“ARO, EL GUERRERO LOBO”. LIBRO

Finales del siglo II a.C. sonidos de guerra llegan a lo más profundo de la Península Ibérica, el mundo de las tribus indígenas se ve abocado a su fin. Los dos grandes imperios que se disputan el control del mar interior han decidido llevar la guerra a estos lares. Roma envía a un joven general, Publio Cornelio Escipión a romper la línea de suministros de Aníbal que ahora combate en territorio itálico.

La novela de Augusto Rodríguez de la Rua, un licenciado en Ciencias Físicas a la vez que un apasionado de la Historia nos adentra en pleno “proceso de romanización”, eufemismo moderno de conquista a sangre y fuego. Con un estilo ameno y dinámico nos adentra en la cultura indígena y en los ejércitos romanos del periodo republicano con una visión no academicista, más cercana al lector de novela que desea conocer el pasado pero sin adentrase en los ensayos históricos...

«… El más avanzado de entre los pueblos vecinos a estos (los celtíberos), es el conjunto de los llamados vacceos…» (Diodoro Sículo)

El protagonista es un joven guerrero Vacceo, llamado Aro, que se puede considerar como una representación idealizada de la resistencia indígena a la invasión romana. El autor en homenaje a su ciudad de nacimiento, Toro, localiza el poblado de Aro en Albocela que tradicionalmente se asignó como origen de la ciudad zamorana. La novela refleja la vida cotidiana de los vacceos, su cultura tradicional y los lazos comerciales entre los distintitas culturas peninsulares especiales con los celtiberos, más en concreto con los arévacos de Numancia. Pero no todo era bucólico ya que los saqueos de las tribus vecinas y alguna incursión cartaginesa rompían este mundo feliz, pero lo peor estaba por venir.

En el otoño del 210 a.C. miles de legionarios encabezados por su general Escipión desembarcan en Ampurias, con un plan secreto. Una vez expulsado el ejército púnico, Roma no se marcharía y comenzaría a dominar los ricos recursos mineros y cerealísticos de la piel de toro.

Un acierto de la novela es su doble ámbito narrativo, es decir se centra en dos mundos que convergen en un enfrentamiento decisivo al final del libro. Pese a que el protagonista es Aro, la novela no se focaliza en ser un relato biográfico sino que mediante saltos espaciales va mostrando grandes momentos en la conquista romana de Hispania.