LAS REFORMAS MILITARES SUECAS

 
De la mano de Ricardo Sánchez Calvo nos adentramos en el Ejército Sueco que revoluciono el Arte de la Guerra a comienzos del Siglo XVII. 
          La Guerra de los Treinta Años, fue un conflicto que englobó dentro de sí varias otras guerras -las luchas religiosas dentro del Imperio, la guerra entre España y Francia, o el conflicto entre las Provincias Unidas y España-. También se puede considerar uno de los primeros conflictos globales, ya que afectó a todos los continentes, tanto en América como en Asia y África donde franceses y holandeses atacaron las colonias españolas por ejemplo. 
          Los expertos suelen dividir en cuatro períodos este conflicto armado:

Gustavo  1611-1632 por Jacob_Hoefnagel
- La primera de ellas abarca desde 1618 a 1623, cuando tras la defenestración de Praga, Bohemia se sublevó contra Fernando II apoyado por Hungría y otros príncipes protestantes. Fernando II con la ayuda de Felipe III consigue reestablecer la situación y sofocar la rebelión.
- La siguiente fase ocupa desde 1625 hasta 1629 cuando la corona danesa, una potencia en el Báltico decide intervenir bajo el pretexto de la defensa de los protestantes del Imperio, pero que se saldó con una dolorosa derrota por parte Cristian IV de Dinamarca.
- En la tercera fase, y en la que se centrará este artículo abarca desde 1630 a 1635, cuando Gustavo Adolfo II de Suecia interviene ocupando el lugar dejado por Dinamarca como defensora del protestantismo.
- La última fase  de 1635 a 1648, es el momento en el que interviene Francia en su política anti-habsbúrguica, especialmente antiespañola.
Como hemos mencionado, nos centraremos en la tercera fase, y en como Suecia se reformó para dejar de ser pequeño país y ser una potencia del Báltico, tras una serie de victorias contra sus vecinos y el Imperio.
Diorama a tamaño real en el Museo Militar de Estocolmo
Para entender el motivo de su ascenso, hay que mirar las reformas militares y administrativas que estableció su rey Gustavo Adolfo II. Suecia llevaba durante el siglo anterior varias guerras, especialmente contra Polonia, ya que su monarca había sido desplazado del trono sueco y buscaba recuperarlo nuevamente. Esto llevo a que Suecia se viese obligado a exprimir cada recurso económico y humano para hacer frente a estos conflictos. También le otorgó al ejército sueco una unidad y experiencia que pocos ejércitos europeos tenían en ese momento. Pero los cambios que más publicidad han tenido a través de los investigadores militares, han sido las reformas militares.
Gustavo Adolfo II era conocedor de las reformas que habían llevado acabo los holandeses para intentar frenar a los ejércitos de la Monarquía Española. Siendo consciente de la importancia de la potencia de fuego, el monarca redujo la profundidad de las unidades y las alargó, dando más bocas de disparo en cada rociada. A esto, le sumó la contramarcha -otorgada su creación a Guillermo Luis de Nassau en 1594, pero ya usada por los españoles en Pavía, Bicoca y descrita por Martín de Eguiluz en su libro “Milicia, discurso y regla miliar” en 1587- pero hizo que las líneas traseras adelantasen a la primera línea, lo que servía para avanzar hacia el enemigo. Además hizo que tres filas de hombres disparasen simultáneamente, por lo que aumentaba el impacto mortal y psicológico en el enemigo.

Estructuralmente, redujo el escuadrón a 500 hombres. Cuatro de estos escuadrones formaban una brigada. Para aumentar la cohesión y la lealtad, cada una de estas brigadas poseía una identidad otorgada por el rey a través de un color -amarillo, verde, rojo...
Otro de los importantes avances, fue en el campo de la artillería. Hasta la fecha, los ejércitos contaban con una pequeña cantidad de cañones pesados, no obstante, Gustavo Adolfo II decidió reducir el calibre del armamento y añadir varios cañones a cada brigada. Así aumentaba más la potencia de fuego de cada brigada. Por ejemplo, en la batalla de Breitenfeld en 1631, el ejército sueco contaba con 77 cañones ligeros frente a los veinticinco pesados de los imperiales.
Por último, a la caballería la volvió más agresiva transformando la táctica de la caracola. Para ello, la primera línea se lanzaba sobre el enemigo y abría fuego a quemarropa y a continuación se retiraba para que la segunda línea chocase contra el enemigo desorganizado. Para aumentar la efectividad de la descarga de fuego y proteger a la caballería, colocó entre las agrupaciones de caballos, escuadrones de mosqueteros.
Panoplia jinete sueco XVII. Museo Militar Estocolmo
Con todo listo, Gustavo se lanzó a la guerra en Alemania, donde sus tropas más disciplinadas y preparadas ganaron varias veces contra las tropas imperiales. Con esta fama recién adquirida y con el desarrollo de la guerra, el rey sueco se vio obligado a contratar mercenarios alemanes, los cuales supusieron un gran porcentaje en sus ejércitos. Aquí podemos encontrar otra de las causas por las que el ejército sueco  tuvo tanto éxito dentro del Imperio. Muchos de los mercenarios contratados llevaban ya varias décadas a sus espaldas combatiendo, por lo que disponían de una amplia experiencia en batalla frente a los bisoños imperiales. Esto, junto con la alta cualificación de sus mandos, dio grandes ventajas a los suecos.
Si bien es cierto, que las modificaciones en la organización y en las tácticas de combate añadieron un plus  al ejército sueco, no es menos importante reconocer el papel que jugó la cohesión militar y la profesionalidad que los mandos adquirieron con las guerras previas al enfrentamiento con el Imperio y la calidad extra que aportaron los mercenarios.
La importancia superior de una mayor disciplina o un gran spiritu de corps la podemos ver en la batalla de Nördlingen, -de la que hablaremos en el siguiente artículo- cuando los suecos fueron derrotados finalmente por un ejército más disciplinado y cohesionado aunque con unas supuestas tácticas más anticuadas: los tercios españoles.


Las Reformas Suecas” Ricardo Sanchez Calvo – Bellumartis Historia Militar 

Comentarios

  1. Hola BHM,

    Con vuestro permiso un pequeño aporte. Suecia en esa época, también realizo una intentona de convertirse en la potencia marítima dominante en el mar Báltico. Para ello construyo el malogrado buque "VASA" (1626-1628). Este buque novedoso en ciertos conceptos tenia doble puente y llevaba una cantidad de armamento considerable, una de las razones por la que se fue a pique al de poco de botarlo.

    En los años 70 de nuestro siglo, pudo ser reflotado de su lugar de descanso. A día de hoy este buque se puede visitar en el museo "Vasa" en la isla Djurgarden (Estocolmo).

    Gracias.

    Un saludo.

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    Respuestas
    1. Hola tienes toda la razon, de hecho el Vasa y su historia tiene su rincón en BHM. Espero te guste https://bellumartis.blogspot.com.es/2015/08/el-vasa-el-unico-barco-superviviente.html

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