Uno de los monumentos que mejor refleja la interconexión de arte y poder es la Catedral de Albi, en Francia. En el punto más elevado de la ciudad se yergue como una inmensa fortaleza que vigila a sus díscolos vecinos.
La capital del Languedoc se encuentra en un cruce estratégico de caminos, entre la llanura del rio Tarn y las últimas estribaciones del Macizo central. De ahí su vital importancia en el control del sur de Francia, Occitania, a lo largo de la historia.
En la Edad Media fue el centro neurálgico del catarismo, de donde procede el término albigense con el que se conoce a esta secta dualista. Tras la cruzada cátara o cruzada contra los cátaros, 1209 y 1244, creada iniciativa del papa Inocencio III con el apoyo de la dinastía de los Capetos, con el fin de reducir por la fuerza a los cataros, además de favorecer la expansión hacia Occitania de la monarquía francesa. A pesar de la victoria de los cruzados sobrevivieron números seguidores cátaros a las persecuciones, ocultando sus creencias en una doble vida....
Frente a esta herejía que aún subsiste en 1281, fecha de inicio de la construcción, proclama con su robustez la fuerza de la verdadera religión. Desde cualquier punto de la ciudad se observa a la Basilica de Santa Cecilia, en todo su volumen y poder.
La catedral de Santa Cecilia es una de las mayores obras de ladrillo del mundo. Nos impresionan sus muros, más anchos en la parte baja para impedir su minado en un asedio, de 40 metros de altura, sus vanos en forma de troneras y las torrecillas que refuerzan la estructura completan su imagen de fortaleza de Dios.
Una puerta pequeña al norte y la principal al sur son los únicos accesos al edificio. En la parte baja de la escalera monumental, adosada a la fachada y a los retos de la muralla que rodeaban antiguamente a la catedral, se halla la puerta construida por Dominique Florence entre 1392-1410 en un estilo menos sobrio. En lo alto de la escalinata el pórtico gótico flamígero ordenado por el Obispo Luis I de Amboise en 1535.
Frente al exterior sobrio y robusto el interior contrata con su policromía. Las pinturas en perfecto estado de conservación nos transmiten la angustia del hombre, el genio de la creación y la fuerza de Dios. Las propias dimensiones de la única nave sirven para aumentar estas sensaciones en los espectadores.
La decoración de la bóveda fue realizada por pintores italianos entre 1509 y 1512, representando a Santos y Santas rodeando a un Cristo majestatico. En el altar mayor un fresco de grandes dimensiones representa El Juicio Final, como recuerdo a los Herejes del castigo que les espera. Pintado al temple, hay tres registros: el cielo, la tierra y el infierno donde los malvados gesticulan en los compartimentos dedicados a los siete pecados capitales.
English Version
One of the monuments that best reflects the interconnectedness of art and power is the Cathedral of Albi, France. At the highest point of the city stands as a huge fortress that watches over their unruly neighbors.
The capital of the Languedoc is located at a strategic crossing of roads, between the plain of the River Tarn and the foothills of the Massif Central. Hence its vital importance in the control of southern France, Occitan,throughout history.
In the Middle Ages was the nerve center of Catharism, whence the term Albigensian with which this sect is called dualism. Following the Cathar crusade and crusade against the Cathars, 1209 and 1244, created the initiative of Pope Innocent III with the support of the Capetian dynasty, in order to reduce by force the Cathars and would enhance the expansion into Occitania of the French monarchy. Despite the victory of the Crusaders survived Cathar followers numbers of persecution, hiding their beliefs in a double life.
Faced with this heresy that still exists in 1281, start date of construction, robustness proclaims the power of true religion. From any point of the town is noted to the Basilica of Santa Cecilia, the entire volume and power.
It took two hundred years in completion, begun by the bishop and vice-inquisitor of France Bernard de Castanet and consecrated by Ludwig I of Amboise in 1480.
The Cathedral of St. Cecilia is one of the largest brick works in the world. We impress its walls, wider at the bottom to prevent mining in a siege, 40 meters high, their vain as loopholes and turrets that reinforce the structure complete their picture of God's strength.
A small door leading north and south are the only entrances to the building. In the bottom of the staircase, attached to the facade and the challenges of the wall that formerly surrounded the cathedral, is the gate built 1392-1410 by Dominique Florence in a less sober style. At the top of the flamboyant Gothic porch steps ordained by Bishop Ludwig I of Amboise in 1535.
External dealings inside sober and robust contracts with its polychrome. The paintings in perfect condition we convey the anguish of man, the genius of creation and God's strength. The very size of the ship only serves to increase these feelings in viewers.
The dome was decorated by Italian painters between 1509 and 1512, representing Saints and Holy surrounding a “in majesta” Christ. On the altar a large fresco representing the Last Judgment, as I recall the Heretics of punishment that awaits them.
“La Catedral de Albi. The Albi´s Cathedral” por Francisco García Campa – Bellumartis Blog de Historia Militar.
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