En el Museo Arqueológico de Asturias se
encuentra una interesante lapida que muestra el increible Cursus Honorum de un militar de origen astur, su nombre era Gaio Sulpicio Ursulo, el Africano.
Encontrada en el pueblo de Ujo en el concejo de Mieres donde posiblemente se
encontraría su villa, donde se retiró después de su larga carrera castrense
aunque algunos autores defienden que pudo ser también su lugar de nacimiento.
La lapida inscrita en caracteres
mayúsculos sin ningún tipo de símbolo o icono , contiene el siguiente texto:
G(aio) Sulpicio Ursulo /
praef(ecto) Symmachi/ariorum Asturum / belli Dacici ((centurioni)) leg(ionis) /
I Minerviae P(iae) F(idelis) / ((centurioni)) coh(ortis) XII urba/nae
((centurioni)) coh(ortis) IIII / praetoriae p(rimo)p(ilo) / leg(ionis) XIIX
praef(ecto) / leg(ionis) III Aug(ustae) / G(aius) Sulp(icius) Afr(icanus)
pos(uit)
Lapida, Museo Arqueologico de Asturias |
El gentilicio Sulpicio, demuestra que su familia obtuvo la ciudadanía romana
recientemente más concretamente durante
el proconsulado de Servio Sulpicio Galba
futuro emperador en el año 68, por lo que la concesión se
pudo realizar en este periodo como un medio de lograr tropas en el
conflicto civil. Para conocer su origen étnico astur debemos acudir a otra
lapida añada en Ujo, en la cual Sulpicio agradecía a la divinidad astur Nimmedo Aseddiago.
La
mención a la guerra de los Dacios nos sirve de referencia para conocer la fecha
de su nacimiento y muerte ya que durante
el gobierno de Trajano (53-117) dos breves guerras enfrentaron al imperio
contra los dacios en los años 101-102 y el 105-106. Por lo que podríamos situar
su vida entre el último tercio del siglo primero y la mitad del segundo.
Al
ser un ciudadano romano de origen astur era el candidato idóneo para comandar
una unidad auxiliar indígena ya que conocía tanto las costumbres como la lengua
de sus hombres. Desde el origen de Roma, las legiones eran completadas con
fuerzas mercenarias que ofrecían nuevas tácticas de lucha o habilidades poco desarrolladas
por los romanos como el uso del arco, honda o caballería pero también ofrecían unidades
de infantería que eran entrenada en las tácticas
de combate romanas. Además de esta finalidad táctica esta costumbre tenía otro
beneficio “extra” que consistía en dar rienda suelta a las ansias de lucha de
los pueblos dominados.
Desde el fin de la conquista de
Hispania, numerosos peninsulares formaron parte de las tropas auxiliares, pero
que diferenciaba a los Symmanchiarii de otras unidades,
pues en palabras de Higinio este era un término empleado para designar al grado
inferior de estas unidades pero se debe destacar que esta concepción no era en
cuanto a su valía en el campo de batalla sino más bien en cuanto a la romanización
de sus tácticas y disciplina. De hecho hay autores que defienden que el termino
Symmanchiarii es un sinónimo arcaizante de numeri, termino por el que se conoce a
los soldados auxiliares.
Auxiliares en la columna trajana, con su escudo oval (Clippeus) |
Gracias a su actuación como prefecto de
los auxilares astures fue ascendido al rango de centurión de la Legio I Minervia, entre los años 101 y
106, participó en las guerras de Dacia de Trajano, siendo su comandante el
futuro emperador Adriano, y gracias a sus acciones figurara en la columna de
Trajano, seria graciosos que uno de los retratados fuese nuetro hombre. Después
de la pacificación de la Dacia, la I
Minervia regresó al campamento de Bonna
participó en diversas actividades de refuerzo del limes renano a lo largo
de las décadas siguientes.
Su siguiente destino fue la ciudad de
Roma, más exactamente la XII cohorte
urbana una especie de policía de la capital del imperio gracias a sus
meritos en esta guardia urbana fue enviado a formar parte de la Guardia Pretoriana. Parecía que este
puesto como centurión de la IV cohorte de la guardia del emperador podría ser
el fin de su carrera profesional. Pero volvió a las legiones como centurión de
la primera centuria de la primera cohorte el de más rango de toda la legión;
recibía el nombre de primus pilus o primpilo (primera
lanza) y tenía derecho a participar en las reuniones del estado mayor. Además
la legión era la XVIII reorganizada
tras el desastre de Teoburgo aunque hay autores que defiende que esta unidad no
fue refundada por lo que implicaría un error en la lápida.
Por último es nombrado prefecto de la legión III, un destino como se dice
ahora de despacho ya que estos oficiales tenían un papel tanto de intendencia
como de estado mayor del Legado, comandante en jefe de la legión. Existe un
problema en cuanto a esta legión ya que fue divida en varias por lo que gracias
al apodo de Africano deducimos que era la Legio III Augusta acuartelada, en Lambaesis, al pie de la cordillera del Atlas, cuyos
pasos al Sáhara vigilaba, en lo que actualmente es Argelia.
El hecho de encontrar su lapida en
Mieres indica que se retiró a sus tierra natal para disfrutar de un merecido
retiro en los hermosos valles astures.
“Gaio Sulpicio Ursulo y los
Symmachiarii” Francisco García Campa – Bellumartis Blog
Historia Militar
Bibliografía:
“Los Symmachiarii astures en el ejército
romano” Narciso Santos Yanguas, Universidad de Oviedo
Wikicommons
Que vida llena de aventuras de Gaio Sulpicio Ursulo. Queda patente que la tradición y fuerza guerrera de los astures seguía fortísima en plena era romana.
ResponderEliminarExcelente artículo, ¡felicidades!