él, VASAMUSEET
en la isla de Djurgården. Su diseño
moderno destaca por los tres mástiles que coronan el paisaje de la isla, la razón
de que los mástiles sobresalgan es que ya en el siglo XVII se cortaron los mástiles
para que no entorpeciesen la navegación.
En el Vasamuseet podréis ver con
vuestros propios ojos un pedazo de Historia Naval, e imaginar cómo serían
nuestros galeones, eso si, no tocarlo. Además de disfrutar de las recreación de
la vida abordo: camarotes, sala de cañones, ver 3 piezas de artillería del Vasa ya que el
resto fueron recuperadas pocos años después de su hundimiento gracias a una
campaña sumergible. Pero lo más interesante para mi es el proyecto de reconstrucción
de los rostros de los fallecidos para poner cara a las víctimas del naufragio,
gracias a técnicas forenses y reconstrucción 3D.
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ARTÍCULO O NO DECÍRMELO, ES LA ÚNICA FORMA DE MEJORAR EL BLOG BHM.
Rostro de uno de los marineros |
Rostro de una de las invitadas |
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“EL VASA, el
único barco superviviente del SºXVII” Francisco García Campa – Bellumartis Historia
Militar
Muy interesante!!!
ResponderEliminarGracias espero seguir encontrando temas que hagan interesante la Historia.
EliminarMuy bien. Me gustaria conocer más historias navales
ResponderEliminarUn saludo
Hola, gracias por tu apoyo. En el blog hay varios articulos más sobre navios con interesantes historias. Te invito a leerlos.
EliminarGenial artículo! Buenísimo.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado tanto como a mi visitar el museo. Espero que sigas disfrutando de los artículos de BHM y te invito a seguirnos en redes sociales
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