Hoy
amantes de la Historia Militar vamos a conocer
a uno de los artistas de la más callejera de las bellas artes, la escultura
monumental. Sus obras a la vez que decoran
plazas y calles, que es para lo que muchos alcaldes usan a estas maravillosas
obras de arte, nos sirven para conocer pasajes de nuestra gran
Historia, muchas veces olvidadas. Con un estilo realista y una profunda investigación
histórica nos lleva a conocer la personalidad de los personajes que reviven con
sus manos.
Sin
más os dejo con el artista para que lo conozcáis mejor a él y a sus obras:
-¿Podrías presentarte brevemente a
nuestros lectores?
Antes
de nada, gracias a Bellumartis por haber sabido aunar la Historia Militar y la
cultura a través de una web amena y muy didáctica. Mi nombre es Salvador
Amaya. Soy escultor desde que recuerdo, ya que crecí en el ambiente
artístico del estudio de mi padre, el escultor Salvador Amaya. Oficialmente
podría decir que llevo más de 20 años modelando y 17 como escultor monumental.
Monumento a Alonso de Arreo en Navalcarnero, Madrid Salvador de Amaya |
- ¿Podrías describirnos tu trabajo?
La
cantidad de oficios que abarca la escultura hace que resulte complicado
definirlo, pero fundamentalmente mi trabajo consiste en crear en arcilla.
Existe un trabajo previo de documentación y una vez terminada la obra, yo mismo
me encargo de los moldes y de supervisar los trabajos de fundición
-¿Cómo comenzaste a esculpir?
Al
criarme en un ambiente escultórico, no puedo decir que fue algo casual. Creo
que mi primera escultura la realicé siendo muy pequeño, unos 5 años, eso dice
mi madre que conserva un portal de Belén infantil pero con buenas intenciones.
De forma profesional, mi carrera sí que fue casual. Acompañaba a mi padre a una
recepción cuando alguien dijo que quería un busto del Rey, la respuesta de mi
padre fue automática: “Nadie mejor que mi
hijo te lo va a hacer”. Pocos meses después me encontré junto al entonces
Rey D. Juan Carlos inaugurando su propio retrato en la Academia Básica del Aire
Monumento a Blas de Lezo en la Plaza de Colón en Madrid. Salvador Amaya |
-Tus trabajos están presentes en
numerosos lugares, ¿Podrías mencionar alguno?
He
trabajado mucho en Navalcarnero. Es una localidad de Madrid con mucho encanto
que se ha convertido en un Museo al Aire Libre. En Alcorcón también tengo un
par de obras, pero si ampliamos el radio, nos vamos a Burgos, Vilanova de
Arousa, Ronda o México, pero por su repercusión y por el personaje representado
os recomiendo visitar Madrid y mi Monumento
a Blas de Lezo
-¿Cuáles son las principales
influencias de tu obra?
Seguramente,
desde fuera, alguien podrá responder a la pregunta mejor que yo. Lo que sí
puedo decir es que me apasiona el Renacimiento y la época greco-romana. Me
gusta esa concepción solemne y majestuosa
que imprimían en la estatuaria
-¿A qué artistas admiras?
Más
que a artistas, admiro obras concretas. La piedad de Miguel Angel, El extasis de Santa Teresa de Bernini, Psique de Antonio Cánova o El desengaño de Queirolo son auténticas
maravillas
Monumento a Fernán González en Navalcarnero, Madrid Salvador Amaya |
- ¿Entre los escultores históricos
españoles cuáles son tus favoritos?
Mariano Benlliure,
Aniceto Marinas y Agustín Querol son imprescindibles. No
ha habido, ni habrá en España una época dorada de la estatuaria como en la que
ellos vivieron. Para mi gusto, los mejores escultores españoles de todos los
tiempos
-¿Entre los artistas bélicos
españoles?
Ferrer
Dalmau, sin lugar a dudas. Admiro su capacidad para llegar
siempre un poco más allá. Cuando parece que ya lo he visto todo, me sorprende
con una nueva obra aún mejor si cabe. Sin olvidar que haciendo un repaso a
todos sus cuadros, estamos también repasando la historia del Ejército español
-¿Qué técnicas artísticas
prefieres?
En
mi caso, prefiero las esculturas en bronce. La fundición a la cera perdida
permite respetar el palillazo del artista, la impronta que le ha dado en el
barro. Es lo más fiel a la escultura original. Eso sin olvidar que es el
material más duradero. Recordáis los bronces encontrados en Riace? 2500 años
bajo el agua y ahí están, impecables.
-¿Cuándo descubriste tu pasión por
la historia militar?
Monumento a Isabel la Católica en Navalcarnero, Madrid Salvador Amaya |
Siendo
pequeño también. En la adolescencia es cuando se empiezan a despertar las
vocaciones. La familia de mi madre es de antigua tradición militar, así que
siempre se han escuchado en casa anécdotas y pasajes de nuestra historia
militar. De hecho, estuve a punto de entrar en San Javier, pero hay cosas en la
vida que te hacen apartarte del objetivo marcado. Ahora, con el tiempo,
comprendo que quizá con mi labor en la escultura histórico-militar , colaboro
de otra forma en ensalzar la grandeza de nuestro Ejército. Si he conseguido
compaginar mi pasión por el arte y por el Ejército, me doy por realizado
profesional y personalmente
-¿Tu interés en la historia es
anterior a tu actividad artística o es al revés?
Antes
de ser escultor, ya había leído libro y libros de historia. De hecho, creo que
era la única asignatura en la que sacaba sobresalientes. Tengo predilección por
la historia del siglo XX, pero en lo concerniente al apartado militar, creo que
la Edad Media fue apasionante. Bueno, tampoco me olvido de la época romana. Ni
de la ilustración. No se, leo todo lo que cae en mis manos, ya sea
uniformología, tácticas de combate o buques hundidos. Soy de las personas que
necesitan satisfacer ese tipo de curiosidades
-¿En qué períodos históricos estás
más interesado?
Cada
época tiene sus propios actos de heroísmo, así que me quedo con eso. Con
batallas épicas independientemente de su contexto
-¿Qué héroes te gustaría recrear y por qué? o
si ya los has hecho ¿cuál es?
Los
que ya he realizado, no los concibo de otra manera, con Lezo,
Gálvez o el Gran Capitán ya me he quitado la espinita. Por realizar? Muchísimos.
Hay mucho por hacer. España ha perdido la memoria de su gran historia y soy de
los que reclaman recuperar a nuestros héroes y sacarlos del olvido. Si tengo
que dar algún nombre, me quedo con Churruca, Martín
Alvarez, Elcano o los últimos de Filipinas
-¿Qué uniformes o soldados te
parecen más interesantes?
Todos
los uniformes tienen sus peculiaridades y los hacen especiales, pero quizá los
de la época napoleónica son más vistosos y espectaculares artísticamente
hablando
Base para el fundido de la escultura de Gálvez Salvador Amaya |
-¿Qué cosas encuentras más
complicadas de esculpir?
Hay
que ser muy cuidadoso con los uniformes. Un mínimo error y siempre hay alguien
que lo ve. Pero en lo que más énfasis pongo es en el gesto del rostro. Un
uniforme puede estar bien o mal confeccionado, pero si la expresión de la cara
no transmite el carácter del personaje, de nada sirven las florituras y
aderezos
-¿Cuál es el tiempo medio que le
dedicas a una obra?
Depende
del tamaño, complejidad y de la fecha de entrega, pero para hacernos una idea,
en un monumento de 3 metros de altura suelo tardar 3 meses a razón de 16 horas
diarias los 7 días de la semana
-¿Qué obra te ha llevado más tiempo?
El
monumento a Isabel la Católica, pero
hay que decir que está compuesto por 5 figuras.
-¿Cuáles son tus planes para el
futuro?
En
estos momentos estoy trabajando en la escultura
de Gálvez que se expondrá en la Exposición que el Ejército de Tierra está
organizando en su honor, pero en cuanto termine, tened por seguro que ya tengo
próximo personaje al que rendir homenaje
Un
fuerte abrazo a todos los amantes de nuestra Historia Militar y a la gran
familia de Bellumartis.
Salvador Amaya en plena faena |
Os invito a visitar su página web donde podréis
disfrutar de toda sus obras.
“Entrevista al escultor Salvador
Amaya” Francisco García Campa - Bellumartis Historia
Militar
Gran escultor y muy comprometido con la historia de España. Su labor está siendo determinante en esta recuperación de nuestra historia que estamos viviendo.
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