GUILLERMO EL CONQUISTADOR EN LA BATALLA DE HASTINGS. 1066

"Hastings 1066" por Angus Mcbride para Osprey Publishing
 "Miradme bien. ¡Todavía estoy vivo y por la gracia de
Dios aún resultaré vencedor!"
         Justo cuando la moral de sus tropas estaba cayendo y parte de la infantería estaba huyendo, mientras que la caballería estaba agotada o atrapada entre los cadáveres, este grito cambio la Historia de Inglaterra.
         El rey normando Guillermo que se consideraba legítimo heredero al trono anglosajón había decidido conquistar por las armas lo que le habían robado con traición.
En enero de 1066 murió el rey Eduardo, el Confesor, que trataba de mantener unidos bajo su corona a britanos, anglos, sajones (ver “La Heptarquia”) y los recién llegados pueblos vikingos (normandos) a los que él mismo pertenecía. Entre los más importantes nobles de la isla destacaba Harold, conde de Wessex, que hacia 1064-65 había jurado lealtad y homenaje a Guillermo de Normandía, primo de Eduardo y supuesto heredero al trono anglosajón. Pero el día del funeral del difunto rey fue proclamado el conde de Wessex como Harorld II de Inglaterra...

Muerte de Eduardo "el confesor" Tapiz de Bayeaux
Guillermo logró el apoyo del Papa Alejandro II para que tomara las armas e incluso le regalo una reliquia de San Pedro (un anillo con un pelo) para que supiese que Dios estaría con él. Pacientemente fue trabando una serie de alianzas con bretones y sus vecinos francos para poder comenzar la invasión sin miedo a ser atacado en sus propias tierras. Al contrario que Harold II que según cuentas las crónicas eran tan tacaño que perdió el apoyo de sus propios nobles, Guillermo prometió riquezas y tierras a todo aquel que le siguiese.
Mientras en Inglaterra el nuevo rey se encontraba ante una triple amenaza: Guillermo, su propio hermano Tostig y Harald Hardraba. Mientras formaba un ejército en el sur en espera del ataque normando su propio hermano al mando de una flota atacó en la isla de Wight para luego dirigirse a Escocia. Una vez allí se unió cerca del Tyne al rey noruego Hardraba que al mando de una flota de entre 300-350 barcos se dirigió al norte de Inglaterra. Harold a marchas forzadas dirigió su ejército hacia York, la batalla seria en Stamford Bridge a unos 13 km. Poco se sabe sobre la batalla pero en ella murieron los dos pretendientes, la felicidad no fue plena para Harold II ya que un mensajero le anuncia el desembarco de Guillermo.
El ejército normando comenzó a cruzar hacia el 27 de septiembre con Guillermo embarcado en el Mora, con un farol en popa para guiar al resto de la flota. A la mañana desembarcaron en la bahía de Pevensy en Susex decidiendo dirigirse lo antes posible (debido a la escasez de suministros) en búsqueda de Harold. El lugar elegido para el campamento y la batalla seria la comarca de Hastings donde se dirigieron unos 8.000 hombres, ya que unos 2.000 eran marineros que quedarían con la flota. La mayor parte eran infantes, unos 4.500, unos 1.500 arqueros y ballesteros. Y unos 2.000 soldados de caballería que serían cruciales pese a la dificultad del traslado y su alto coste en suministros de los caballos destreros o de guerra. Su caballería fue más efectiva gracias a la incorporación efectiva del estribo, esta es la primera batalla en la que hay certeza de su uso en occidente de forma generalizada) lograban mayor energía en el golpe de lanza.
El rey inglés trató de coger por sorpresa a los normandos pero no tuvo éxito. Guillermo salió de su campamento en búsqueda de Harold el cual decidió esperar el ataque en lo alto de una colina a unos 10,5 km de Hastings en la carretera hacia Londres.
Era la mañana del 14 de octubre cuando ambos ejércitos se desplegaron para la batalla. Harold dispuso a sus cerca de 8.000 hombres (todos de infantería y arqueros ya que los anglosajones usaban la caballería como transporte y no en combate) en una falange de 800 metros con él en centro junto al estandarte real, en los flancos a los Fyrd (hombres del Gran Ferd: obligación de prestar servicio militar a cambio del uso de tierras del rey), mientras que en el centro se apostaron los veteranos y bien pertrechados huscarles (Guerreros profesionales que eran la guardia real), apoyando sus defensas con una línea de estacas afiladas de madera adelante. Tras ellos las milicias de Sussex y posiblemente de Kent. La estrategia era crear un muro de escudos de 10 fila de profundidad que diese protección contra los proyectiles. Guillermo dispuso a los arqueros  y a los ballesteros en primera fila, seguidos por la infantería. Por último, en la retaguardia a la caballería bajo sus órdenes. Los infantes y jinetes bretones se dispusieron en el flanco izquierdo, mientras que los franco-flamencos en el derecho, y los normandos en el centro.
Hastings por Tom Lovell
A las nueve de la mañana las tropas de Guillermo comenzaron el avance tras decirles estas palabras “No lucháis solo por la victoria, sino también por la supervivencia" Si eran derrotados les sería muy difícil llegar a los barcos para lograr regresara casa, era una forma de decir “Vencer o morir”. Mientras tanto los arqueros iniciaron una lluvia de flechas pero el muro de escudos anglosajón fue un éxito. Los sajones tras lanzar jabalinas, flechas y hachas arrojadizas, conocidas como franciscas, cargaron cuesta abajo contra los bretones. Hacia las diez y media, los sajones finalmente forzaron a huir a los bretones. Guillermo acudió con parte de la caballería para evitar que los bretones fuesen aniquilados en la retirada.
Tras el fracaso de la infantería, Guillermo decidió cargar con la caballería contra el centro del muro de escudos. Debido al mal estado del suelo lleno de cadáveres y de fango las cargas fueron lentas y repetidas durante dos horas, buscando los huecos en las defensas y no una verdadera carga pesada.
Hacia la una de la tarde, los flamencos y franceses cansados del combate empiezan a retirarse pero su comandante Eustaquio los detiene. En el centro de la formación Guillermo cae de su caballo y comienza a combatir a pie. Los agotados infantes al no ver a su líder a caballo comienzan a creer que ha muerto y un murmullo de pánico se apodera de las tropas. Para poner freno al rumor Eustaquio entregó su montura al duque normando mientras que agarró el estandarte papel y señalaba con este a Guillermo.
La ilustración de Angus Mcbride, que encabeza este artículo, muestra justo el momento cuando ya a lomos del caballo de Eustaquio, Guillermo grita la frase a la vez que se levanta su yelmo para que le reconozcan. Hay que destacar que lleva en su mano una porra de madera tanto como arma como símbolo de status y podéis observar que lleva unas mangas y calzas de malla de la que carecen el resto de hombres. Justo a su derecha esta su hermano uterino Odo, obispo de Bayeux, con una maza (arma habitual de los obispos guerreros) anima a los hombres a seguir luchando.
Guillermo a la derecha muestra su rostro. Tapiz de Bayeaux
Gracias a la reacción del normando las tropas detuvieron la retirada, rápidamente evaluó la situación y decidió retroceder para que sus hombres descansaran. Tras una hora de descanso hacia las tres de la tarde se reanudo la lucha. El ataque se veía dificultado por el barro y los cientos de cadáveres de humanos y caballos lo que hizo que los ataques fuesen muy lentos. Para romper la línea emplearon la táctica de simular retiradas que atrajo a milicianos sajones ansiosos de saqueo de cadáveres, pero salieron escaldados ya que fueron rodeados y masacrados por la caballería. Hacia las cuatro de la tarde los fyrd empezaron a huir mientras que los huscarles combatieron hasta la muerte. El último punto de resistencia fue entorno al estandarte real y el Dragón Rojo donde fueron masacrados por las flechas normandas (al romperse el muro de escudos), entre los caídos estaría el rey Harold II. El “tapiz de Bayeux” nos describe su muerte muy gráficamente: una flecha le alcanzó en el ojo.
Muerte de Harold con una flecha en la cara. Tapiz de Bayeaux
Tras esta batalla sucedieron una serie de combates antes de que Guillermo fuese coronado el día de Navidad de 1066 en la abadía de Wesmister como Rey de Inglaterra.

Dentro de poco os hablaré del Tapiz de Bayeux que describe, como si de un comic medieval se tratase, esta batalla que cambió la Historia. 


"Guillermo el Conquistador en la batalla de Hastings,1066" Francisco García Campa - Bellumartis Historia Militar

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