En la búsqueda del dominio de los mares
el hombre siempre ha tratado de construir barcos cada vez más grandes y rápidos.
Durante los siglos de esplendor de la cultura helenística distintos reinos
trataron de obtener un dominio del oriente mediterráneo y sería durante el
siglo III a.C. cuando se construyó el mayor barco a remos de la Historia
(reconocido así por el Libro Guiness).
Sería gracias a los relatos de
Calixenus de Rodas en el SºIII y Ateneo de Naucratis en su obra Deipnosophistae junto con la obra de
Plutarco la vida de Demetrio, como
nos llegó noticias sobre esta inmensa nave. Todos ellos tienen claro que su construcción
se debe a los ingenieros del rey egipcio Tolomeo
IV Filopator. Cuarto monarca de la dinastía tolemaica fue coronado en el
año 221 y con su reinado comenzó el declive de esta dinastía hasta su
desaparición en época de Cesar Augusto. Posiblemente el hecho de gobernar un país
por parte de una dinastía extranjera, ya que los tolomeos eran de origen
macedónico, fue la causante de las revueltas nativas que caracterizaron parte
de su reinado al igual que la guerra contra Antioco III el Grande, emperador Seleucida...
Reconstrucción de la plataforma sin velamen. Mementomori |
Está claro que en esta situación
Tolomeo necesita un arma decisiva que pudiese cambiar el trascurso de una
batalla además de servir de instrumento propagandístico de su poder militar.
Nada mejor para esto que un gran barco de guerra, el Tessarakontera. Como
indica su nombre en griego, τεσσαρακοντήρης,
cuarenta filas de remeros frente a los tradicionales trirremes con solo tres hileras. Según las investigaciones modernas
se piensa que disponía de cuatro remos para dirigir la nave de unos 14 metros
de largo y los otros remos de 18,5 m. 4000 mil remeros impulsaban esta mole de
129 metros de eslora y 15 de manga que según el investigador Lionel Casson tenía
configuración de catamarán: compuesto por dos cascos gemelos unidos por una
estructura de madera donde se instalarían las catapultas sobre torres o directamente
en la plataforma.
El Tessarakontera
pese ser un verdadero destructor de la antigüedad con sus numerosas catapultas
y sus 2850 epibatais (según Arturo
Sánchez Sanz ya que otros autores defienden entre 300-4000), infantes de marina, su total carencia
de movilidad le convirtió en un arma totalmente inútil para la guerra y fue
poco más que un proyecto propagandístico que no entro en combate. De nuevo se demuestra la frase de que más vale pequeño y juguetón que grande y torpón.
Vision zenital del Tessarakontera. Mementomori |
Para saber más de la Guerra en la Grecia
Clásica os recomiendo el libro “El poder naval de Grecia en el S.V a.C.” de Arturo Sánchez Sanz de la editorial HRM.
Fuentes:
- - Wikicommons.
- Navihistory.com
- - MementoMori.
“Tessarakontera el gigante helénico,TESSAKONTERES”
Francisco García Campa – Bellumartis Historia Militar.
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