Ha llegado el momento más grande de
la historia de Rusia –más grande tal vez que la época de Poltava y Borodinó–. Si Rusia no avanza, retrocederá; esa es la ley
de la historia
Esta frase del historiador ruso Mijaíl
Pogodin resume a la perfección los motivos de la guerra que pondría a la paz
que reinaba entre las grandes potencias desde la
derrota de Napoleón en Waterloo. Ese avance ruso se haría por los Balcanes a
costa del “enfermo de Europa”, el
Imperio Otomano que carecía de la fuerza suficiente para protegerse ante
los movimientos nacionalistas eslavos, abonados con la ayuda económica y
militar de sus familiares rusos.
Debido al interés de las grandes
potencias de la época Francia y el Reino Unido en mantener con vida a la Sublime
Puerta para hacer negocios con ella, el conflicto estaba asegurado. Solo hacía
falta una chispa que detonase la primera guerra moderna de la Historia, donde el
empleo del ferrocarril, el barco de vapor y el empleo masivo del rifle de ánima
rayada darían lugar a una guerra distinta.
En “La
Cuestión Oriental y los orígenes de la Guerra de Crimea” descubriremos gracias a Lucien Frary conoceremos
el cuadro clínico del enfermo, es decir el declive del Imperio Otomano por su
enorme crisis económica, reveses militares y luchas internas pero sobre todo
por el apoyo de las potencias extranjeras a las minorías cristianas que hasta
este momento habían sido unos dóciles súbditos.
Sería la
disputa entre los católicos y ortodoxos en los Santos Lugres de Jerusalén la
culpable del conflicto ya que Rusia en su papel de protector de los creyentes
acudió en rescate de sus correligionarios. Si bien la guerra se conoce por los
combates n Crimea el primer frente de batalla fue en los principados de
Moldavia y Valaquia. En “La Campaña
del Danubio” Candam Badem nos mostrara el intento de cruce ruso del rio
y las batallas de Oltenita, Cenate o el asedio de Silistra y la intervención
austriaca en apoyo de su tradicional enemigo turco.
Saqueo de los cadáveres rusos en la batalla de Cetate. García Moran. |
Una lección que nos mostró
repetidamente la Historia es que las alianzas a veces es más difícil conocer a
tu “amigo” que a tu adversario. En “Las fuerzas aliadas franco-británicas”
coceremos gracias al interesante análisis de Anthony Dawson como eran los oficiales,
soldados en las dos grandes potencias occidentales pero sobre todo sus
estrategias, armamento y equipo, pero sobre todo los estereotipos respectivos de
su tradicional enemigo, ahora aliado. Una característica de esta guerra con el
considerable aumento de las bajas debido a las armas modernas fue la necesidad
de mejorar los sistemas sanitarios de combate. En el artículo “Los
servicios médicos de la Guerra de Crimea” de Yulia Naumova conoceremos
las distintas concepciones de los servicios médicos del Reino Unido, Francia y
Rusia para hacer frente a las heridas de guerra peros sobre todo a los brotes
de enfermedades contagiosas como el tifus y el cólera.
Con
la llegada de los aliados al mar Negro el teatro de operaciones se traslada a
la península de Crimea, para tomar el estratégico puerto de Sebastopol. Edward
M. Spiers en “El desembarco en Crimea y la batalla de Almá” nos lleva a la primera
batalla de la guerra entre el combinado aliado y el Ejército de Crimea comandado
por Ménshikov.
Pero
esta guerra si paso a la Historia fue sobre todo por una batalla y una
épica carga de caballería que en este número de Desperta Ferro conoceréis a
la perfección. Protegidos tras la “delgada línea roja” de los escoceses del 93º
regimiento de Highlanders podréis leer “La batalla de Balaclava” de Edward
M. Spiers. Mientras que en los primeros combates los jinetes de la Brigada
Pesada combatían en el valle sur, los miembros de la Brigada Ligera descansaban
a la expectativa. Tras los prieros combates las colinas del valle norte permanecían
en manos rusas por lo que se dio la fatídica Cuarta Orden: “La carga de la Brigada Ligera”.
En este artículo Anthony Dawson nos explica cómo fue la orden, y los motivos
que llevaron a ordenar una misión casi suicida. Descubriereis como fue la carga
que trasformaría a estos jinetes en una leyenda.
"El socorro de la Brigada Ligera". Richard Caton Woodville |
Yyy
EN
BHM TENEMOS MÁS HISTORIAS:
“La Guerra de Crimea (I): Balaclava”. Revista Desperta Ferro” Reseña
de Francisco García Campa – Bellumartis Historia Militar
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